Al borde del colapso (1-2)
Córdoba CF - Balona | La Crónica
Koroma destapa todas las vergüenzas de los blanquiverdes, que se alejan cuatro puntos de su objetivo tras una desastrosa segunda parte
Las notas de los jugadores del Córdoba CF ante la Real Balompédica Linense
El desastre va cobrando forma. El Córdoba CF se asomó de lleno al abismo de la Segunda RFEF tras caer ante la Real Balompédica Linense en el duelo decisivo de la segunda fase, un encuentro en el que los tres puntos tenían una importancia capital. Tres puntos que los blanquiverdes tuvieron en la mano, y que volvieron a regalar en una despropósito de segunda parte, condenados por sus errores y por su incapacidad. Por una falta de calidad insultante para el coste de una plantilla que va camino de anclar al club en la cuarta categoría del fútbol español. Un plantel al mando de un técnico en el que ya nadie cree, que aguantó a duras penas el primer fracaso de la temporada y que tras este varapalo queda señalado, ya casi sin apoyo ni dentro ni fuera de la entidad.
El drama ante la Balona se vio venir durante una mala primera parte en la que el Córdoba fue incapaz de imponer su teórica -ya nadie se la cree- superioridad, ante un rival que aún así se empeñó en dar vida a los blanquiverdes. Pero el Córdoba, generoso con los rivales como pocos, devolvió la moneda y cuajó una segunda parte bochornosa, en la que se castigó con errores infantiles para después mostrar una incapacidad total y una falta de carácter alarmante.
Las ausencias de Mario Ortiz, que confirmó al inicio del partido a través de redes sociales su positivo por coronavirus, y Djetei llevaron a Alfaro a realizar dos cambios en el once inicial. Poca permuta para la que el técnico aragonés acostumbra, aunque significativa porque suponía colocar a Farrando como central y dar entrada a Álex Robles en el costado derecho. En la medular, Djak Traoré se hizo con el sitio libre junto a Xavi Molina.
Los primeros minutos del duelo ya dejaron bien a las claras por dónde se moverían ambos equipos. El Córdoba se vio rápidamente dueño del balón, más por el planteamiento del rival que por el propio. Y es que la Balona renunció a tenerla para juntar líneas de manera muy ordenada y tratar de salir con criterio después de cada recuperación. Un plan que no le salió mal del todo a Antonio Calderón, que consiguió que su equipo ahogara el fútbol blanquiverde, ya de por sí muy poco fluido una tarde más.
Las primeras aproximaciones las protagonizó el conjunto linense, con un Koroma siempre dispuesto a la escaramuza, echándose a su equipo a la espalda por la baja del goleador Pito Camacho, que se lesionó en el calentamiento. Por el bando local, Javi Flores se multiplicó en los primeros minutos tratando de dar sentido a la posesión de su equipo, casi siempre con errático resultado.
A falta de ideas claras por el centro, el equipo de Pablo Alfaro pasó a intentarlo por bandas. Sobre todo por la izquierda, desde donde Jesús Álvaro colgó un centro a los cinco minutos que Willy no alcanzó por poco, en la primera buena intentona del cuadro blanquiverde.
Pero lejos de verse impresionado por ese intento, el rival respondió con fiereza. En otra salida rápida por la izquierda, con Álex Robles a otra cosa, Alomerovic habilitó a Koroma, que desde el punto de penalti remató de volea para obligar a Isaac Becerra a lucirse y salvar el primer tanto. Acto seguido llegó la mejor ocasión también de los locales, en una nueva internada de Jesús Álvaro que recibió de Willy para soltar un zurdazo que puso en apuros a Nacho Miras.
El fútbol del Córdoba se construyó a base de arreones en ese tramo del partido, pues la Balompédica Linense minimizó bien los espacios, favorecida por el lento ritmo de los locales. Con todo, al cuarto de hora el partido pudo cambiar, cuando Javi Flores forzó una falta lejana que él mismo botó. Cuando todos esperaban el centro, el cordobés disparó directo y Nacho Miras cayó al tropezarse en su retroceso. El balón no cogió portería y se perdió mansamente justo al poste derecho de la meta visitante.
A pesar de esos intentos, la sensación de peligro era mayor en las salidas a la contra de la Balona, casi siempre con Alomerovic generando problemas a Álex Robles. Un centro del macedonio lo remató Chironi alto y a los pocos minutos de nuevo un envío en largo del zurdo no lo cazó de milagro Koroma, que ya había ganado la espalda de Manu Farrando.
