Córdoba CF

La historia de un ascenso (VI): El ‘Cartagenazo’ o la madre de todos los ascensos

Quero se abraza con Pedro Aguado y, tras ellos, Ramos con Nandi, tras lograr el ascenso en el Cartagonova.

Quero se abraza con Pedro Aguado y, tras ellos, Ramos con Nandi, tras lograr el ascenso en el Cartagonova. / José María Rodríguez / AGM

Cada semana que pasa, el cordobesismo se va haciendo más el cuerpo a que tendrá que pelear por dar el salto al fútbol profesional por la vía del play off. Los ocho puntos de renta que mantiene el Castellón a falta de cinco jornadas, sin que el conjunto orellut dé síntoma alguno de flaqueza, nublan el sueño de conseguir un ascenso directo que estará más caro que nunca. Porque los números de los blanquiverdes son sobresalientes, pero los de su rival alcanzan la excelencia. No queda otra que seguir apretando con victorias por si se abre otra vez la puerta… y si no, felicitar y pensar en la postemporada. No hay más.

De momento, el Córdoba CF es segundo y acumula ya cinco meses asentado entre los cinco primeros del Grupo 2 de Primera Federación, tras dejar atrás el lastre de un mal arranque. Pase lo que pase este fin de semana, tendrá cuatro partidos para defender, en el peor de los casos, ese subcampeonato en la liga regular que otorga la ventaja del factor campo y el pase en caso de empate en las dos eliminatorias de la promoción. Pero por la experiencia que acumula en ese tipo de lides, que no es poca, el equipo cordobesista sabe que más allá del puesto, lo primordial es llegar bien física y mentalmente. En juego está el décimo ascenso de la entidad en 70 años de historia, y el que sería el quinto a Segunda División.

En este serial que el Día inició coincidiendo con el tramo decisivo del curso, ya hemos recordado las alegrías teñidas de plata de la temporada 55-56, con más de 10.000 socios en el estreno de El Arcángel y tras mandar con solvencia en las dos fases de Tercera; y de la campaña 80-81, con el equipo haciendo un fortín de su estadio para poner fin a una década de decadencia tras los años dorados en la elite del fútbol español. Pero ahora toca el que para muchos es el ascenso de los ascensos, ese que enterró 16 años de zozobra entre la Segunda B y hasta la Tercera División, el que cambió la cara a toda una generación y abrió las puertas del futuro a un club que, con un paréntesis de dos años, supo asentarse en el fútbol profesional.

Y es que el del 30 de junio del 99, el conocido popularmente como el Cartagenazo -luego verán por qué-, llegó cuando nadie lo esperaba, después de haber fallado durante la década de los 90 en cuatro promociones (antes, tras el ascenso de Tercera en el 85, el CCF tuvo que mirar más hacia abajo que hacia arriba en la tabla), con un proyecto de lo más austero tras la salida de Rafael Gómez del club y tras un encierro protagonizado por la plantilla en las dependencias de El Arcángel por el impago de las nóminas ante el que tuvo que salir al frente el Ayuntamiento, lo que devolvió la calma a la institución.

La salida de Gómez abrió una nueva etapa en el club. Los dispendios económicos pasaron a mejor vida y la mesura en la gestión fue la nota dominante, tanto por la junta gestora presidida por José Santiago Murillo, como una vez que el único candidato a presidente, Manuel Oviedo, accedió al cargo avalado por 310 firmas; la situación era ruinosa y el paso de las semanas fue confirmando más problemas, con dimisiones en la directiva, destituciones de altos cargos… y hasta el encierro de la plantilla. Hándicaps innumerables que el equipo encomendado por la gestora a Perico Campos y Pepe Escalante -el primero duró 15 jornadas, relevado luego por su segundo- se encargó de tapar con una temporada inolvidable.

Once inicial del Córdoba CF en el partido final del 'play off' de la temporada 98-99. Once inicial del Córdoba CF en el partido final del 'play off' de la temporada 98-99.

