El Córdoba CF incorpora al poderoso central Fernando Román
Córdoba CF
El madrileño, noveno refuerzo del club blanquiverde para su nuevo proyecto, firma hasta 2022
Fernando Román se ha convertido este jueves en el noveno refuerzo del nuevo proyecto del Córdoba CF para la temporada 19-20, en la que participará en el Grupo IV de Segunda B. El central madrileño ha firmado un contrato por las tres próximas temporadas, un dato que refleja la confianza de presente y de futuro que la entidad blanquiverde tiene depositada en él.
Agente libre tras no aceptar la oferta de renovación del Valencia para seguir integrando a su filial, el Mestalla, Román se puso a tiro a principios de la semana. Y apenas unos días después ya es realidad una operación con la que el CCF da otro salto a la confección de su plantel y, especialmente a su línea defensiva. No en vano, ya son tres los centrales que han llegado –el panameño Fidel Escobar y Víctor Ruiz, que será presentado este viernes, son los otros– y al menos uno más lo hará antes del inicio de la competición, con la intención de que tenga un perfil diferente, con mayor experiencia.
Fernando Román tiene experiencia en Segunda División, donde militó dos temporadas con el Alcorcón –llegó a ser titular en una visita a El Arcángel–, y ahora vivirá su primera aventura en el Grupo IV, tras pasar por otros de la categoría de bronce en las últimas temporadas.
Un central con experiencia y corpulencia
De hecho, del club alfarero salió cedido al Hércules en la campaña 16-17, para luego enrolarse en la Ponferradina y, el pasado verano, en el Mestalla. En el Grupo III, el zaguero madrileño acumuló 32 partidos (31 de titular), en los que vio 16 amarillas y una roja.
Antes, el ya nuevo central blanquiverde había pasado por el modesto Unión Adarve, donde empezó a mostrar todas las virtudes que ya se le suponían de su etapa formativa, en la que pasó por el propio club madrileño, el Colegio San Agustín y el Real Madrid.
Fernando Román destaca por su notable juego aéreo, merced a los 193 centímetros, lo que lo convierte no sólo en un seguro cerca del área propia, sino también en una amenaza cuando se incorpora a la contraria para las acciones a pelota parada.
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