Sergi Guardiola, la "bandera" del nuevo Córdoba

córdoba c.f.

En una maniobra genial, el club blanquiverde amplía tres años más su vinculación con el ariete, hasta junio de 2022, multiplicando su cláusula de rescisión

Hay ya contactos con Pawel, además de Aguado y Sebas

Guardiola, junto a Oliver, durante el acto oficial de su ampliación de contrato. / Jordi Vidal
Cisco López

14 de marzo 2018 - 02:33

Córdoba/El Córdoba dio ayer un golpe de efecto brutal, para su presente y para su futuro, con la ampliación por tres años más, hasta junio de 2022, del contrato del goleador Sergi Guardiola, autor de 18 tantos en lo que va de temporada. El delantero, que ya suscitó interés el pasado mes de enero de distintos clubes de superior categoría, pasa ahora a tener una cláusula de rescisión de 15 millones de euros, cuando antes apenas se acercaba a los seis (2,5 en caso de caer a Segunda B). "Es el jugador franquicia, en enero quedaba libre para negociar y era una prioridad renovarle porque había muchísimos equipos pendientes de él", comentó agradecido Luis Oliver, que considera al delantero "la primera piedra de este gran proyecto que va a ser el Córdoba en los próximos cinco años". Ahora, los esfuerzos del director general deportivo se centrarán en conseguir lo mismo con Pawel Kieszek, que termina su vinculación el próximo 30 de junio, y en cuidar a dos de las perlas de la formación: el villaduqueño Sebas Moyano, que también acaba contrato, y el jienense Álvaro Aguado, ya uno más de la primera plantilla a todos los efectos menos en sueldo, con los que ya hay contactos.

Con el cordobesismo en ebullición por la reacción experimentada por el equipo en las últimas semanas, que ha acercado la permanencia a siete puntos, el Córdoba lanzó ayer un mensaje atando a su futbolista más determinante esta campaña. Un movimiento rápido y sorpresivo que "es bueno para todo el mundo e indicativo de que la plantilla cree que vamos a salvarnos", en palabras de Oliver. Guardiola llegó sin hacer ruido el pasado verano tras ser cortado por el Granada después de dos cesiones al Adelaide United, de la Liga A de Australia, y al Murcia, de Segunda B, y en apenas unos meses es el segundo máximo goleador de la categoría de plata. Con 16 tantos en 28 partidos (2.411 minutos) de Liga y un par de ellos más en la Copa al Lorca que le sirvieron para abrir su cuenta y ganarse un rol de titular, el jumillano está en disposición de pulverizar los registros del último gran killer cordobesista, el rumano Florin Andone (21), traspasado por 4,7 millones al Deportivo en verano de 2016, y ya está a sólo uno de Borja García (Girona).

"Antes, si bajábamos, se iba por un bocadillo de mortadela", dijo Oliver en defensa del patrimonio

Y esos números, como no puede ser de otra manera, ya lo han situado en la agenda de muchos clubes de superior categoría. En enero ya hubo interés, que no ofertas, de alguno de ellos, que ya saben cuál es el compromiso de Sergi Guardiola con el Córdoba, al que se le abre un horizonte buenísimo, en lo deportivo o en lo económico, algo en lo que influirá sobremanera cuál sea el desenlace del ejercicio. "Es un mensaje para decir que el proyecto va en serio. Y, si se va, al menos que deje un dinero importante, ya que antes si bajábamos se iba por un bocadillo de mortadela; hemos protegido el patrimonio del club", argumentó el director general.

Pero con el optimismo por bandera para lograr el objetivo, el club ya prepara más movimientos para dar forma a su proyecto a medio plazo. "Ahora vamos a hablar con futbolistas que consideramos importantes para el futuro, pero el primero debía ser Sergi porque es un jugador muy atractivo deportivamente, porque tiene gol y el gol se cotiza mucho, cada día había más interés por muchos clubes y había que proteger el patrimonio del club", señaló Oliver, que abrió una ventana sobre los cambios que quiere introducir dentro de un plantel en el que cree que "hay salarios muy desproporcionados que vamos a igualar; el cobro vamos a hacerlo en función del rendimiento, porque hay algunos con un rendimiento muy alto que cobran poco, y otros con muy poco rendimiento que cobran mucho".

De salida, dejando al margen los contactos con Sebas Moyano que ya anunció hace diez días el adjunto a la dirección deportiva, López Ramos, en la mesa de Luis Oliver hay al menos dos jugadores preferentes: Pawel y Álvao Aguado. El portero polaco termina contrato y, visto su notable rendimiento, ya se han producido los primeros movimientos para su renovación, en lo que sería el segundo golpe de efecto seguido en este tramo final del campeonato. Por su parte, con el volante, con vinculación hasta 2020 tras firmar el pasado verano para el filial y con cláusula de 2-3 millones de euros, el plan es mejorar sus emolumentos ya que ha dado el salto al primer equipo.

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