Gudelj: "Espero que todo salga bien porque me siento muy a gusto en el Córdoba CF"
Córdoba CF
El central neerlandés, en negociaciones abiertas para su renovación, repasa su trayectoria para 'el Día' antes de buscar en Mérida el primer ascenso de su carrera
Dragisa Gudelj (Países Bajos, 1997) nació con un camino marcado. Hijo de futbolista y con su hermano -ahora en el Sevilla tras una notable trayectoria- como principal referente, el fútbol llamó a su puerta desde que siendo un niño correteaba con sus amigos por Breda, donde su padre trasladó a la familia para terminar su trayectoria profesional y acabaron quedándose. En el campo -sabe que su padre y su hermano miran atentos- Dragi exhibe ese carácter frío y competitivo tan balcánico, pero fuera de él es un joven abierto y hablador, que maneja el español de manera notable fruto de sus veranos de niño "jugando en la calle" en Torrevieja. En plenas negociaciones con el Córdoba CF para aclarar su futuro, Gudelj deja las conversaciones para su círculo de confianza y tiene puestos los cinco sentidos en cumplir el reto con el que llegó en enero: ayudar al equipo a subir a Primera RFEF. Aún no sabe dónde jugará el año que viene, aunque no esconde sus ganas de continuar haciéndolo en El Arcángel, el estadio en el que ha empezado a sentirse futbolista profesional.
-Usted nació en Países Bajos, pero en una familia serbia y ya acostumbrada al fútbol.
-Mi familia es de Herzegovina, mis padres nacieron allí, pero mi padre fue futbolista y ha vivido en muchos sitios. Primero jugó en Partizán de Belgrado, después vino a España y jugó tres años en el Logroñés y el Leganés. En el 97, se fue a Holanda y allí nací yo, mientras mi padre jugaba en NAC Breda. Allí mis padres vieron más oportunidades para nosotros y decidieron quedarse. Por eso yo nací en Holanda, donde viví hasta los 18 años. Hablo perfectamente holandés, allí hice todo el colegio y tengo las dos nacionalidades.
-Pero supongo que las raíces tiran mucho.
-Yo me siento serbio, es mi origen y mi familia es de allí, pero le tengo mucho cariño a Holanda porque es el sitio donde he crecido y tengo mis amigos.
-¿Mantienen allí la casa familiar?
-Mi padre ahora mismo trabaja en China, como director deportivo de un club de allí. Mi madre está mucho con mi hermana, que es tenista y viaja mucho por el mundo, aunque cuando pueden están mucho con mi hermano en Sevilla o conmigo aquí. Sí que tenemos la casa familiar en Breda, aunque nos gusta mucho España y no sabemos si al final acabaremos viviendo aquí.
-Su padre hizo carrera en el fútbol, su hermano juega al primer nivel en el Sevilla y usted intenta seguir sus pasos. Además, me comenta que su hermana es tenista. Son una familia muy volcada en el deporte.
-Somos una familia de deporte. Mi padre era futbolista y mi madre jugaba a baloncesto. No pudo llegar a profesional porque eligió salir del país con mi padre en una edad muy joven. Mi hermano nació cuando mi madre tenía 20 años, y para ella ya fue más difícil, pero sí que lleva el deporte dentro. Mi hermana desde pequeña empezó jugando al tenis y ahora está haciéndolo muy bien. Tiene 19 años y está empezando en el mundo profesional, en los torneos grandes. Somos una familia trabajadora, somos profesionales y nos gusta el deporte mucho.
-En Serbia el deporte es casi una forma de vida y su familia es el ejemplo.