Once inicial del Córdoba CF en el partido final del 'play off' de la temporada 98-99. / El Día

En el campo, y como suele ocurrir tantas ocasiones, la crisis dio la opción de volver a casa a futbolistas que antes tuvieron que salir por falta de oportunidades; llegaron Espejo y Rafa Navarro (Recreativo), Óscar Ventaja y Jorge García (Lucentino), Rafa Fernández (Montilla) o Nacho Garrido (Betis B), a los que apenas se sumaron dos incorporaciones, entre ellas, Juan Carlos Ramos (Murcia), luego disfrazado de héroe. Sin presión de ningún tipo, en una temporada llamada a ser de transición, una serie de cuatro jornadas sin ganar, con tres derrotas seguidas, que dejó al Córdoba a solo seis puntos del descenso desencadenó la destitución de Campos; sin dinero para afrontar un cambio en el banquillo, el elegido fue su segundo, Escalante, que se negó a sentarse hasta que el club liquidara a sus antecesores.

El revulsivo buscado funcionó a la perfección. Los blanquiverdes encadenaron nueve jornadas sin caer -siete triunfos y dos empates- y se colocaron quintos, a tiro del play off. Un momento álgido que se vio ensombrecido por el encierro de la plantilla, cortado por la mediación del Ayuntamiento que lideraba el popular Rafael Merino. Quedaba por ver cuál sería la respuesta a continuación; y no pudo ser mejor, ya que la serie se alargó hasta los 17 partidos invictos, con cuatro victorias y otras tantas equis más, con lo que el CCF se asentó entre los cuatro primeros.

Al 'play off' en tercera posición

Una situación que viró de manera radical en los duelos directos con los que luego serían compañeros de viaje en la postemporada. Las derrotas ante el Melilla (0-1), a la postre campeón, y el Sevilla B (3-0), y un pinchazo en casa con el Polideportivo Almería (0-0) sacaron de los puestos de privilegio al equipo, que encaró las tres últimas fechas sexto. Sin embargo, un pleno al nueve, con la portería a cero, en las visitas al Isla Cristina y el Plasencia -jornada final-, y en casa ante el Moralo metieron como terceros a los blanquiverdes en la fase de ascenso, con la Cultural Leonesa, el Racing de Ferrol y el Cartagonova.

En el momento de la verdad, el conjunto de Escalante supo templar los nervios para seguir en pie ante la adversidad. El 1-0 inaugural en León tuvo continuidad con un triunfo ante el Ferrol por un resultado idéntico en El Arcángel, si bien los gallegos se tomaron cumplida revancha una semana más tarde con un 5-0 que tiñó todo de negro. Nada más lejos de la realidad. El 2-0 ante la Cultural dejaba una puerta abierta a la ilusión que pasaba por ganar el doble compromiso ante un Cartagonova que necesitaba un punto, pues sumaba ya 10 en las primeras cuatro jornadas.

La primera batalla se libró en El Arcángel, donde fiel a lo que venía siendo durante la liguilla, el CCF resolvió sin problemas, con un 2-0 con goles de Pedro Aguado y Espejo. Todo quedaba para la vuelta en un Cartagonova lleno hasta la bandera, con un ambiente hostil y apenas un puñado de seguidores cordobesistas en las gradas. El cuadro departamental se adelantó con un discutido penalti señalado por Rodado Rodríguez, pero lo mejor estaba por llegar. Dos libres directos a más de 30 metros de la meta defendida por Trujillo fueron mandados a la mismísima escuadra por Óscar Ventaja y Ramos. El 1-2 culminó la gesta y el Córdoba CF retomó a Segunda División tras 16 años en las catacumbas del fútbol.

Loreto y Litri, emocionados, en la fiesta del ascenso en Córdoba. Loreto y Litri, emocionados, en la fiesta del ascenso en Córdoba.

Loreto y Litri, emocionados, en la fiesta del ascenso en Córdoba. / El Día

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