La pirueta de Kike Márquez, de repudiado por El Arcángel a líder del ilusionante Córdoba CF

Córdoba CF

El capitán blanquiverde se marchó vitoreado del feudo cordobesista en el brillante triunfo ante el Castellón

El mediapunta ha transformado en alabanzas los pitos e insultos que tuvo que aguantar el curso pasado

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Kike Márquez recibe las instrucciones de Iván Ania durante el Córdoba CF - Castellón.
Kike Márquez recibe las instrucciones de Iván Ania durante el Córdoba CF - Castellón. / Juan Ayala

Si el Córdoba CF actual, que camina con paso firme en Primera Federación trazando una clara trayectoria ascendente, poco se parece al del inicio de la temporada, hay un futbolista en sus filas que ha vivido en sus propias carnes una transformación similar, pasando de ser prácticamente repudiado por su afición a ganarse el favor de la grada y ser reconocido como el líder del equipo. Es Kike Márquez, uno de los grandes protagonistas de la victoria de su equipo ante el Castellón que ha terminado por disparar la ilusión entre la parroquia blanquiverde.

Tras el partido, Márquez bromeó en la rueda de prensa cuando fue cuestionado por esa unánime ovación que se llevó de El Arcángel, en su noche más feliz en el feudo blanquiverde, la primera, como él mismo reconoció. Y es que para el de Sanlúcar de Barrameda su primer año y medio en el conjunto cordobesista no ha sido nada sencillo. Reclutado el curso pasado como uno de los grandes nombres del CCF para la Primera Federación, su estreno resultó decepcionante y terminó de la peor manera posible con un enfrentamiento abierto con ciertos sectores de la afición que desembocaron en abucheos constantes y hasta insultos durante los últimos partidos que el Córdoba disputó el curso pasado como local.

Esa primera temporada de Kike Márquez en El Arcángel fue todo un terremoto de emociones. El sanluqueño arrancó bien, haciendo goles y siendo importante para Germán Crespo, pero pronto empezó a perder protagonismo dentro de esas rotaciones del técnico granadino, a menudo aleatorias y sin la justificación del rendimiento. Una forma de actuar que en el veterano futbolista no caló especialmente bien, hasta el punto de hacer palpable con el avance de la temporada que la relación entre jugadores y técnico no era la más idónea.

Una mala temporada en lo personal y el desastroso final del equipo fueron dos elementos que juntos estuvieron a punto de hacer que la etapa de Kike Márquez en El Arcángel acabase mucho antes de lo previsto. A estas alturas no es ningún secreto que el mediapunta estuvo más fuera que dentro del club el pasado verano, hasta que el club concretó el fichaje de Iván Ania y una llamada del técnico asturiano cambió la situación. El atacante recibió el refrendo y la confianza del que iba a ser su nuevo entrenador, empeñado desde el primer momento en contar con un futbolista al que siempre ha defendido como diferencial dentro de la Primera Federación.

El club, por su parte, también redobló su apuesta en un todo o nada de incierto pronóstico. Lejos de buscar una salida pactada, Kike Márquez ganó peso y galones en el nuevo vestuario, que semanas más tarde corroboró ese extremo eligiendo al de Sanlúcar de Barrameda como primer capitán. Con el brazalete en su poder y sabiéndose respetado por sus compañeros, el veterano futbolista dio también ese paso al frente tan necesario para mostrar un talante radicalmente opuesto al que se le vio en el tramo final del curso anterior.

Las dudas del inicio

Pese a todo, este primer tramo de la temporada no ha sido nada sencillo para Kike Márquez. El inicio de liga volvió a ser bueno, con goles e importancia dentro del equipo. Una tónica que se rompió con hasta dos expulsiones por roja directa que volvieron a colocar en el disparadero a un futbolista que todavía no había sido capaz de acallar las voces críticas hacia su persona que salían desde su propia afición.

De esos interrogantes salió Kike con trabajo y el respaldo de su técnico, un Iván Ania que lejos de dudar sobre su importancia en el equipo le ha dado los galones de titular indiscutible en todos los partidos en que ha estado disponible. Con ese respaldo, y entendiendo a la perfección las características que hacen del jugador gaditano un hombre diferencial en Primera Federación, el rendimiento del capitán blanquiverde no se ha hecho esperar demasiado.

Camino del ecuador del curso, Kike Márquez ya ha hecho cuatro goles y ha repartido dos asistencias, las mismas que dio en todo el curso pasado. En lo que a dianas se refiere, está a solo dos de igualar sus registros en el primer ejercicio con el Córdoba. Pero más allá de los números, su importancia en el equipo ahora sí es capital, exactamente la que la dirección deportiva imaginó cuando concretó su fichaje.

Todo ese viento de cola ha permitido al veterano futbolista ganarse por fin el favor de la afición blanquiverde, algo que como él mismo reconoce le ha costado un mundo. Año y medio después de su llegada al club, Márquez vive ahora su mejor momento como cordobesista, tras completar una pirueta que le ha llevado de ser repudiado por la grada a salir prácticamente en hombros de El Arcángel. Y es que en el fútbol tan solo unos meses dan para mucho.

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