El Córdoba CF cuenta con una importante ventaja en los duelos históricos

Aunque el equilibrio es máximo en el global (once victorias por bando y siete empates), los números sonríen claramente al Córdoba CF cuando de recibir al Mallorca se trata (y viceversa en Palma). Los blanquiverdes han vencido en ocho de las 14 visitas de un equipo bermellón que suma tantas equis como victorias en El Arcángel: tres, contando la más reciente, hace dos cursos.

Cuando los baleares aún se las prometían felices y no imaginaban un final con un descenso a Segunda B, ganaron en la ribera del Guadalquivir (0-2) gracias a los goles de Moutinho y Brandon en la segunda mitad, dejando a José Luis Oltra al filo mismo de una navaja con la que se acabaría cortando un par de semanas más tarde.

Un año antes, en la penúltima cita de una primera vuelta que dejó al CCF peleando el liderato con el Alavés –luego vino aquel extraño fichaje de Eddy Silvestre que dificultó el camino a un ascenso frustrado en el play off–, el triunfo quedó en casa también con dos tantos de ventaja: 3-1. Xisco, Florin y Sasa Markovic marcaron para los locales, y otra vez Brandon para los rojillos.

Para completar el trío de resultados posibles, un empate a cero, con Albert Ferrer en el banquillo y el Córdoba marcando la senda hacia su (efímero) regreso a la élite. Era la última jornada de la liga regular y esa igualada valía a los locales siempre que el Recreativo no lo mejorara en Sabadell, en un partido que los arlequinados acabaron con el central Carlos Hernández de portero tras la roja de Nauzet. Por cierto, en el banquillo bermellón estaban el hoy cordobesista Vallejo y un joven Marco Asensio.

Una superioridad añeja

Más allá de estos últimos y variados resultados, el CCF fue muy superior en los choques directos durante las tres primeras décadas, en las que sumó hasta seis triunfos y dos empates, ambos sin goles, y sólo cedió una derrota por 1-2 para un total de cuatro tantos encajados en esos nueve partidos. Entre ellos, dos goleadas por 5-0 (Salas (2), Mariano en propia puerta, Burguete y Martínez), en la 74-75, y 4-1 (Munárriz, Robles y Manolín Cuesta (2) ya en la 80-81, curiosamente en el único enfrentamiento librado por ambos en Segunda B.