La afición pide la palabra

Córdoba CF

Las dudas, crecientes, sobre la gestión de Jesús León empujan a los colectivos a movilizarse

El partido ante el Nàstic, todavía sin fecha determinada, puede ejercer de primer gran juicio

Jesús León, durante su última comparecencia pública, junto a Alfredo García Amado. / Juan Ayala

"Está siendo una pesadilla, pero ya lo estamos viendo, se va a hacer muy largo". El mensaje que lanzó Rafa Navarro el domingo, a la finalización del partido ante el Zaragoza, seguramente iba con la intención de hacer referencia exclusivamente al equipo y las paradas que le restan para acabar la temporada, si bien su onda expansiva hará que vaya mucho más allá. La situación institucional y la gestión de Jesús León levantan cada día que pasa más dudas, lo que ya empieza a tocar la fibra sensible a un cordobesismo que no parece dispuesto a quedarse callado.

Después de que la semana pasada salieran a la luz detalles de la auditoría realizada por BDO Auditores sobre las cuentas del Córdoba, a iniciativa de LaLiga y el Consejo Superior de Deportes (CSD) -el club salió al paso con un comunicado-, y tras conocerse que el club negoció con los derechos de televisión y la posible –ya casi real– ayuda al descenso para tener liquidez ya el pasado octubre, según informó en su edición de ayer ABC Córdoba, las dudas sobre la situación financiera de la entidad han crecido en las últimas horas. Sobre todo por la cesión de los valores de la próximo campaña, ya que los del ejercicio en curso suelen ser usados por las diferentes instituciones como fórmula para obtener cash en el transcurso de la temporada.

Ante esta situación, y dado que al menos hasta que el descenso a Segunda B no esté consumado de manera matemática no se espera que haya manifestaciones públicas del presidente, diferentes colectivos de aficionados empiezan ya a movilizarse con el objetivo final de hacer público su malestar sobre la forma de llevar la entidad que está mostrando Jesús León, que en apenas unos meses ha dilapidado toda la confianza ganada con la milagrosa salvación conseguido en los primeros seis meses desde su llegada a la presidencia.

De esta manera, la primera fecha disponible para que la afición puede emitir su juicio será con la visita del Nàstic, prevista para el fin de semana del 18-19 de mayo, y que todavía no está fijada por LaLiga. Antes, el calendario ofrece el respiro del encuentro ante el Reus, retirado de la competición el pasado enero y que permitirá sumar tres puntos al conjunto blanquiverde después de cuatro partidos sin ganar, y el choque en el Estadio de Gran Canaria ante Las Palmas (domingo 12, 20:00) que se presenta como la primera posibilidad de que el descenso a Segunda B sea ya matemático.

Una concentración, una marcha y las habituales pitadas

Un hecho que puede echar más leña al fuego, aunque las semanas próximas seguro que siguen avivando la candela, para que la movilización de la afición tenga más fuerza. De momento, algunos colectivos ya han lanzado medidas que se realizaron durante la etapa de Carlos González al frente de la entidad, como una marcha desde Las Tendillas a El Arcángel o una concentración en las puertas del mismo estadio ribereño. Con todo, las más habituales y que ya se han visto en los últimos partidos serán las pitadas y cánticos durante el desarrollo de los partidos que Jesús León ha tenido que soportar desde el palco de autoridades. Y es que el cordobesismo, ante las dudas, ya ha pedido la palabra.

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