Infinity, cien días camino de la calma en el Córdoba CF
Córdoba CF
El grupo bahreiní ha logrado estabilizar el club social, económica y deportivamente desde su llegada
Por delante aún debe sortear muchos obstáculos en los juzgados, con la RFEF... y el terreno de juego
Los primeros cien días de cualquier mandato son un periodo especialmente significativo, al ser un plazo fundamental para fijar los cimientos del proyecto. Una efeméride que este sábado, 14 de marzo, cumplió el grupo Infinity Capital al frente del Córdoba CF, entidad a la que llegó el pasado 5 de diciembre mediante la adquisición de la Unidad Productiva de la SAD, ya entonces intervenida judicialmente tras la detención y posterior puesta en libertad del ex presidente Jesús León.
¿Qué ha cambiado desde entonces? La primera lectura que puede hacerse de estos algo más de tres meses bajo la dirección del grupo de capital bahreiní es que el club blanquiverde ha conseguido estabilizarse tanto social como económica y deportivamente gracias a los pasos dados, todavía insuficientes, para instalar la calma en torno a la institución. Y eso no es poco teniendo en cuenta que, a su llegada, el futuro era negrísimo, con la desaparición en el horizonte por el estado de quiebra de las cuentas.
Con todo, la transformación necesaria hoy sigue sin ser completa, dado que la actual propiedad debe sortear aún muchos obstáculos, unos de manera directa y otros indirecta, tanto en los juzgados como con Real Federación Española de Fútbol... y en el terreno de juego, todos de alguna forma relacionados entre sí. Pero eso será, como tantas otras cosas, cuando pase la crisis del coronavirus que, al menos durante lo que resta de mes de marzo, tendrá paralizado a todo el mundo del deporte.
El ruido que provocó el desembarco de Infinity, por el fondo y por la forma, se ha ido minimizando con el paso de las semanas. La normalidad devuelta a todos los trabajadores de la entidad, profesionales y no del balón, supuso desde el principio el cambio más significativo y plausible, al ver recuperados todos los numerosos atrasos económicos sufridos durante meses. Ese fue el primer gran incendio que la nueva propiedad tuvo que apagar, tal y como se comprometió ante el juez.
Y de la mano, han venido más. El Arcángel, ante la amenaza de despoblamiento de los encuentros finales de la etapa de Jesús León por el hastío provocado por su mala gestión –el último informe de la administración judicial enumera numerosas irregularidades del montoreño y su antecesor en el cargo, Carlos González–, ha ido poco a poco recuperando las ganas de fútbol, ayudado en parte por la reacción, inconclusa, de un equipo que mantiene todas las opciones de pelear por el ascenso.
El objetivo del ascenso sigue latente
Un objetivo, deportivo, que Infinity ha confiado esta misma semana a Juan Sabas, tras optar por la destitución de Raúl Agné por una mala racha de tres jornadas sin ganar, con dos derrotas seguidas en casa, y fundamentalmente por una pésima imagen en esos dos últimos compromisos de local. El play off está a sólo dos puntos y, con diez partidos, que habrá que ver cuándo se juegan (si lo hacen) todavía por delante, nada está ni mucho menos perdido.
Es lo que la sociedad intentó durante el mes de enero, cuando agitó más de lo previsto la plantilla, días después de haber dado también un giro a su parcela técnica. La llegada de Valenzuela y Juanito para completar la dirección deportiva provocará, más pronto que tarde, también la salida de Alfonso Serrano, eliminando prácticamente al completo todo la herencia recibida... que no se queda sólo en el campo.
Porque entre las dudas que aún debe sortear Infinity, hay muchas que tienen que ver con el pasado del Córdoba. La primera afecta directamente a la adquisición de la Unidad Productiva, operación pionera en el fútbol español, avalada por un magistrado... que ahora ha sido recusado. Queda por ver qué postura toma su sustituto, cuando sea nombrado, aunque la Audiencia Provincial, en su auto, no puso ni un pero a la argumentación legal.
A la espera del nombramiento de un nuevo juez
No es lo que piensan, lógicamente, actores ahora secundarios pero con intención de volver a ser protagonistas como Carlos González, Luis Oliver, Jesús León y el resto de compañeros de viaje. De sus reclamaciones salió esta última medida que tiene paralizado el concurso de acreedores en curso y abrió un nuevo horizonte que tendrá que ser cerrado de una u otra forma. ¿Seguirá todo como hasta ahora? ¿Tumbará todo el proceso el nuevo juez? Preguntas a la espera de respuesta.
Porque de lo que salga de esa decisión judicial tendrá mucho que ver la postura final de la RFEF, que está a la espera de acontecimientos para mostrar su parecer en todo esto. Pese a su adhesión a la recusación, en Infinity mantienen su plena confianza en que el auto judicial es soporte más que suficiente para que la transacción completa del Córdoba CF SAD se lleve a cabo y el equipo blanquiverde pueda jugar la temporada próxima al menos en Segunda B... siempre que el coronavirus permita que la cifra de 100 días del grupo bahreiní al frente de la sociedad siga creciendo con el balón sobre el verde.
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