Manuel Mosquera toma el mando en el Córdoba CF: así es el nuevo técnico blanquiverde

El Córdoba CF abre este martes una nueva etapa con Manuel Mosquera al frente de su banquillo que apunta a ser corta (ocho partidos) pero también intensa, pues el éxito o fracaso de la temporada para la entidad blanquiverde depende en buena medida de lo que sea capaz de hacer en estos dos meses que tiene por delante el preparador gallego. El coruñés llega a El Arcángel con el reto de meter al conjunto cordobesista en la lucha por el ascenso, para lo que tendrá que firmar unos números sobresalientes en las ocho citas que afrontará.

La llegada de Manuel Mosquera al Córdoba supone de entrada una ruptura de estilo en cuanto a los preceptos futbolísticos de Germán Crespo. Si el granadino apostaba por un juego valiente y ofensivo, basado en la velocidad y la verticalidad como armas para tratar de hacer un gol más que el rival, el gallego se encuentra en el extremo opuesto.

De sus etapas en el Talavera y el Extremadura se deduce rápidamente que Mosquera se siente más cómodo cuando los partidos se mueven en marcadores más cortos. La prioridad para el nuevo técnico blanquiverde es que su equipo se construya desde la solidez defensiva y, a partir de conseguir ser fiable atrás, intenta rentabilizar al máximo el talento en ataque del que pueda disponer. Por ello, la portería a cero pasará a ser el objetivo número uno del conjunto blanquiverde a partir de ahora, más allá de que en ataque también habrá que buscar rendimiento, pues el CCF necesita sumar de tres en tres si quiere recuperar un puesto en la zona noble de la clasificación.

Más que un entrenador con carácter defensivo, Mosquera en un técnico que apuesta por la rigurosidad táctica de los suyos, aunque en ataque sus equipos también tienen vía libre para explotar el talento. Los esquemas de juego que más suele emplear sí son similares a los que venía trabajando el Córdoba CF con Germán Crespo. De base, el gallego utiliza casi siempre el 4-2-3-1, con una variante clara que supone el pasar a jugar con doble referencia en el área rival (4-4-2). Dado el poco tiempo que tendrá para trabajar conceptos, y teniendo en cuenta que los jugadores del plantel blanquiverde tienen bastante interiorizados esos dibujos, es de esperar que Mosquera empiece por ahí a construir su equipo.

El propio entrenador coruñés reconocía en una de sus entrevistas más recientes, concedida a La Voz de Galicia -medio para el que realizaba esta temporada los análisis del rival del Deportivo de La Coruña- que su referente en los banquillos es Josu Ortuondo, veterano técnico con pasado en el Córdoba CF en la temporada 2002-03. Con el vasco vivió una época dorada en el Extremadura, algo que no olvida pese a haber tenido en su etapa de futbolista a otros entrenadores de peso como Rafa Benítez, Arsenio Iglesias o Fernando Vázquez.

La relación con el futbolista

Pero más allá del estilo futbolístico, que quedará plasmado sobre el césped en las próximas semanas, Manuel Mosquera ofrece también un perfil distinto al de Germán Crespo a la hora de gestionar su relación con los futbolistas. Un aspecto que puede parecer secundario pero que es realmente fundamental. Mucho más en una situación tan delicada como la que tiene el Córdoba ahora.

"Digamos que de partida siempre cuido mucho a la persona antes que al futbolista. Creo que es muy importante para que esa relación jugador-entrenador-exigencia funcione bien", comentaba el propio Manuel Mosquera en la citada entrevista sobre su forma de tratar con los futbolistas.

Los que conocen al coruñés hablan de un entrenador bastante directo en el trato humano y que tiene un carácter fuerte que puede ayudar en situaciones complicadas como la que se encontrará en el Córdoba. Esa faceta será tan importante o más que la táctica para intentar recuperar el ánimo de los futbolistas del conjunto blanquiverde. En el vestuario de El Arcángel, de partida, contará con dos viejos conocidos como Kike Márquez y Willy Ledesma, con los que coincidió en el Extremadura y con los que guarda una cercana relación.