-En Serbia sigues viendo a muchos niños jugando a fútbol o al baloncesto en la calle, mucho más que aquí. El nivel de vida no es tan alto y creo que por eso los niños juegan más en las calles, y eso es importante, que desde pequeños los chicos hagan un deporte. Ahora hay mucha play station, mucho ipad, los teléfonos... Yo creo que es importante crecer jugando en la calle, haciendo deporte y con los amigos. Cuando yo era niño, claro que he roto con la pelota algún coche y me he ido corriendo a casa. Son cosas que te hacen crecer y aprender. Ahora veo mucho menos el deporte en la calle, yo nací en el 97 y creo que soy de la última época de jugar fuera de casa.
-Prácticamente en cada partido en El Arcángel, su hermano está en la grada, siempre que no tenga partido. Se nota que son una familia unida.
-Mi familia es todo para mí. Todas las decisiones que tomo en la vida son para ayudar a mi familia. Mi hermano ha venido a casi todos los partidos, cuando ha tenido la oportunidad y eso me hace feliz. Él tiene muchos años en el fútbol y me puede ayudar a mejorar, me viene muy bien que tenga la oportunidad de verme en vivo. También mi padre en China está pendiente, se levanta en la noche para ver mis partidos y después me manda mensajes de cómo ha ido o lo que tengo que mejorar.
-¿Es muy exigente con usted?
-Para un padre nunca está todo bien [risas], pero eso es bueno. Desde pequeño, mi padre era exigente. Era muy difícil escucharle decir que habías hecho algo bueno. Él era más de decir: "ya sabes que has hecho eso bueno, yo me fijo más en lo que tienes que mejorar". Había veces que jugabas un partido mal y al llegar a casa ya sabías que te podía caer una bronca, entonces buscábamos más a mi madre [risas]. En realidad es muy cariñoso, ahora como está en China y no nos ve mucho, notamos que ahora es más cariñoso que antes. Pero cuando éramos niños, era normal, él tiene el carácter serbio, de querer siempre mejorar y eso nos ha ayudado mucho en la vida, no solo en el fútbol.
-Si le pregunto por un referente, me dirá que su hermano.
-Mi hermano es todo para mí, tenemos una relación que es difícil de explicar. Él confía en mí, en lo que puedo conseguir, y es mi mejor apoyo. Pero en la vida también, me ayuda en todo y por él soy la persona que soy.
-Usted llegó al Córdoba viendo que se le cerraba la opción de estar en el primer equipo del Cádiz. ¿Cómo vivió aquello?
-En Portugal me lesioné la rodilla y me perdí casi una temporada entera. Entré en una situación difícil por cambios en el club y después de una lesión larga es difícil volver para un jugador. Desde Vitoria Guimaraes tenía que dar un paso atrás para recuperar confianza y salió la oportunidad de ir al segundo equipo del Cádiz, con opción de subir al primero, que era mi objetivo, además sabiendo que mi hermano estaría cerca. Jugué un año y me vi bien, hice la pretemporada con el primer equipo y me sentí muy bien. Yo pensaba que me podía quedar, pero pasaron cosas que no puedes controlar. En el segundo equipo jugué todo, con la confianza del míster y luego surgió la oportunidad de venir a Córdoba y la cogí. Pensaba que era una opción muy buena para mí. Recuerdo los partidos que jugué aquí con el Cádiz, el ambiente y el estadio, y te sientes futbolista. Era eso lo que necesitaba, aquí es todo más profesional y por eso vine aquí.
-¿Ha cumplido el Córdoba CF sus expectativas?
-Me hablaron solo cosas buenas de aquí. El ambiente, los aficionados, el equipo, el cuerpo técnico, la ciudad... toda era positivo y yo no sabía lo que iba a encontrar, pero salió todo muy bien. El equipo me recibió muy bien, con los brazos abiertos y desde el primer partido he tenido la confianza del míster, que me ayuda a mejorar cada día. También gracias a los jugadores, que me ayudan y que tienen mi estilo de juego. Yo vi partidos del Córdoba, los vi por ejemplo con el Sevilla y es un estilo que a mí me viene muy bien, que también es importante para un jugador saber dónde va. Por eso estoy muy feliz de lo que ha pasado hasta ahora, pero lo más importante es lo que viene ahora.
