El Córdoba CF perdona la vida al Málaga y sigue sin ganar (0-0)

Córdoba/Un punto que sabe a poco, porque pudieron y debieron ser tres. El Córdoba CF dejó escapar vivo al Málaga de El Arcángel, en un partido en el que el peso del juego y las ocasiones estuvo del lado de los blanquiverdes, incapaces eso sí de superar a un espléndido Alfonso Herrero, apoyado en la seguridad de una zaga malaguista que supo aguantar los envites del cuadro local para asegurar un punto, que no fue a más por la escasísima presencia ofensiva del cuadro de Pellicer, que volvió a dejar en El Arcángel la sensación de ser un equipo poco ambicioso.

Consciente de la necesidad de que su equipo se sostuviera con firmeza en la medular, Iván Ania apostó de entrada por dar la titularidad a Isma Ruiz en sus primeros minutos del curso, una vez superada la lesión que le ha tenido en el dique seco casi un mes. Y esa vuelta cambió por completo la cara a un Córdoba más sereno, con las ideas claras y sin esas desconexiones que tan caro han costado en las primeras jornadas. Ania, además, solventó la ausencia de Adilson Mendes por una operación para solucionar su fractura nasal desplazando a Jacobo a la izquierda y colocando a Ander Yoldi como mediapunta, posición en la que el navarro parece convencer más a Ania, a pesar de haber llegado en verano como un teórico refuerzo para la banda izquierda.

Por planteamiento y roles de ambos equipos, el derbi andaluz se asemejó muchísimo al vivido a finales del pasado mes de abril en El Arcángel, entonces con ambos conjuntos en Primera Federación. El Córdoba CF, consciente de que tenía que enterrar la lamentable imagen que dejó en Elche, agarró las riendas del partido desde el primer minuto y trató de someter a un Málaga más prudente y que supo contener -con algún apuro que otro- el primer arreón de los blanquiverdes.

Con ese planteamiento, no tardó el Córdoba CF en asomar por la portería de Alfonso Herrero y Álex Sala ya gozó de una clara ocasión en un centro lateral que se envenenó y que el meta malaguista tuvo que enviar a córner. Con todo, la vía de agua de los de Pellicer estaba en los costados y el Córdoba incidió sobre todo por la derecha en esos primeros compases. El habitual brío inicial de Carracedo y las buenas y medidas subidas de Albarrán generaron un pasillo por el que el CCF hizo daño a su rival. Desde ese costado diestro llegó en el minuto 6 un centro de Albarrán que Jacobo no logró enganchar de tijera y que Carracedo no pudo dirigir a la portería en el rechace. Pese a ello, el partido estaba donde lo querían los locales, aunque el Málaga mostró saber estar para aguantar esa previsible primera acometida del cuadro cordobesista sin daños que lamentar.

Tanto fue así que el equipo de Pellicer, pese a no incomodar a Carlos Marín, logró equilibrar la contienda ajustando su presión y cerrando esas primeras vías de acceso a su entramado defensivo que el Córdoba CF había encontrado. El duelo entró entonces, camino del ecuador del primer acto, en una fase de poco lucimiento y mucha disputa, con el CCF agarrado a la energía y buena colocación de Isma Ruiz para que Álex Sala pudiera soltarse en el manejo del juego ofensivo. Precisamente el barcelonés volvió a merodear el gol con un disparo potente y lejano al que Alfonso Herrero respondió poniendo el pecho. A pesar de la superioridad mostrada en el control del balón y de la mayor ambicioón de los hombres de Iván Ania, el choque caminó irremediablemente hacia el descanso con pocas ocasiones pese a la intensidad empleada por ambos bandos en cada balón disputado.

Si valiente y ambicioso fue el Córdoba en la primera parte, esa apuesta se vio redoblada en el segundo acto. Los blanquiverdes, lejos de desistir, siguieron cargando su fútbol de ataque por los costados y en esos primeros compases volvieron a desbordar por momentos a un Málaga que jugaba ya con fuego, al verse tantos minutos sometido. Jacobo, con un disparo potente que Alfonso Herrero volvió a sacar a córner, tuvo la primera oportunidad para un Córdoba que rozó el gol a renglón seguido, pero Casas no supo cabecear a las mallas un gran centro de Carracedo que Lapeña peinó, dejando el balón a un palmo de la meta para el delantero rambleño.

Esos avisos, ya bastante serios, hicieron que Pellicer se decidiese por buscar variantes en el banquillo. Tres cambios de golpe tratando de ganar presencia ofensiva y frescura en el último tercio del campo para sorprender al contragolpe a un Córdoba valiente y que asumía riesgos. Los malaguistas apenas fueron capaces de generar un par de intentos de contragolpe en esos compases y Ania también buscó el segundo aire desde el banquillo apostando por Jude Soonsup-Bell en primera instancia. El inglés, que entró ovacionado de manera atronadora, tardó poco en demostrar que anda bastante perdido en sus primeras semanas con el equipo.

Con Marvel jugando al límite en cada acción en la que debía iniciar el juego desde atrás, el Málaga confió sus opciones a una escaramuza en esos minutos finales en los que el Córdoba siguió dominando el balón y tratando de asediar a un rival que nunca perdió el orden. En ese tramo final, la ocasión más clara la generó Carracedo, apoyándose en Jacobo para sacar un centro raso al que Casas no llegó en boca de gol por su excesiva fuerza.

Viendo que su equipo había perdido la frescura en ataque, Ania trató de quemar las naves dando entrada a Genardo y Théo Zidane (como mediapunta), en busca de un último empujón desde la medular. Jude pasó a ocupar la punta para confirmar su discreto debut y Zidane gozó de la última ocasión clara para los blanquiverdes con un cabezazo a centro de Jacobo que tapó un central malaguista. Ahí murieron las opciones de llevarse el partido de un Córdoba CF mejorado pero todavía lejos de esa primera victoria que aligere la mochila con la que aún cargan los blanquiverdes cuando ha transcurrido el primer mes de competición.