El Córdoba CF se deja dos puntos ante el Zaragoza por sus perennes errores (2-2)

Córdoba/Otros dos puntos vuelan de El Arcángel. El Córdoba CF sigue sin perder ante su afición, pero ya no gana con tanta soltura como hace unas semanas. Los blanquiverdes concedieron hasta la saciedad, una vez más, frente al Real Zaragoza y pagaron muy caros esos errores perennes de los que se muestran incapaces de desprenderse. Fruto de ellos tuvieron que ir a remolque en un partido en el que fueron mejores que su rival, al que sometieron durante muchos momentos, si bien es cierto que la segunda parte se convirtió en una ruleta rusa de la que cualquiera pudo salir malparado antes de firmar las tablas finales.

Aunque en El Arcángel sigue sumando, el Córdoba ha perdido la estela ganadora ante su público en este exigente mes de noviembre y, con dos empates seguidos que sumar a sus habituales derrotas a domicilio, la zona de descenso ya acecha y los de Iván Ania podrían acabar la jornada en zona roja si el Deportivo puntúa ante el Sporting de Gijón este domingo.

El Córdoba CF no tardó ni un minuto en demostrar su predisposición a buscar el triunfo. La primera acción del partido la convirtió en una contra Carracedo, con su habitual chispa. El balón fue de derecha a izquierda, para que Jacobo soltase un zurdazo que ni cogió portería ni fue cazado por sus compañeros, pero sí sirvió para conectar a la grada desde el primer instante.

En esos primeros compases, el CCF fue capaz de incomodar al Real Zaragoza mediante la presión, provocando muchas dificultades en los de Víctor Fernández para salir con el balón jugado. En el minuto 8, una salida en falso de Poussin dejó el balón en franquía para Casas, que probó un globo que no cogió portería. Los blanquiverdes habían entrado mejor que su rival al partido, se imponían en los duelos físicos y marcaban territorio. Pero, cuando mejor estaban, de nuevo un regalo. Al cuarto de hora, Carlos Marín arriesgó con un pase a Isma Ruiz en su área, que el granadino no recepcionó bien. El balón rebotó en su bota y quedó muerto, aprovechando Francho para batir con placidez a Marín.

Otra vez a remar contracorriente por errores propios y evitables. Al Córdoba CF le costó serenarse después de esa metedura de pata, aunque las precauciones del Zaragoza hicieron a los blanquiverdes no sufrir hasta retomar el vuelo. Buscando muy bien a los mediapuntas, el Córdoba generó problemas durante toda la primera parte a su rival, con Jacobo apareciendo bien en pasillos interiores, Ander Yoldi aprovechando su zancada en verticales cabalgadas y Carracedo buscando siempre el centro desde su costado derecho.

Con todo, el empate estuvo a punto de llegar a balón parado. Un córner botado por Carracedo lo remató de primeras Jacobo, cuyo disparo se topó con Poussin y el larguero cuando ya se colaba en la meta. Esa ocasión terminó de conectar a los de Iván Ania, valientes y propositivos pese al mazazo en el marcador. El Zaragoza, por su parte, empezó a fiar su caudal ofensivo a la fuerza y verticalidad de Iván Azon. En una pelota ganada en la derecha por el ariete, su centro atrás lo remató Tasende raso y Adri Vázquez apareció providencial para enviar el balón al larguero.

El Córdoba CF se salvó del que hubiera sido un injusto 0-2 y niveló el marcador pronto. Lo hizo gracias a una irrupción de Adri Vázquez en ataque, que encontró a Théo Zidane entrando en el área para ponerle el balón al francés, cuyo disparo ajustado tocó el poste ante de entrar en la portería. El gol refrendó las buenas sensaciones con balón del CCF, que dominó a los aragoneses con claridad hasta el descanso, sin encontrar el premio de un gol más, que no habría sido para nada exagerado.

Lo que en la primera parte había sido una presión atinada y un dominio claro del Córdoba CF, se tornó en un mejor arranque del Zaragoza. Los de Víctor Fernández fueron capaces al fin de batir líneas con más precisión y lograron desajustar a un Córdoba que empezó a sufrir mucho a espalda de su defensa. Nada más arrancar, Carlos Marín se tuvo que vestir de héroe. Marvel fue superado con facilidad por Azón y Bazdar se plantó ante el almeriense, que sacó una mano milagrosa para palmear la bola antes de verse superado en el regate del bosnio.

El Córdoba había perdido el sitio en la segunda parte y ya solo fue capaz de crear peligro con transiciones puntuales. En una de ellas, clarísima, Casas pecó de egoísta cuando tenía a Carracedo en la derecha y a Jacobo en la izquierda en clara posición de remate. Un contragolpe desaprovechado que costó carísimo. Un minuto después, Marín salvó ante Azon un remate en boca de gol y, acto seguido, Aketxe conectó con Luna a espaldas de la zaga blanquiverde para que el lateral adelantase de nuevo a los maños.

Aunque el gol volvió a sentar como un jarro de agua fría, el Córdoba frenó el bajón rápidamente. Carracedo ganó el costado derecho, sacó un centro preciso y Jacobo remató de plancha a bote pronto para equilibrar de nuevo el marcador. El CCF volvió a sobrevivir en el alambre y hasta pudo adelantarse a renglón seguido. En un córner que botó Carracedo, Lapeña cabeceó para que Poussin salvase bajo la línea, repitiendo su gran interveción en el rechace de Jacobo.

El duelo era ya un toma y daca con poco control, pues el Córdoba había dado un bajón físico importante y solo el corazón le mantenía con impulso para buscar la meta maña. El Zaragoza siguió encontrando facilidades a espaldas de la zaga blanquiverde, sin que el CCF encontrase solución. Tanto fue así que el cuadro aragonés encontró el camino del gol, por un fuera de juego de Azon que anuló el tanto posterior de Aketxe.

El gol no subió al marcador pero fue un aviso a navegantes. Ania intentó incidir en el partido con los cambios, pero sin suerte. Álex Sala entró sin tino, Adilson Mendes apenas apareció, como Kuki Zalazar, mientras que Obolskii la tuvo al final pero sin fortuna en el remate. En esa ruleta ruta del final, Bazdar pudo poner el 2-3 con una gran acción individual que finalizó con un disparo en el larguero. El Córdoba se volvió a salvar y con Obolskii cargando el área tuvo una gran ocasión en botas de Sala, que remató fuera después de una pelota ganada por el ruso. El propio Obolskii agotó las opciones de los blanquiverdes ya en el tiempo añadido, disparando flojo después de hacerse hueco en el área con fuerza.

El punto dejó una buena sensación en los blanquiverdes, a los que poco se les puede achacar en cuanto a voluntad, a pesar de que el acelerón de los rivales en la zona baja puede deparar un disgusto y verse en la zona de descenso al final de la jornada 16. ¿Qué sería de este equipo con un par o tres de futbolistas de más nivel?