El Cartagena consuma su descenso a Primera Federación

Córdoba/El Cartagena tiene el triste honor de ser el primer equipo que confirma matemáticamente su descenso a Primera Federación. El conjunto departamental tenía que ganar en su visita al Almería para evitar que lo que hace meses que es un destino inevitable cobrase oficialidad. Y, como cabía esperar, no lo consiguió, al ser superado por el cudaro indálico. Con siete jornadas todavía por disputarse, el cuadro cartagenero dice adiós oficialmente a la Liga Hypermotion, en la que ha militado durante las últimas cinco temporadas.

En el año más desastroso que se recuerda en el Cartagena, su balance de resultados habla a las claras de los merecimientos del cuadro albinegro para cosechar este doloroso descenso. En 35 jornadas, los departamentales solo han sumado cuatro victorias y cinco empates, encajando hasta 26 derrotas, incluidos los dos partidos ante el Córdoba CF. En su casillero únicamente rezan 17 puntos y con 21 todavía en juego ya se han quedado sin opciones matemáticas de permanencia.

Lo cierto es que ya desde el pasado verano el Cartagena opositó fuerte para terminar cosechando la decepción que ya ha cobrado realidad. El club departamental arrancó el curso con una plantilla formada con muchos jugadores a préstamo y escasa experiencia en la categoría. Además, los malos resultados iniciales llevaron al club a despedir a Abelardo cuando apenas había transcurrido mes y medio de competición. Su sustituto, Jandro Castro, no fue capaz de cambiar la cara de un equipo que terminará el curso con su tercer entrenador, un Guillermo Fernández Romo que tampoco ha podido aportar soluciones que frenen la caída en picado del conjunto cartagenero.

Tras un lustro en la Segunda División, el Cartagena se ve abocado ahora a pensar en su futuro en Primera Federación, categoría que conocerá por primera vez y que hasta ahora había observado desde la comodidad del fútbol profesional. Pese a los problemas institucionales y económicos del club, el reto para los departamentales es proyectar su vuelta a la categoría de plata a corto o medio plazo, tratando de evitar que pasen tantas temporadas como necesitaron para su último ascenso, que llegó en 2019 después de ocho temporadas en Segunda División B.