-Lo que viene es un ascenso. ¿Ha vivido ya alguno en su carrera?
-Hasta ahora no. Para mí es un objetivo bonito, un ascenso es lo mejor para un futbolista porque es el máximo objetivo que puedes conseguir en una temporada. Cuando llegué aquí tenía dos objetivos: sacar el máximo de mí para ayudar al equipo lo máximo posible, y el ascenso. Vine para acabar primero y subir. El sábado es la oportunidad y estamos muy preparados para conseguirlo.
-¿Lo llevan con calma o con ansias de lograrlo?
-No, es una semana normal de trabajo. Desde que llegué, todas las semanas pensamos en el partido que viene. No tenemos nada más en la cabeza, entrenamos con máxima intensidad y el grupo está con mucha alegría, que eso luego se ve en el campo. Tú sabes que en este partido puedes ascender, pero no noto que vayamos con esa presión. Lo bueno de este equipo es que en el campo nos olvidamos de todo y somos una familia.
-¿Nota el cariño que ha despertado en la afición?
-Me dijeron que la afición aquí es bastante exigente y apasionada, pero es verdad que me han cogido mucho cariño. Cada día me llegan mensajes por el móvil que no puedo responder porque no puedo ver todos, pero para mí es una alegría darle a la afición lo que quiere y lo que esperaba de mí. Estoy muy feliz de cómo me recibieron y también por eso queremos conseguir el ascenso, porque la afición nos ayuda en todos los partidos, incluso fuera. Siempre jugamos con 12.
-Está en negociaciones para renovar, ¿cómo está el tema?
-Yo me siento muy bien en Córdoba. Sé que mi representante y mis padres están negociando con el club. Ahora mismo, la verdad, no me centro mucho en eso porque creo que un futbolista no tiene que estar muy pendiente de eso, porque lo que más importa es el partido del fin de semana y es lo único que yo tengo en la cabeza. Lo que pasa fuera lo dejo en manos de ellos, que tienen mi confianza. Espero que todo salga bien porque me siento muy a gusto en el Córdoba CF. El míster y todos confían en mí y por eso tengo buenas sensaciones.
-¿Se ve jugando aquí el año que viene?
-Yo ahora mismo no pienso mucho en el futuro porque es un momento muy importante. Quiero centrarme en lo que viene. Si ascendemos, todo será ya más relajado y espero que todo va a salir bien porque aquí me siento bien, pero tengo la confianza en la gente que me lleva y en poco tiempo veremos qué pasa.
-Por lo que me cuenta, su idea es muy similar a la del club, crecer paso a paso con ambición.
-El Córdoba tiene ambición para subir lo más rápido posible a Primera, porque la verdad es que es un equipo que tiene que estar ahí, el nivel está aquí, lo vi en el partido contra el Sevilla, que fue increíble. Es verdad que el club y yo tenemos un poco la misma idea; yo quiero crecer y llegar al nivel más alto posible, por eso también me siento muy bien aquí.
-Si el ascenso llega en Mérida, ¿se acabará ahí la temporada?
-No, no, la temporada no se acabará hasta el 15 de mayo. El objetivo más importante ya estaría conseguido, pero obviamente que la temporada no termina y queremos ganar todos los partidos. Es muy bonito ganar todos los partidos en casa, que el míster nos ha dicho que hace mucho tiempo que no pasa. También queremos tener la portería a cero todos los partidos, ganar con los máximos goles posibles. Nosotros vamos a ir al máximo en todos los partidos y hasta el último.
-¿Conoce la plaza de Las Tendillas?
-¿Es ahí donde está Starbucks, no? [Risas] Es que a veces con compañeros estamos ahí tomando un café y me dijeron que ahí es donde vamos a celebrar el ascenso. Vamos a ver si puede ser este fin de semana.
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