Kike Márquez: "Yo no me escondo, vengo al Córdoba CF a ascender"
Entrevista al jugador del Córdoba CF
El mediapunta asume con naturalidad y ambición su reto en el conjunto blanquiverde
Eso sí, tiene claro que la Primera RFEF "es una mini Segunda" y "cualquier equipo te puede poner las cosas difíciles"
Kike Márquez Climent (Sanlúcar de Barrameda, 1989) empieza a erigirse en el líder del Córdoba CF en Primera Federación. El gaditano es uno de esos futbolistas que no necesitan lanzar grandes mensajes para tener ascendencia en sus compañeros, porque esa influencia se la gana con su desempeño en el terreno de juego. Márquez acaba de iniciar su periplo en el CCF, pero ya suma dos goles y dos asistencias. Ha llegado para ser diferencial en una categoría en la que acumula experiencia y éxitos, y asume ese rol con la misma naturalidad y ambición con la que deja claro que vino a El Arcángel para conseguir otro ascenso a Segunda División. El comienzo de ese camino no ha podido ser más esperanzador.
-Viene de hacer en Vigo su mejor partido con el Córdoba, una buena carta de presentación.
-En ese aspecto estoy súper contento por la parte que me toca, y por los tres puntos que nos meten en una dinámica muy buena. El club y el equipo ya venían así y seguimos en esa línea. En lo personal, volví contento porque eso te da confianza, ilusión y ganas de seguir, y te demuestra que se está trabajando bien. A partir de ahí, a seguir en esa misma línea y haciendo números.
-¿Tiene la sensación, usted que llegó este verano, de que el equipo no ha notado el paréntesis entre temporadas?
-Yo el año pasado seguí al Córdoba CF, por Willy que es amigo mío, y el ambiente que se respiraba era muy bueno después de unos años muy malos. Eso es lo difícil de crear, esa energía positiva entre el club, la afición y los jugadores. Eso ahora hay que cuidarlo, los jugadores alimentando a la afición para que sigan con esa ilusión. Y el club en ese aspecto está haciendo las cosas muy bien.
-Para usted ha sido fácil adaptarse, tenía a un buen anfitrión como Willy.
-Siempre es bueno el conocer a alguien que te haga saber cómo se mueve el club al que vas, cómo es el día a día. También conocía a Álex Bernal de la época del filial del Betis, y a otros compañeros de enfrentarnos. No llego a un vestuario desconocido y la acogida ha sido de chapó.
-Prácticamente todos sus compañeros destacan que el Córdoba CF tiene un vestuario muy sano.
-Hay una mezcla de gente con ilusión, jóvenes como Casas, Simo o Gudelj, que lo transmiten al vestuario. Y luego hay veteranos como yo mismo, Javi Flores, Miguel de las Cuevas o José Cruz, que son gente sana y que suman mucho.
-También ha sido buena su conexión con el técnico, que ya le empieza a ver como pieza básica en el equipo.
-Aquí está también Miguel de las Cuevas, que no voy yo a presentarlo porque todo el mundo sabe lo que significa en el Córdoba y en el fútbol nacional. Yo creo que el míster tiene ahí esa pelea en la cabeza, ya no solo con nosotros en la mediapunta, en cualquier parte del campo, y eso siempre es bueno. Bendito problema para él, que tenga que comerse la cabeza para ver a quién pone.
-Parece tan fácil lo que ha hecho el CCF en este inicio que no sé si tienen algo de miedo a que el globo se pueda pinchar.
-Si no me equivoco, creo que en Albacete la mejor racha que tuvimos fue de tres victorias. Eso habla del nivel de esta categoría, que es un mini Segunda, por así decirlo. Cualquier equipo te puede poner las cosas difíciles. Es cierto que parece que el Córdoba CF va sobrado, pero ni mucho menos. El trabajo está ahí y es cierto que hemos estado bien de cara al gol, pero el grupo es muy complicado. Cada año el nivel subirá más y a la vista está lo que costó el año pasado meterse en play off.
-Por eso mismo que me comenta, habrá que saber digerir los malos resultados, si llegan, sin que sea un drama.
-En esto hay que mantener un equilibrio. Ni en estas semanas somos tan buenos, ni si ahora perdemos un partido seremos tan malos. En ese aspecto, lo que es el vestuario, tiene que mantener los pies en el suelo. Que la afición disfrute mientras se gane, porque al final nunca sabes cuándo vas a volver a ganar. Pero nosotros, sobre todo los veteranos, tenemos que mantener ese equilibrio en la plantilla.
-Pero esas victorias también son un mensaje a los rivales, que ya saben que el Córdoba no es menos que ninguno de ellos.
-Respeto hay que tener a todos los equipos, pero representamos a un club que a nivel nacional tiene su historia y no somos menos que nadie. Somos la plantilla que somos y el verde no engaña. En ese aspecto, yo soy claro. En Albacete llegué con el equipo estando primero y yo dije que no venía a jugar el play off, que venía a ascender. Sí que es cierto que está ese segundo camino más largo y al final es el que cogimos. Pero yo no me escondo, vengo al Córdoba CF a ascender, no vengo a otra cosa.
-Esa presión que se marca no es nueva para usted, ya la ha vivido en otros equipos.
-Podía ser más o menos semejante al Cádiz, por las circunstancias de cuándo yo estuve allí, por masa social, pasión de la afición y por aspiraciones del club. En el Extremadura hay muy buena afición, pero era un club más humilde y había más ilusión que exigencia. En el Córdoba, como en el Cádiz, sí noto esa mayor exigencia.
