Sin defensa es imposible
Córdoba CF
El Córdoba encadena seis partidos encajando gol, los mismos que acumula sin conocer la victoria
La debilidad atrás condena a un equipo incapaz de remontar los partidos
Semana a semana, el Córdoba se ve condenado por errores defensivos tan absurdos como reiterados, que están suponiendo un lastre imposible de sobrellevar para el equipo que entrena Rafa Navarro. El duelo en Cádiz confirmó la tendencia de toda la temporada, pues el Córdoba es un equipo incapaz de dejar su portería a cero y, además, cuando se ve golpeado, no suele reaccionar con carácter y apenas ha conseguido remontar un duelo.
A pesar del trabajo psicológico y táctico que durante la semana llevó a cabo el cuerpo técnico blanquiverde, en el Ramón de Carranza se volvió a ver a un Córdoba nervioso en defensa y que a la mínima ocasión termina disparándose en el pie. Esta vez fue con ese autogol de Quintanilla, pero es un problema que va más allá de un error individual.
Los números son claros y el Córdoba no gana si no es capaz de dejar su portería a cero. De hecho, el marco blanquiverde no está a salvo desde hace siete jornadas, precisamente en la última victoria conseguida, ante el Tenerife en el Heliodoro Rodríguez López (0-2). En los últimos seis partidos, el equipo cordobesista ha encajado gol y no ha sido capaz de reponerse y sumar la victoria.
Pero es que el dato es más sangrante si se tiene en cuenta la totalidad del curso en juego. Porque ese desastre defensivo que viene padeciendo el equipo ahora entrenado por Rafa Navarro ha sido una constante durante la temporada. Sólo en cinco ocasiones –y ya se han disputado 31 partidos– han sido capaces los blanquiverdes de secar el caudal ofensivo del rival. Un lastre que además está destrozando a un equipo que, por lo que dicen las estadísticas, no goza de una mentalidad fuerte y de cierta capacidad para encajar los golpes con entereza.
Sólo una vez remontó
Sólo ante el Extremadura el Córdoba fue capaz de remontar un marcador adverso. En aquel duelo del lejano mes de noviembre, el equipo blanquiverde se repuso a un 1-2 en contra para terminar llevándose el partido por 4-2. Un espejismo en medio de una temporada en la que ante cualquier adversidad, los cordobesistas se disuelven como si de un azucarillo se tratara.
A corregir esa tendencia no contribuyó el empate cosechado en Cádiz, en el equipo volvió a registrar los mismos problemas defensivos que durante la mayor parte de la temporada. Sólo la falta de acierto ofensivo de los amarillos evitó males mayores, para un equipo cuyos números como visitante son inasumibles. Para muestra, un dato que explica la posición de colista que ocupan los de Navarro: la media de goles encajados lejos de casa es ya de dos por partido (32 en 16 choques). Y es que sin defender, el milagro es imposible.
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