El Córdoba CF ya conoce los planes de la Federación para el inicio de la temporada 20-21

La Real Federación Española de Fútbol y su presidente, Luis Rubiales, caminan entre el presente y el futuro a corto y medio plazo. Y en ambos casos, el mes de julio aparece como clave. Porque en los días de la segunda quincena se dilucidarán los distintos ascensos en Segunda B y Tercera en esos play off exprésplay off ideados por el ente y que tantas discrepancias siguen suscitando; y antes de que llegue agosto está previsto que se celebre la Asamblea que determine las normas para la campaña venidera, la 20-21, que presentará no pocas novedades y en la que ya trabaja el Córdoba CF, al igual que el resto de clubes que ya han dado por terminado el ejercicio.

La primera y principal afecta directamente a la conformación de la categoría de bronce, que pasará a contar con 100 equipos en lugar de los 80 actuales fruto de la decisión de suprimir los descensos tras la cancelación de la temporada actual, como consecuencia de la crisis sanitaria del coronavirus. Ya se ha deslizado que el formato pasará a ser de cinco grupos con dos subgrupos de 10 conjuntos cada uno y que la idea es que solo haya una campaña de transición antes de formar la Segunda B Pro para el ejercicio 21-22.

Pero poco a poco se siguen conociendo detalles, aunque aún queda por dilucidar cómo se decidirán los integrantes (cercanía geográfica o clasificación, en el llamado formato cremallera). Según ha trascendido, Rubiales avanzó algunos detalles a los representantes de los 10 clubes catalanes de la categoría y el Andorra durante un encuentro telemático celebrado el pasado martes, en el que también estuvo presente el presidente de la territorial.

En la misma, el dirigente apuntó que la primera fase del campeonato comenzará a mediados de octubre y estará formada por 18 jornadas (partidos a ida y vuelta entre los 10 equipos de cada subgrupo), por lo que se prolongará hasta febrero. Entonces, arrancaría una segunda fase de la que saldrían los candidatos a pelear por el ascenso a Segunda, la Segunda B Pro o la permanencia, si bien todavía quedan dudas sobre el modelo.

Según indicó Luis Rubiales, ese segundo sector contaría de diez jornadas más y se disputaría entre los meses de marzo y abril. Sobre el papel, la manera más lógica de cuadrar esas cifras pasaría por hacer una mini liga entre los cinco primeros de cada subgrupo, arrastrando o no los resultados de la primera fase, pero solo jugando con los nuevos rivales, otra vez a ida y vuelta. Quedaría por ver si de ahí saldrían los nombres de los ascendidos o, como parece, solo serviría para sellar el pase a una promoción final.

Esta es una de las dudas a resolver aún por parte de la Federación, que deberá llevar un plan estructurado a la Asamblea que, presumiblemente, se celebrará a finales de julio, una vez ya hayan concluido los play offplay off, para dar por finiquitada la accidentada temporada 19-20. Ahí quedarán ya puestos los cimientos y las reglas para el siguiente ejercicio, convertido a día de hoy en un galimatías.

Para la misma, y aunque esto es algo que no depende de manera exclusiva del ente que preside Rubiales, también podría estar sobre la mesa la afluencia de espectadores a los estadios. Después de una primera idea de jugar a puerta cerrada todo lo que resta de 2020, como ocurrirá en las promociones, ahora la opción que se maneja en la RFEF es que pueda haber público en las gradas, aunque con limitación de aforo. Con todo, la decisión final estará en manos del Gobierno, el Ministerio de Sanidad y el Consejo Superior de Deportes y, sobre todo, en la evolución que tenga la pandemia del coronavirus en los próximos meses.