¡El Córdoba CF logra el ascenso a Primera RFEF!
Córdoba CF
Los blanquiverdes consiguen matemáticamente su objetivo cuatro jornadas antes del final de la liga
La derrota del Cacereño en Villanueva de la Serena depara el ascenso del CCF en el descanso de su partido
Las imágenes de la celebración del ascenso del Córdoba CF en pleno partido en Mérida
Un paso más cerca de volver al lugar que le corresponde. ¡El Córdoba CF ya es equipo de Primera RFEF! Los blanquiverdes han logrado dejar este Sábado Santo marcado en su historia como el día del adiós a la Segunda RFEF, un pozo al que el equipo blanquiverde cayó al finalizar el curso pasado, el 9 de mayo de 2021, certificando por aquel entonces uno de los fracasos más sonados de su historia. Poco menos de un año después, el trabajo sobresaliente del club, el cuerpo técnico y los jugadores devuelve a la entidad cordobesista a un escalón digno y más cercano a ese fútbol profesional que sigue siendo el lugar al que pertenece un club ambicioso, que considera este ascenso simplemente como el primer paso dentro de un proyecto que debe traer más y mejores alegrías para el cordobesismo.
La confirmación del éxito no necesitó ni siquiera de ver terminar el partido de Mérida. La derrota del Cacereño en el feudo del Villanovense permitió a los blanquiverdes celebrar el ascenso en el descanso, todavía en el vestuario del Romano José Fouto. Una manera extraña de ascender, que quedará como anécdota después de una temporada espectacular y que desató la euforia entre los desplazados.
Porque mientras llegan esas cotas mayores, el gran curso que ha llevado a cabo el equipo blanquiverde bien se merece una celebración. El Córdoba estaba llamado a pelear por el ascenso directo sin necesidad de disputar las eliminatorias de ascenso, pero lo cierto es que su rendimiento ha sido de sobresaliente desde el primer momento. Ya en aquella lejana primera jornada, que llevó al CCF hasta Jerez de la Frontera, los de Germán Crespo demostraron con una goleada espectacular (1-5) que no estaban dispuestos a alargar más de lo debido la agonía de un club tan grande por la cuarta categoría del fútbol nacional.
Aquel partido en Chapín fue la constatación de que el Córdoba había cogido la senda adecuada para recuperar el terreno perdido, pero en realidad el trabajo para reconducir la complicada situación deportiva del club empezó mucho antes. El descenso a Segunda RFEF puso a prueba el proyecto de Infinity. Los propietarios de la entidad, después de semanas de muchas dudas, apostaron por la continuidad y ahí el CCF dio el primer paso para volver.
La dirección deportiva diseñó una plantilla compensada, corrigiendo los groseros errores del verano anterior, y con una idea común muy clara: solo valía el ascenso y había que lograrlo por la vía del campeón. Los jugadores que llegaron y los pocos que permanecieron aceptaron rápidamente el reto, liderados por un Germán Crespo que ha sido también uno de los grandes artífices de este éxito.
Un equipo ganador
Con el técnico granadino a los mandos, el Córdoba se ha convertido en un equipo ganador, un bloque compacto y ambicioso que va a buscar los partidos sin especular con el resultado y que tiene presente una máxima que últimamente parece en retroceso: el fútbol es por y para los aficionados, y bajo esa premisa es conveniente hacerlos vibrar que no matarlos de aburrimiento, algo que tristemente han sufrido los seguidores blanquiverdes con demasiada frecuencia en las últimas temporadas.
Tan balsámica ha resultado la temporada en Segunda RFEF que se puede decir sin que suene a tópico que el Córdoba ha aprovechado un paso atrás para dar dos adelante. Los blanquiverdes han tardado un año más de lo esperado en alcanzar la Primera RFEF, pero lo hacen con mucha más fuerza, con un equipo asentado al que habrá que retocar -no construir de nuevo- y con una masa social convencida de que el proyecto de Infinity puede deparar muchas alegrías. El éxito de la campaña de abonados y las grandes entradas que se han visto en El Arcángel durante el curso dejan bien a las claras que el CCF ha recuperado a su gente y es ahora más fuerte que hace un año.
Mucha culpa de esa simbiosis entre equipo y afición la tiene lo sucedido en casa. El Arcángel ha sido el gran bastión de un Córdoba arrollador. Los blanquiverdes han ganado, además con bastante solvencia, los 15 partidos que han disputado ante su público. En total, 45 de sus 72 puntos han llegado en el feudo blanquiverde, con la escandalosa cifra de 49 goles a favor y solo nueve en contra. Una vez sellado el objetivo del ascenso, acabar con pleno de 17 victorias como local es otro de esos pequeños retos que tienen por delante Germán Crespo y sus jugadores en este final de temporada. Una meta secundaria pero a la que no están dispuestos a renunciar.
En el momento más bajo de su historia, el Córdoba CF ha conseguido rearmarse para volver a ilusionar a su gente y dibujar un presente alentador y un futuro ilusionante. Muchos pensarán tras este ascenso que el Córdoba ya ha vuelto. En realidad, solo está un paso más cerca de volver. El reto es seguir escalando y recuperar de nuevo un sitio en el fútbol profesional. Por el camino marcado, ese objetivo llegará más pronto que tarde.
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