El Córdoba CF necesita redoblar el milagro para evitar la debacle
El conjunto blanquiverde tendrá que rondar las siete u ocho victorias en los 12 partidos que le restan por jugar para optar a salvarse
El calendario depara seis duelos vitales en casa, con hasta tres rivales directos por la permanencia
Al Córdoba se le agota el tiempo de reacción. Los números, único argumento para creer en que la permanencia en LaLiga 1|2|3 aún es posible, empiezan a dar la espalda al conjunto blanquiverde, que necesita dar un giro radical a su ritmo de puntuación si quiere volver a engancharse a una pelea de la que ahora mismo parece descolgado. El reto, más allá de las sensaciones, es mayúsculo si se atiende a las estadísticas. Y es que el Córdoba necesitaría ganar entre siete y ocho partidos para evitar el desastre del descenso a la Segunda División B. De conseguirlo, el Córdoba certificaría una hazaña que incluso sería superior a la ya firmada el curso pasado.
Tras 29 jornadas, el conjunto cordobesista parte en una posición de clara desventaja. El Córdoba es colista, suma 22 puntos y tiene la permanencia a nueve. Una situación que ya de por sí asusta. Pero el temor se acrecienta si se tiene en cuenta que como mínimo el cuadro de Rafa Navarro tendrá que doblar la puntuación que ahora mismo tiene en los 12 partidos que le quedan por disputar.
Una coyuntura ya de por sí complicada, que situaría al Córdoba con unos hipotéticos 44 puntos, a los que habría que sumar los tres que el cuadro de El Arcángel sumará cuando llegue la jornada 37, fecha en la que debía visitar el coliseo ribereño un Reus que lleva casi dos meses expulsado de la competición.
Debido al pobre nivel que está registrando la categoría de plata en la zona baja, esos 47 puntos podrían bastar para alcanzar la salvación, que históricamente se cifra en 50 puntos, pero que sin ir más lejos la temporada pasada se quedó en 48, a pesar de la mayor competitividad mostrada por los equipos que pelearon por eludir el descenso.
Ese menor ritmo de puntuación que están registrando en este curso los equipos de la zona baja es lo que mantiene con esperanzas al Córdoba, que a partir de este domingo tiene por delante seis partidos en El Arcángel y otros seis lejos de su estadio.
La primera valoración de la situación es obvia. El cuadro blanquiverde necesita cimentar sus esperanzas de remontada en esos seis encuentros ante su público. Ganarlos todos parece algo utópico, pero para obrar el milagro la exigencia se acerca a ese pleno. Después de recibir este domingo al Sporting de Gijón en la jornada 30, por El Arcángel pasarán el Mallorca en la jornada 32, el Lugo en la 34, el Zaragoza en la 36, el Nástic de Tarragona en la 39 y Osasuna en la 41.
Además de la importancia de hacerse fuerte en casa, la visita a Córdoba de tres rivales directos como son el Lugo, el Zaragoza y el Nástic refuerza la creencia de que las esperanzas están en gran parte depositadas en los partidos como local que le quedan por disputar al cuadro de Rafa Navarro.
Pero claro, la situación no sería tan desesperada si para las cábalas más optimistas el conjunto blanquiverde no necesitara al menos sumar una victoria –y muy probablemente alguna más– lejos de su estadio. Sobre todo teniendo en cuenta que en lo que va de temporada sólo ha conseguido asaltar el Heliodoro Rodríguez López de Santa Cruz de Tenerife.
Duros rivales a domicilio
Lejos de su estadio, la exigencia será enorme para el cuadro cordobesista, que en la jornada 31 visitará al Cádiz, en la 33 al Elche, en la 35 al Oviedo, en la 38 a Las Palmas, en la 40 al Rayo Majadahonda y en la 42 al Deportivo de La Coruña. Nada más y nada menos que cuatro aspirantes a pelear por el ascenso aparecen en la nómina de rivales que le restan por visitar a los de Navarro.
Un camino tortuoso con 12 paradas en las que el Córdoba tiene el margen de error reducido al mínimo. De lo contrario, los blanquiverdes pueden verse obligados a arrojar la toalla mucho antes de que la competición enfile su recta final.
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