La RFEF concreta los detalles del control económico que pretende para la Primera Federación
Córdoba CF
El Córdoba CF y resto de clubes tendrán que votar en 48 horas el nuevo modelo que regirá la competición
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La Real Federación Española de Fútbol ha dado 48 horas a los clubes de la Primera Federación, entre ellos el Córdoba CF, para una votación en la que se decidirá el modelo de gestión hacia el que camina la tercera categoría del fútbol español. El ente federativo ha concretado además las líneas maestras del control económico a los clubes que pretende implantar de cara a próximas temporadas y cuya aprobación permitiría seguir por el modelo actual de la Primera Federación. En caso contrario, la RFEF avisa de que estudiará otras formas de organizar la competición.
En una carta enviada a los clubes que se ha hecho pública por diferentes vías en las redes sociales, la Real Federación Española de Fútbol sienta las primeras bases de ese control económico que aspira a implantar en futuras temporadas para hacer sostenible una categoría que está generando importantes déficits en las cuentas de muchos de los 40 equipos que la integran.
Aunque el modelo de ese control económico se encuentra en una fase muy inicial y necesitaría de un amplio desarrollo, a grosso modo la Federación ha lanzado una serie de premisas que tendrían que acatar los equipos. La RFEF obligaría a las entidades que quieran competir en Primera Federación a presentar los datos económicos auditados de las dos temporadas anteriores. Además, las entidades deben adoptar medidas que garanticen el pago de los salarios a los deportistas y trabajadores del club, así como los compromisos con la Seguridad Social y Hacienda.
Estima la Federación también que será necesario introducir mecanismos para evitar que los clubes sigan generando deuda y para que la ya generada se vea reducida de manera paulatina y mediante el cumplimiento de unos plazos de pago. Cada club, en función de su volumen presupuestario, podría asumir un máximo de deuda que no debería superar para seguir compitiendo en Primera Federación.
En su afán por que los clubes no agranden el agujero en sus cuentas, la licencia de competición en Primera RFEF iría ligada a que los clubes puedan demostrar en sus dos últimos ejercicios que no arrastran déficit. Eso sí, en caso de presentarlo, es posible obtener el beneplácito para competir siempre y cuando los propietarios o inversores de esos clubes avalen la deuda.
La RFEF, además, cree necesario la introducción de mecanismos que regulen unos límites salariales con el fin de que los clubes no se comprometan al pago de ciertas cantidades a los futbolistas que están por encima de su capacidad, con el consiguiente agujero que esas operaciones terminan generando en los presupuestos de las entidades deportivas.
¿Vuelta a la antigua Segunda B?
Esas premisas básicas son las que el organismo que preside Luis Rubiales pretende implementar dentro de ese deseado control económico de la Primera Federación. La RFEF abre ahora un plazo de 48 horas para que los 40 clubes que pertenecen a la categoría se posicionen a favor o en contra de esas premisas presentadas en una votación a través de comunicación interna vía correo electrónico. En caso de que los equipos respalden esas propuestas, la Federación comenzará a trabajar de inmediato con el fin de introducir lo antes posible esos mecanismos de control económico.
Si por el contrario la mayoría simple de los clubes se posiciona en contra de esa propuesta, la Federación avisa de que "se reunirán los órganos competentes de acuerdo con los estatutos de la RFEF para adoptar las decisiones oportunas en cuanto a viabilidad y estructuración del conjunto de las competiciones oficiales no profesionales de la RFEF".
Es decir, si los 40 equipos de Primera Federación se niegan a aceptar las reglas del control económico, la RFEF abre la puerta a un cambio de modelo en la competición que podría ir desde el número de equipos participantes en la tercera categoría del fútbol español, a la confección y el número de los grupos que compongan la competición. Una puerta abierta a volver al modelo anterior de la tercera categoría, en la que competían 80 equipos divididos en cuatro grupos, o una variante similar.
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