-¿En aquella etapa en el Cádiz, le pasó factura su juventud?
-Aquello me pilló con 24 años y quizás tenía que demostrar domingo tras domingo porque había gente con más nombre. Tuve momentos que no se inclinaron hacia el lado positivo. El no ascenso contra el Oviedo, que era un paso en mi carrera importante, el subir a Segunda, y no se dio. Son detalles que te hacen ir por un camino o por otro.
-En su carrera ha pasado por muchas situaciones, pero su rendimiento siempre ha sido constante, como si lograra aislarse de lo bueno o lo malo que hagan sus equipos.
-Es cierto que he vivido de todo en el fútbol ya, me he visto en mil situaciones. A mí siempre me inculcaron en casa ser ambicioso, currármelo y no bajar los brazos nunca. En el Extremadura me vi en situaciones complicadas, pero los domingos eran la clave, el poder demostrar las ganas y la ilusión. Después me fui a Albacete y me fue genial, conseguí un ascenso, que quién me lo iba a decir meses atrás. Y ahora estoy aquí para conseguir otra vez ese objetivo.
-El domingo en Vigo, tras el partido, le preguntaban a Germán Crespo que por qué Kike Márquez no está jugando en otra categoría.
-Esa pregunta me la hace mucha gente. Yo creo que con el paso de los años, como persona creo que he mejorado. Igual mi carácter de joven no me vino bien. Pero cada uno es como es. Mi pareja siempre me pregunta por eso y siempre le digo que cada uno al final está donde se merece estar. Yo tenía la opción de quedarme en el Albacete, pero me llamó Raúl Cámara y es que ni me lo pensé. Tenía una ilusión tremenda por jugar aquí, en este estadio. Hay una persona que trabajó aquí, que es Alfonso Serrano, que me lo dijo: "Kike, no te puedes retirar sin jugar en ese club. Te vas a dar cuenta de lo que representa". Y la verdad es que me estoy dando cuenta ahora de lo que significa esta afición y lo que mueve este club.
-¿Qué ha aprendido de todos estos años en el fútbol?
-Me quedo con una cosa, que hay que disfrutarlo al máximo. Imagino que eso te lo dan los años. Hay cosas que con 20 o 22 años no ves y piensas solo en ti, pero ahora ves las cosas de otra forma. A lo mejor con 22 años me pone Germán Crespo en el banquillo en la primera jornada y no actúo igual. Por eso te digo que el día a día lo valoro y lo disfruto mucho.
-Dentro de eso que me dice, también entra el poder salir del equipo y verlo con cierta normalidad.
-El míster, en una de las primeras charlas, ya puso eso sobre la mesa. Él ha demostrado que cuenta con toda la plantilla. Es complicado acertar un once inicial de Germán Crespo. Y ahí está la clave. Esa es su forma de trabajar y le va bien. Si nos toca jugar, bien; si no, hay que apretar desde el banquillo para demostrar que quieres estar en el once, no hay más.
-Le pregunto por Germán Crespo, un entrenador que no ha seguido la trayectoria de otros muchos para llegar a un equipo importante. ¿Le ha sorprendido algo de él?
-Hay gente que tiene nombre, por ser exfutbolistas o similar, que tienen la oportunidad a las primeras de cambio. Y luego está el caso del míster, que ha sido un entrenador de barro, que se lo ha currado y ha ido demostrando poco a poco sus condiciones. Le llegó la oportunidad y él ha creído siempre en su trabajo. Ahora tiene su oportunidad aquí en el Córdoba y se la está comiendo. Lo está haciendo muy bien y aprovechando su momento, que ya le gustaría a muchos entrenadores estar donde está él.
-¿Estamos viendo ahora al mejor Kike Márquez que veremos en el Córdoba CF?
-Ni mucho menos. Sí es cierto que tuve un buen partido en Vigo y voy en ese camino. No hace mucho, el segundo entrenador, Óscar, me preguntaba que cómo estaba y le dije que no estaba bien todavía, que no me encuentro cómo realmente soy. Sí que es verdad que con el paso de las semanas voy progresando, pero no me veo todavía a mi mejor nivel.
-¿Y qué es para usted ese mejor nivel? ¿Hacer más goles y asistencias?
-No solo queda ahí, aunque al final el fútbol son números y eso es lo más importante. Yo ahora se lo digo por ejemplo a Simo, que para mí es un espectáculo jugando al fútbol, y se lo digo: esto son números. Al final de año, hay que hacer goles y asistencias, porque eso te da un plus más. Pero yo me quedo con la sensación, lo que pueda transmitir al compañero o la importancia que sienta en el campo, y en eso tengo que seguir mejorando.
-Para sus compañeros, igual que para la afición, empieza a ser un referente.
-Sí, pero es lo que te digo, todavía no me siento al máximo. A la afición, como siempre digo, lo que quiero es que se vayan a casa felices por ver ganar a su equipo. A mí me pagan por jugar al fútbol y ellos pagan un abono. Y qué satisfacción mayor que dormir yo tranquilo porque ellos puedan disfrutar de su equipo. Que ellos se vayan contentos es para mí el mejor premio.
-Dice que usted está lejos de su mejor nivel. ¿Y el equipo? ¿También tiene mucho margen de mejora?
-Sí, el equipo tiene un bloque bueno y ahí el club ha sido muy inteligente de mantener la base. Pero el equipo tiene mucho margen de mejora, ya no solo con balón, también sin balón y a la hora de conocernos. Sabemos que podemos mejorar bastante.
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