Las notas de los jugadores del Córdoba CF ante el Cádiz
Cádiz CF-Córdoba CF
El joven Andrés Martín fue de lo poco destacable de los blanquiverdes en el empate en Carranza
CARLOS ABAD No está para jugar. Transmite nerviosismo en todas sus intervenciones, con las manos y con los pies, y eso lo nota el equipo. Volvió a aparecer en la foto del gol rival, y eso es mala señal.
FERNÁNDEZ Exigido. Los extremos del Cádiz pasan por ser de los mejores de la categoría, pero con todo, el cordobés respondió medianamente bien. Estuvo más impreciso cuando le tocó subir al ataque, que no fue mucho.
MIGUEL FLAÑO Cuerpo a cuerpo. Se las vio con el gigantón Lekic y con dos puntas más móviles como Rennella y Jovanovic. Casi siempre salió airoso, aunque en más de una ocasión tuvo que exprimir su veteranía al máximo.
QUINTANILLA Autogol de chiste. Ya venía errando pases cómodos, sin exigencia alguna, pero lo del gol fue increíble. Primero regalando un córner y luego mandando a la red un despeje que parecía bastante cómodo.
ÁLEX MENÉNDEZ Preocupado. Teniendo enfrente a un avión como Salvi, el asturiano se esforzó por no sufrir en exceso en tareas defensivas. Apenas piso campo contrario, y atrás le costó mantener el tipo.
LUIS MUÑOZ Nublado. El malagueño repitió como mediocentro defensivo, en esta ocasión con la compañía de Bodiger. Estuvo más espeso, sobre todo con balón, y en la destrucción estuvo cerca de alguna pifia.
BODIGER Sin definición. Más gris que en anteriores citas, el francés erró algún que otro pase que propició la contra cadista. Para colmo, tuvo en sus botas el 1-2, pero su zurdazo murió en el poste de la meta local.
DE LAS CUEVAS Desaparecido. Tirado a la banda derecha, para dejar el sitio del centro a Andrés Martín, apareció menos que en otras ocasiones, y tampoco lo hizo con brillantez las veces que se dejó ver.
ANDRÉS MARTÍN Genialidad. Andrés Martín es de lo poco salvable de la lamentable temporada del Córdoba. El joven sevillano de Aguadulce no ha tenido más remedio que madurar y en todo un Carranza se echó toda la responsabilidad ofensiva del equipo, que a decir verdad tampoco tuvo un bagaje extraordinario. Pero las escasas apariciones, sobre todo cuando el marcador se puso en contra, nacieron de sus botas. Primero con una genialidad sobre la línea de fondo con asistencia final a Piovaccari para firmar el 1-1, y luego con otro pase par dejar solo ante Cifuentes a Bodiger, que se topó con el poste. Queda claro que cuanto más cerca del área juegue, mejor para él y, sobre todo, mejor para el CCF.
JAIME ROMERO A lo suyo. Tiene una guerra particular, en la que siempre busca la verticalidad, sea cual sea la situación, y no siempre eso beneficia al colectivo. Ante Rober Correa, se le vio lento.
PIOVACCARI Gol y poco más. Después de un partido en el que anduvo perdido en discusiones y guerras absurdas, metió la única ocasión que tuvo, haciendo bueno un pase de Andrés Martín con la testa.
ÁLVARO AGUADO Sin control. Tuvo un cuarto de hora, pero el partido ya estaba partido y eso no es lo que mejor le viene a su fútbol. Apareció por dentro, pero no pudo conectar con los puntas.
MANZAMBI A la carrera. En su vuelta al equipo tras el error letal ante el Málaga, el atacante se estrelló en más de una ocasión con el muro defensivo cadista saliendo casi siempre perdedor.
ALFARO. Sin tiempo. Fue el último cambio y entró para tirarse a la banda derecha, se dejó ver en una ocasión en el área, pero no pudo conectar el remate a un pase de Menéndez. Sin tiempo para más.
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