El Arcángel cumple años en manos del Córdoba CF pero conservando sus problemas endémicos
Córdoba CF
Este jueves 7 de noviembre se cumplen 31 años del primer partido en un feudo blanquiverde con mucho por hacer
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Córdoba/El Córdoba CF está de celebración este jueves 7 de noviembre. El Arcángel cumple 31 años. Tal día como hoy, el feudo blanquiverde acogió su primer partido, un duelo ante el Recreativo de Huelva que abrió una nueva etapa en el fútbol de la ciudad y especialmente en el club cordobesista. Un CCF que desde el pasado mes de julio, y por primera vez desde que el estadio se construyó, cuenta ya con una cesión reglada que le permitió abandonar la ocupación en precario de la instalación, pero que todavía no ha puesto los medios necesarios para que su estadio deje atrás los problemas endémicos que han marcado sus tres décadas de existencia.
Y es que, ninguno de los asistentes a El Arcángel para presenciar en directo el Córdoba CF - Recreativo de Huelva (partido de la entonces tercera categoría del fútbol español, la Segunda B) con el que se inauguró el feudo blanquiverde podrían sospechar ni por asomo que, más de 30 años después, el estadio seguiría ofreciendo un aspecto de obra inacabada y acarreando enormes deficiencias que deslucen de manera bastante notoria la experiencia de acudir a ver en vivo los partidos del Córdoba CF.
En lo que a su aspecto se refiere, El Arcángel sigue ofreciendo una vista indeseada a la A-4, una de las principales autovías del país que a su paso por Córdoba se topa con una fachada exterior de Preferencia en la que lucen andamios y puntales. Para paliar esa nefasta imagen, y cumpliendo así con una reivindicación histórica del cordobesismo, el Ayuntamiento de Córdoba anunció hace unos meses que en sus presupuestos para el año 2025 ha reservado una partida económica que irá destinada al cierre exterior de El Arcángel. Una obra que se acometerá con dinero público, pese a que el Córdoba CF ya dispone desde el pasado mes de julio de la cesión de la instalación.
Sin embargo, la imagen exterior de El Arcángel no es el mayor de los problemas que arrastra, a pesar de lo llamativo que resulta. La grada de Tribuna, la única que queda del anterior recinto, es un compendio de deficiencias que concentra las queja de los aficionados semana tras semana durante los meses en que se desarrolla la competición futbolística. Accesos escasos y obsoletos, goteras que aparecen de manera perenne cada vez que llega el mal tiempo y unos aseos en un estado de abandono lamentable suelen los elementos que centran las reclamaciones de los usuarios.
Y es que en 31 años de existencia, la transformación de El Arcángel ha sido más interna que externa, especialmente en esa Tribuna. El salto a Primera División del equipo en 2014 llevó al club, entonces presidido por Carlos González, a acometer una serie de adecuaciones y reformas en el principal y anticuado graderío del estadio. Todas ellas iban encaminadas a cumplir con los requisitos de LaLiga, un organismo que por aquel entonces ya empezaba a tomarse muy en serio el cumplimiento de unos mínimos estándares de calidad en los estadios de sus equipos y que una década más tarde tiene ya ampliamente desarrollado ese catálogo de exigencias, muchas de las cuales el CCF tendrá que cumplir a corto plazo, después de la moratoria con la que cuenta en su primer año de reingreso en el fútbol profesional.
El club hizo este verano ligeros retoques y el reciente paso de la selección española por Córdoba sirvió para que El Arcángel recibiera un lavado de cara que dejó, por ejemplo, la instalación de unos nuevos focos LED que han mejorado de manera notoria la escasa iluminación que ofrece la obsoleta instalación eléctrica. Una faceta que todavía no colma las exigencias de LaLiga pero que ha sido, al menos, parcheada.
Mientras tanto, el cordobesismo sigue padeciendo los rigores de un estadio que hace 31 años vivió su primer partido oficial con la esperanza de ver culminada su obra en unos años y que todavía arrastra vestigios de esa época a la vista de cualquier usuario, como el amasijo de hierros de forja que sobresalente en la inexistente unión entre la Tribuna y el Fondo Sur. Estampas de otra época a las que los abonados del Córdoba CF se han acostumbrado, sin perder la esperanza en que ahora que su club ya cuenta con un título que le acredita como usuario del estadio las eternas promesas empiecen a cobrar forma de hechos para que la experiencia de vivir un partido de fútbol en El Arcángel sea algo más agradable y, lo que es más importante, segura para cualquier ciudadano.
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