El Córdoba CF cambia todo en Almería y pierde como siempre (4-0)

Córdoba/Otro vaparalo lejos de El Arcángel. El Córdoba CF cayó con estrépito en su visita al Almería, el equipo más en forma de la categoría, que trituró a los blanquiverdes en los primeros minutos de una nefasta segunda parte de los de Iván Ania. Con un once inicial renovado y un planteamiento notablemente más conservador, el conjunto cordobesista hizo una más que buena primera parte, pero terminó desmoronándose hasta el ridículo para enseñar todas sus vergüenzas, que no son precisamente pocas.

Por más que perder en territorio almeriense no suponga una sorpresa, el golpetazo recibido ante los de Rubi duele especialmente por cómo se produjo, en una oleada de un Almería que había firmado una mala primera parte y que solo necesitó de la calidad individual de sus mejores hombres de ataque para evidenciar una vez más que el Córdoba CF es un drama en defensa, hasta el punto de regalar acciones partido tras partido de una forma que desespera al más paciente.

Iván Ania estaba obligado a suplir al sancionado Lapeña, aunque ese cambio seguro terminó quedando en anécdota cuando el técnico presente un once inicial con cinco novedades. Marvel pagó sus constantes errores en beneficio de Martínez para acompañar a Xavi Sintes en el eje de la zaga, mientras que Albarrán recuperó su sitio en el costado derecho. En la medular, Genaro salió del ostracismo más reciente para sentar a Théo Zidane y Adilson Mendes agarró al fin la titularidad en detrimento de Ander Yoldi.

En los primeros compases ya se pudo ver que el Córdoba CF no solo iba a cambiar nombres, también planteamiento. El conjunto blanquiverde compareció en Almería dispuesto a hacer un partido largo, tratando de imponer un ritmo bajo que sacara a los indálicos del juego, con la esperanza de ir creciendo con el paso de los minutos. Ese mayor precaución a la hora de guardar su portería se vio también desde la presión. El Córdoba juntó líneas de inicio y tiró la primera línea defensiva varios metros más atrás de lo habitual.

Todo ese planteamiento estuvo a punto de saltar por los aires en la primera internada de Arnau Puigmal por la derecha, que obligó a Xavi Sintes a intervenir para desviar el balón cuando Luis Suárez ya se preparaba para el remate. El Almería parecía activarse, pero lo cierto es que no terminó de encontrar continuidad tras esa acción. El Córdoba no desesperó y confió en su plan, sin prisa por iniciar las jugadas, sin renunciar tampoco al balón pero aplicando el concepto de precaución por encima de todo.

Cada vez más asentado sobre el césped del UD Almería Stadium, el equipo de Ania empezó a sentirse cómodo y se soltó con balón, hasta el punto de dominar el juego durante más de 20 minutos, una vez pasado el primer cuarto de hora. Los blanquiverdes supieron encontrar al fin al hombre libre en la base de la jugada y, una vez superada la línea de mediocentros del equipo de Rubi, las facilidades eran muchas por parte de un Almería excesivamente partido en dos en labores defensivas, con el cuarteto de ataque bastante perezoso en labores de repliegue.

Llegarón así buenas ocasiones para el Córdoba. La primera la tuvo Adilson Mendes, que recibió un centro de Carracedo y, tras pifiar el remato con la zurda, enganchó el balón con la diestra, obligando a Maximiano a sacarse la bola de encima. El costado derecho del ataque del CCF era una baza a jugar por la debilidad defensiva de Bruno Langa. Y por ahí apareció poco después Albarrán doblando a Carracedo, para ganar línea de fondo y sacar un centro que no encontró rematador en el área.

Alcanzado el ecuador del primer tiempo, el Córdoba CF estaba mucho mejor asentado que su rival, un Almería inconexo entre líneas, amenazante por el poderío de su ataque pero apagado desde los chispazos iniciales. Carracedo siguió acumulando balón y, pasada la media hora de juego, sacó un centro que obligó a Kaiky a forzar un córner para evitar que Adilson Mendes adelantarse a los blanquiverdes.

El nerviosismo cundió en la grado del feudo almeriense, algo que tampoco ayudó a los jugadores de Rubi. El técnico catalán probó sin fortuna a mover a toda su línea de mediapunta, pero el Córdoba fue capaz de achicar espacios y minimizar riesgos, con la inédita pareja de centrales sin conceder absolutamente nada y Martínez incluso luciendo su buen desplazamiento en largo con la zurda para proyectar a los extremos en ataque.

Con todo, el final de la primera parte se le hizo algo largo al Córdoba. El Almería conectó otro chispazo de calidad en la primera acción en la que Arribas conectó con Luis Suárez. Marín ganó el mano a mano al colombiano en una jugada que fue señalada como fuera de juego, pero que dejó patente el peligro de los locales, a pesar de su mal desempeño. Pese a los intentos de los indálicos, al descanso el Córdoba tenía el partido donde quería.

Después de un primer tiempo bueno, el Córdoba tenía una coyuntura esperanzadora, pero pronto empezaron los problemas en el segundo acto. Martínez volvió a sufrir sus eternos problemas musculares y tuvo que pedir el cambio, propiciando la entrada de un Marvel con el que empezó el estrépito. No resulta edificante señalar a un futbolista en concreto dentro de un deporte colectivo, pero es que la incompetencia del futbolista cedido por el Real Madrid Castilla es tal que negar la evidencia sería una neglicencia casi tan grave como la que cometió el que apostó por su fichaje como teórico central de campanillas.

Ni tres minutos pasaron desde esa permuta en la defensa del Córdoba CF y el Almería ya supo sacar partido de ella. Lo hizo con una jugada muy fácil. Chumi conectó con un balón largo con Baptistao, libre de marca entre Calderón y Marvel. El brasileño orientó su cabezazo hacia Pozo, que entró a espaldas de Calderón y ajustó su derechazo al poste para hacer el primer tanto del partido.

En esa acción de calidad diferencial de los indálicos empezó el sainete para el Córdoba. Desarbolados ya ante el primer golpe recibido, los blanquiverdes se disolvieron como un azucarillo. El Almería supo ver esa debilidad y finiquitó el partido con una solvencia insultante. Leo Baptistao culminó con un remate a placer una transición que montó Arnau, encontrando a Luis Suárez al espacio. El colombiano se aprovechó del desorden de la línea defensiva del CCF para regalar el gol a su compañero.

A partir de ahí, ya no hubo partido. El Córdoba CF quedó pulverizado, ante la pegada superior del rival y el rebrote de todos sus fantasmas. Marvel y Calderón agrandaron su tarde disparatada con otra concesión a Luis Suárez, al que dejaron libre de marca para que Baptistao conectase con él, facilitando un mano a mano que el colombiano convirtió en el 3-0. Poco después, Baptistao confirmó su tremenda incidencia en el partido remachando un disparo de Perovic, recién ingresado, con todas las facilidades del mundo por parte de la zaga cordobesista.

En el tramo final, el Córdoba CF fue un pelele en manos del Almería, que pudo hasta ensanchar la herida si Perovic hubiese ajustado más su disparo en un mano a mano con Carlos Marín. Después de cambiar todo, el Córdoba CF obtuvo lo de siempre fuera de casa, otro varapalo y un nuevo golpe de realidad. Y es que los planteamientos ayudan a encarar los partidos, pero cuando tienes tan pocos argumentos en plantilla, la tarea se acerca al imposible.