El Arcángel se rinde a la selección: "Que vuelvan pronto, Córdoba se lo merece"

España - Serbia

El feudo blanquiverde registra un lleno histórico en el primer partido oficial de España en la ciudad, 23 años después de aquel inolvidable amistoso ante Japón

Las mejores fotos del ambiente en el España - Serbia de El Arcángel, en Córdoba

Aficionados de España en la grada de El Arcángel para seguir en directo el España - Serbia. / Juan Ayala

Córdoba/El España - Serbia de la Liga de Naciones era más que un partido para Córdoba y El Arcángel. La Real Federación Española de Fútbol cumplió al fin con una deuda histórica con la ciudad y con su estadio, que nunca antes había acogido un partido internacional del combinado masculino absoluto español, mientras otras urbes bastante similares a Córdoba han contado con el favor federativo en incontables ocasiones durante las últimas décadas, sin que el público cordobés pudiera cumplir con el anhelo de ver a la Roja en directo. La cita, por tanto, no era cualquier cosa y El Arcángel estuvo a la altura de las circunstancias.

Hasta este 15 de octubre que quedará marcado en la historia del deporte en la ciudad, Córdoba solo había recibido a la selección española absoluta en una ocasión, con motivo de aquel inolvidable aunque poco lucido amistoso que España disputó ante Japón en abril de 2001, entonces con José Antonio Camacho en el banquillo y con el equipo español camino de disputar el Mundial de Corea y Japón en el verano de 2002.

Manolo el del bombo, junto a un grupo de seguidores de España en la previa del España - Serbia en Córdoba. / Juan Ayala

Mucho ha llovido desde entonces para Córdoba y su estadio, que en las dos últimas décadas se ha tenido que conformar con el premio de consolación que han supuesto un par de partidos de la selección masculina sub 21 y la presencia de la España femenina campeona del Mundo, justo antes y también después de conseguir ese tremendo éxito para el fútbol femenino español. Aquellos encuentros sembraron la semilla de lo que la afición cordobesa llevaba mucho tiempo esperando y, aunque las circunstancias de lesiones y contratiempos en el equipo español restaron brillo a la convocatoria, lo cierto es que poco importó la composición del grupo para que Córdoba se volcase con el equipo de todos.

Tampoco el rival, una Serbia lejos de sus momentos más dorados en el fútbol continental, supuso un freno al lleno absoluto de El Arcángel, con una afición deseosa de mostrarse a la altura de las grandes citas deportivas y que se entregó, abnegada y generosa, a los chicos de Luis de la Fuente.

El lavado de cara de El Arcángel

Más allá del evidente tirón del partido y del componente histórico de esta visita de España a Córdoba, el paso de la selección por El Arcángel sirvió también para que el estadio del Córdoba CF experimentase un lavado de cara superficial pero importante. Al menos, un maquillaje somero, que bien saben los habituales de la grada de Tribuna que esos accesos a su asiento o los lavabos que deben utilizar en su grada están muy lejos de ese estadio que "no tiene nada que envidiar a los de Primera División" con el que algunos políticos se llenan la boca, mostrando -en el mejor de los casos- un desconocimiento propio del que en el descanso de los partidos acude al servicio del antepalco o la Zona VIP y no donde cualquier hijo de vecino se las tiene que ingeniar para aliviarse sin apenas luz, con urinarios eternamente fuera de servicio y azulejos descolgados desde hace décadas.

Ni en esas indecorosas tripas que los abonados del Córdoba CF conocen bien, ni en la eterna inacabada fachada exterior de Preferencia se notó el paso de la selección española por la ciudad. Eso sí, el España - Serbia dejará en El Arcángel detalles no menos importantes, como una iluminación un poquito más acorde a la exigida por el fútbol profesional y un adecentamiento general de las instalaciones que durará lo que dure, pero que el estadio llevaba años demandando.

Los equipos de España y Serbia forman en El Arcángel antes de empezar el partido. / Juan Ayala

Con todas sus deficiencias e imperfecciones, a El Arcángel hay que reconocerle esa magia de parecer (y ser) el estadio más feo del mundo desde fuera y convertirse en un feudo que embruja y enamora de puertas para dentro. Un recinto coqueto, con una asimetría en sus gradas que recuerda a otro tiempo, pero en el que se respira fútbol verdadero. Uno de esos estadios que cuentan con una acústica especial que no compra ni todo el dinero del mundo y que no necesita de terrenos de juego retráctiles, de aislamientos ni cierres, para latir cual bombonera cuando se llena hasta la bandera.

En la grada de Tribuna, antes del comienzo del partido y en el descanso, la principal comidilla entre los aficionados era ese aspecto remozado de El Arcángel, henchido de cierto glamour con las lonas de la Real Federación Española de Fútbol y las banderas de UEFA y FIFA. Una imagen impensable hasta no hace mucho, cuando desde Las Rozas se ninguneaba a Córdoba una y otra vez a la hora de organizar eventos de este tipo. Por eso, hubo quien con cierta sorna abandonaba el estadio bromeando entre amigos: "Ea, pues hasta dentro de otros 20 años". "No hombre no, qué dices, ¿no has visto cómo estaba esto hoy? Que vuelvan pronto, Córdoba se lo merece", le contestó al instante uno de sus acompañantes. Con ese deseo, el de no tener que esperar más de 20 años para volverla a ver, se despidió Córdoba de la selección española.

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