La cuesta de octubre para el Córdoba CF

El calendario se pone serio para el Córdoba CF. Los blanquiverdes, que arrancan octubre inmersos en una mala dinámica que les ha llevado a acumular tres semanas sin conocer la victoria, tienen por delante un mes clave en esta primera vuelta. 30 días de máxima exigencia, en los que el equipo que entrena Enrique Martín visitará dos feudos complicados y recibirá a dos rivales exigentes. Cuatro jornadas en total que marcarán, para bien o para mal, las aspiraciones de un equipo llamado a pelear por el liderato del Grupo IV de Segunda División B y que a las primeras de cambio se ve ya a siete puntos del ineludible objetivo de la temporada.

El aterrizaje en la categoría de bronce ha sido más exigente de que lo cabía esperar para el Córdoba CF. Tras seis jornadas, el equipo de Enrique Martín ha ganado dos partidos, empatados tres y perdido uno. Números que le han situado en la mitad de tabla, muy lejos de sus aspiraciones reales, pero que además tienen otra lectura. Y es que esa exigencia que le han marcado los rivales crecerá en teoría en los próximos meses, pues el Córdoba CF se ha enfrentado hasta la fecha a cinco equipos que están clasificados desde el décimo puesto hacia abajo en la tabla. Sólo el Badajoz, que es cuarto y cierra las posiciones de ‘play off’, se puede considerar un contrincante de entidad superior en este arranque competitivo para los blanquiverdes.

Pero el cartel de los rivales a los que tiene que medirse el Córdoba CF cambiará de forma radical en las próximas cuatro semanas. Para empezar, el conjunto cordobesista recibe este domingo (El Arcángel, 18:00) al Cádiz B, un filial recién ascendido, pero que ya ha mostrado sus credenciales en la categoría y que como visitante mostró sus armas ganando en el Estadio Jesús Navas al Sevilla Atlético, precisamente el feudo donde los blanquiverdes hincaron la rodilla el pasado fin de semana.

Con todo, las curvas pronunciadas vendrán a continuación. La jornada 8 depara al Córdoba una complicada salida al Nuevo Mirador de Algeciras. El conjunto del Campo de Gibraltar, que este año ha retornado de manera brillante a Segunda División B se ha mostrado muy sólido en su feudo. Los algecireños suman, de hecho, los mismos siete puntos como locales que tiene el Córdoba CF, fruto de dos victorias y un empate en tres partidos. Una salida peligrosa que además Enrique Martín tendrá que preparar sin Fidel Escobar, que para esa fecha está convocado para jugar un partido oficial con su selección, Panamá.

La tercera semana de octubre deparará al Córdoba CF la visita al Cartagonova, donde espera otro de los equipos llamados a pelear de tú a tú por el primer puesto con los blanquiverdes. El Cartagena es un rival de los más complicados que afrontará el conjunto cordobesista en este curso, como prueban los 13 puntos que le han aupado hasta la segunda posición. En casa, el conjunto cartagenero ya conoce todos los resultados, pues ha perdido, ha empatado y ha ganado en tres duelos distintos. Eso sí, su impresionante pleno de victorias como visitante dan buena muestra de la solidez de todo un candidato al ascenso.

Y para rematar el exigente mes de octubre, el Córdoba CF afrontará en la décima jornada la visita a El Arcángel del actual líder, un San Fernando que por plantilla era uno de los llamados a tener en cuenta, pero que ha sorprendido con un arranque espectacular en el que ha sumado cinco victorias y un empate. Los gaditanos son, hoy por hoy, el equipo más en forma del Grupo IV, como demuestran también los diez goles que han anotado por sólo tres en contra. Unos números envidiables y que habrá que ver si son capaces de mantener durante estas semanas, pero que le harán llegar a El Arcángel como un rival muy a tener en cuenta.

Oportunidad para reivindicarse

Después de un buen arranque y de atascarse en las tres últimas semanas, el Córdoba CF afronta octubre como un mes exigente, con un calendario complicado y con muchos detalles que corregir para acercarse al ideal de equipo que persigue Enrique Martín. Cuatro semanas que pondrán a prueba la fiabilidad de los blanquiverdes, que pueden salir tocados del envite si los resultados no acompañan, pero que también tienen ante sí la oportunidad perfecta de dar un golpe sobre la mesa y de mostrar la jerarquía que por nombres y entidad todos los rivales le presuponen.