Javier González Calvo deja de ser el consejero delegado del Córdoba CF

Javier González Calvo deja de ser consejero delegado del Córdoba CF. El hasta ahora máximo responsable en las labores ejecutivas del club blanquiverde deja su cargo después de la nefasta temporada cosechada por el conjunto blanquiverde, que a falta de dos jornadas para el final del campeonato en Primera Federación ya no tiene opciones de pelear por el ascenso a Segunda División.

"El Consejo de Administración del Córdoba Club de Fútbol comunica que con fecha 15 de mayo 2023, D. Javier González dejará de ejercer sus funciones como Consejero Delegado de la entidad. El Club quiere agradecerle su trabajo, esfuerzo y dedicación como consejero delegado, guiando al club durante un momento complicado", reza el comunicado hecho público por la entidad.

"En esta nueva etapa del Club, Javier González, continuará con sus funciones actuales en el Consejo de Administración, apoyando al Club en la toma de decisiones estratégicas y en su desarrollo del futuro", añade el comunicado.

Desde que el 5 de diciembre de 2019 Infinity asumió el mando en el Córdoba CF, Javier González Calvo había sido la cabeza visible del proyecto en la ciudad. El abogado ejerció de presidente en el día a día, con una fuerte apuesta por recuperar las relaciones sociales de la entidad con las instituciones públicas y abanderando los ejes que debía vertebrar el proyecto, que pasaban por el potenciar la parcela deportiva y afianza las infraestructuras del club, tratando de dotarlo de patrimonio con la cesión de El Arcángel o la construcción de una Ciudad Deportiva propia.

En lo deportivo, desde finales de ese año 2019, González Calvo ha vivido el descenso traumático a Segunda RFEF, después de arrancar su periplo en una Segunda B en la que el coronavirus hizo estragos hasta relegar al CCF, fruto también de su mal desempeño, hasta la cuarta categoría del fútbol español.

Fruto de ese descenso, el Córdoba vivió su etapa más pujante en lo deportivo con un paseo militar en Segunda RFEF, logrando el campeonato y la Copa RFEF, un título menor pero al que el club se agarró en un momento bastante bajo para el proyecto.

El salto a Primera Federación debía relanzar a un Córdoba que arrancó por todo lo alto el presente curso, pero que ya al final de la primera vuelta del campeonato empezó a dar síntomas de que se avecinaba un colapso total, hasta el punto de quedarse sin opción alguna para luchar por el ascenso con dos jornadas todavía por disputar.

Fruto de esa crisis deportiva, los propietarios del club han optado por dar un volantazo radical en su proyecto en El Arcángel, con la idea de buscar un nuevo perfil que encabeza un equipo que debe ser más sostenible económicamente sin renunciar a la idea de regresar al fútbol profesional. Un terremoto de cambios que, da la impresión, no ha hecho más que empezar en el Córdoba CF.