El reencuentro más esperado

Aunque solo sean 400, sonarán como si fueran muchos más. Los aficionados blanquiverdes regresan a El Arcángel, algo que no sucede desde el 1 de noviembre cuando el Córdoba CF recibió al UCAM Murcia. Después, el empeoramiento de la situación sanitaria dio al traste con la ilusión de los seguidores y condenó al equipo cordobesista a jugar ante el Sevilla Atlético a puerta cerrada. El resultado no pudo ser más nefasto y solo por eso el regreso de los fieles al estadio ya debe suponer el mayor aliciente para que los blanquiverdes salgan a morder ante El Ejido.

El Cordoba cierra el 2020 en lo que a la liga se refiere recibiendo a un rival que llega muy tocado, falto de confianza después de haber perdido el buen rumbo con el que comenzó el curso. Un punto de los últimos 12 posibles es el triste bagaje para los hombres de Tito García Sanjuán, que en la previa ya reconoció que el buen juego no basta si el equipo no gana, por lo que la visita a El Arcángel se ha convertido para ellos en un partido de urgencias.

Pero para necesidad la del Córdoba, que en Murcia logró cerrar la hemorragia de puntos que se le estaban marchando gracias a los primeros cuidados paliativos aplicados por Pablo Alfaro. El técnico ya ha tenido la primera semana completa para trabajar con sus hombres, algo que ha hecho de manera intensa, incluida una doble sesión y un partidillo ante el filial. Por eso, ante El Ejido debe verse ya un poco más de ese equipo que quiere Alfaro. Un Córdoba más atrevido y que trata la pelota un poco mejor, pues ese es el principal lunar de un equipo que en defensa funciona pero que tiene calidad para hacer más y mejor con el balón.

Como casi cada semana, el conjunto blanquiverde tendrá que sortear alguna piedra en el camino. En esta ocasión, se trata de la baja de Willy Ledesma. El delantero extremeño se ganó la confianza de Alfaro por su despliegue físico y su trabajo en la presión. Además, en Murcia lució su pegada con un gran cabezazo para dar la victoria de su equipo. Ahora, una inoportuna lesión muscular vuelve a sacarlo del equipo y devolverá a Piovaccari a la punta de ataque. El italiano no es seguramente el delantero más sacrificado de la plantilla en cuanto al trabajo defensivo se refiere, pero su calidad y su olfato de gol deben ser diferenciales en esta categoría y eso debería compensar ese déficit en el esfuerzo para replegarse.

Esa será una de las permutas que el técnico cordobesista lleve a cabo en su equipo, aunque todo apunta que no será la única. Sin descartar que en los laterales haya alguna variación, el extremo izquierdo tampoco tiene un dueño claro. Tanto Alain Oyarzun como Thierry Moutinho se incorporaron al grupo tarde esta semana, después de andar renqueantes un par de días por leves molestias musculares.

Su presencia en la convocatoria no les asegura partir de inicio y el técnico podría probar a colocar a Samu Delgado a banda cambiada, toda vez que Carlos Valverde oposita a repetir en el costado diestro, para aprovechar su capacidad de apurar la línea de fondo y poner buenos centros al punto de penalti.

Con esos mimbres, el Córdoba tratará de buscar un triunfo que se antoja obligado para un equipo que solo ha ganado uno de sus tres partidos en El Arcángel y que además podría colocarse de nuevo en la segunda posición, después de que el Linares no pasara del empate ante el Betis Deportivo. Un triunfo situaría al conjunto blanquiverde con 14 puntos y a la expectativa de un hipotético fallo del UCAM Murcia, que a la misma hora visita la Nueva Condomina en el derbi de la capital pimentonera.

Con todo el calor que seguro le prestarán los 400 aficionados que seguirán en directo el choque, el Córdoba solo piensa en sumar de tres en tres para dibujar un final de 2020 tranquilo y encarar con esperanza el 2021.