El Córdoba CF culmina el adiós del 'clan' Vigueras

Córdoba CF

Las salidas de Jaime Romero, Carrillo y Josema dejan al CCF sin jugadores del último agente de cabecera de Carlos González

En la temporada 17-18, el Córdoba incorporó a cinco hombres de su agencia de futbolistas

Jaime Romero, en su puesta de largo con el Córdoba en el curso 17-18. / El Día

Las recientes salidas de Jaime Romero, Carrillo y Josema del Córdoba han finiquitado la influencia de Joaquín Vigueras en el club blanquiverde. El dueño de JV Sports se convirtió en el último agente de cabecera de Carlos González, práctica habitual del anterior propietario cordobesista a la hora de incorporar futbolistas. Una influencia que ha dejado en El Arcángel muchos más fiascos que beneficios, con la salvedad de Sergi Guardiola, curiosamente el futbolista que llegó con menos coste y el que más acabó rindiendo.

La estrecha relación que el Córdoba ha mantenido con Joaquín Vigueras en los últimos años empezó en el verano de 2017. En el que a la postre se convertiría en el último curso de Carlos González al frente de la entidad, la agencia de representación JV Sports tuvo un peso decisivo en la confección de la plantilla blanquiverde. Del amplio ramillete de futbolistas representados por Vigueras, a El Arcángel llegaron nada más y nada menos que cinco de una tacada. Por tres de ellos, Jona, Josema y Jaime Romero, el Córdoba tuvo que abonar traspasos al Albacete, el Almería y Osasuna, respectivamente. Una tripleta que se completó con las llegadas de Pinillos y Sergi Guardiola como agentes libres.

Especialmente sangrantes fueron los casos de Jona y Jaime Romero, las dos grandes apuestas del Córdoba para aquella temporada. El primero, pese a firmar una de las fichas más altas del plantel, nunca se adaptó y a los seis meses se marchó cedido al Cádiz. Este curso, Jona jugó en el Lugo hasta invierno, para finalmente rescindir su vinculación con el Córdoba y poner fin a una de las inversiones más ruinosas de la historia del club de El Arcángel.

A la par de ese mal negocio está el de Jaime Romero, que llegó desde Osasuna a cambio de medio millón de euros. A los seis meses, el extremo se marchó cedido al Lugo y este año ha completado el curso como blanquiverde con un rendimiento decepcionante, antes de rescindir su último año de vínculo.

En cuanto a rendimiento, peor incluso fue el caso de Pinillos, que tras solo seis meses en el club salió por la puerta de atrás para volver al fútbol inglés, desde el que había llegado de vuelta a El Arcángel.

Algo similar le sucedió a Josema, que apenas contó con protagonismo en su primera temporada en El Arcángel, para salir en la segunda hasta dos veces cedido, primero en el Sochaux y luego en el Nàstic de Tarragona. En su día, el Córdoba tuvo que hacer frente a un traspaso de unos 100.000 euros para fichar al zaguero del Almería, que hace escasas horas finalizó oficialmente su etapa como blanquiverde.

Guardiola, el único acierto

La única buena inversión del Córdoba con Vigueras fue la de Sergi Guardiola, que llegó como punta alternativo a Jona y acabó convirtiéndose en uno de los grandes artífices de la salvación de la pasada temporada. Tras llegar libre procedente del Murcia, el ariete logró 24 goles en 42 partidos con la camiseta blanquiverde, algo que le abrió de par en par las puertas de Primera División.

En el presente curso, el traspaso del jumillano debía ser la base para construir al nuevo Córdoba, pero la ruinosa operación de cesión al Getafe complicó la vida al club blanquiverde, que tuvo que remendar el entuerto en enero, vendiendo al jugador al Valladolid por una cifra cercana a los cuatro millones de euros.

La implicación de Vigueras en esa operación fue bastante importante. Para completar su aportación al conjunto cordobesista, el representante colocó en El Arcángel a Carrillo, que firmó por dos temporadas y media hace sólo cinco meses y que tras un rendimiento más que decepcionante ya se encuentra en Israel, enrolado en las filas del Hapoel Beer Sheva.

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