El partido entró entonces en un tramo malísimo, de poco ritmo y con el Córdoba muy plano, a la par que una Balona poco ambiciosa. Apenas Javi Flores puso algo de intención y en una acción individual, dejando atrás a dos rivales, encontró a Nahuel en el punto de penalti, pero el catalán, zurdo cerrado, remató con la derecha y la envió a las nubes.
Cuando el partido andaba en esos minutos intrascendentes que suelen costar caros al Córdoba en este curso, llegó el primer tanto. Faltaban apenas unos segundos para alcanzar el minuto 45, cuando un centro de Jesús Álvaro muy pasado lo salvó Sidibé, que dejó la pelota muerta en el área chica de la Balona. Willy se perfiló para rematar de chilena, el recurso más inteligente para resolver esa acción, y el balón se coló en la meta linense tras tocar en Mikel Fernández. A la Balona apenas le dio tiempo a sacar de mediocampo y el Córdoba se marchó al asueto con una renta quizás excesiva para lo expuesto.
Reforzado por esa renta, el conjunto de Alfaro compareció en el segundo tiempo con un inicio vigoroso que pudo valerle para matar el partido. Willy desperdició a los cinco minutos una buena contra de Nahuel y Jesús Álvaro no encontró portería acto seguido, en otra internada por la banda izquierda. Viendo que el duelo se le podía ir, Antonio Calderón reaccionó variando el esquema y empezó, sin saberlo, a ganar el partido.
La entrada de Loren por la banda derecha liberó a Koroma, el hombre del partido. Poco tardó la Balona en sacar rédito a la incapacidad del Córdoba de mantener un resultado. A la hora de juego, Xavi Molina regaló un balón inocente en campo propio y el jugador de Sierra Leona lo aprovechó para conducir y batir a Becerra con un tiro raso y ajustado.
Fue el principio del fin para un Córdoba que pasó a ser un flan y que cuatro minutos después recibió la puñalada definitiva, en otra acción del escurridizo mediapunta africano, que encaró a Farrando, lo superó y soltó un disparo con la zurda que tocó en Bernardo y sorprendió a Becerra.
El desastre se mascaba en el ambiente y la reacción de Pablo Alfaro volvió a ser decepcionante. Piovaccari y De las Cuevas entraron por Willy y Traoré en una ventana de cambios muy silbada desde la grada. Para colmo, el resultado fue nulo, porque el Córdoba no supo encontrar vías de ataque claras. Tampoco con la posterior entrada de Ródenas por un tocado Sidibé. Al contrario, Carrasco pudo sentenciar tras un córner que botó Koroma y que le cayó a los pies, pero su disparo lo desvió Becerra.
A balón parado pudo igualar el Córdoba pero el remate de Xavi Molina tras un córner se marchó desviado. A la desesperada, los blanquiverdes tuvieron el balón pero la Balona se defendió bien, pese a los siete minutos de descuento. El conjunto de La Línea de la Concepción gozó incluso de dos ocasiones para haber cerrado la contienda, antes de que el pitido final confirmara el desastre para los blanquiverdes. Un golpe del que costará recuperarse.
Ficha técnica
1 - Córdoba CF: Isaac Becerra; Álex Robles (Visus, 73'), Farrando, Bernardo Cruz, Jesús Álvaro; Djak Traoré (De las Cuevas, 66'), Xavi Molina; Sidibé (Ródenas, 78'), Javi Flores, Nahuel; y Willy Ledesma (Piovaccari, 66').
2 - Real Balompédica Linense: Nacho Miras; Arroyo, Carrasco, Mikel Fernández, Víctor Mena; Masllorens, Coulibaly (Loren, 58'); Alomerovic (Paco Candela, 71'), Chironi (Luis Alcalde, 88'), Koroma; e Iván Martín (Nacho Huertas, 88').
Goles: 1-0 (44') Willy Ledesma. 1-1 (59') Koroma. 1-2 (64') Koroma.
Árbitro: Carbonell Hernández (comité valenciano). Amonestó a los locales Farrando (40'), Djak Traoré (55') y Xavi Molina (90'), y a los visitantes Carrasco (61'), Nacho Miras (84') y Loren (95').
Incidencias: Encuentro correspondiente a la jornada 2 en el subgrupo IV-D, disputado en El Arcángel ante 400 espectadores.
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