Córdoba CF: Un proyecto a relanzar entre la incertidumbre

En medio de la crisis del covid-19 y con el curso prácticamente perdido, el conjunto blanquiverde mira de reojo al próximo ejercicio

La salida de Alfonso Serrano aclara el panorama en la dirección deportiva y confirma el relevo total

Juanito, a la derecha de la imagen, junto al consejero Antonio Palacios, Miguel Valenzuela y Rafa Herrerías.
Juanito, a la derecha de la imagen, junto al consejero Antonio Palacios, Miguel Valenzuela y Rafa Herrerías. / Juan Ayala

La crisis del coronavirus ha obligado al Córdoba CF a poner sus miras ya en el próximo curso, a expensas de la comunicación oficial por parte de la Real Federación Española de Fútbol de cómo finalizará el vigente ejercicio. Los próximos días serán claves en ese sentido, aunque prácticamente todos los escenarios que se contemplan dejan fuera de juego al conjunto blanquiverde, que solo retornaría a la competición en el cada vez más improbable caso de que la federación optara finalmente por plantear un play off con más equipos de los cuatro primeros clasificados de cada grupo.

Con esa posibilidad casi descartada ya, el club blanquiverde no tiene otro remedio que mirar hacia el futuro, aunque este aparece lleno de incertidumbre en casi todos los aspectos que rodean a la institución. El primer aspecto importante a tener en cuenta será la resolución del asunto de la venta de la Unidad Productiva a Infinity. La nueva propiedad y la federación se emplazaron hace meses al 30 de junio para solventar un asunto en el que también tendrá mucho que decir la justicia ordinaria. Sin embargo, la actual paralización de la actividad en prácticamente todos los sectores dilatará una resolución del asunto hasta una fecha aún por determinar.

De momento, ni siquiera hay un juez encargado de asumir los galones y decidir si da validez o no al auto que en su día dictó el magistrado Fuentes Bujalance, que autorizó a la administración judicial a vender la Unidad Productiva del Córdoba CF, con la consiguiente llegada de Infinity al club.

Si el aspecto legal presenta dudas, en lo deportivo la coyuntura actual generará más si caben. Si finalmente se confirma, como todo hace indicar, que el CCF ya no competirá más en el presente ejercicio, tocará centrarse de lleno en el próximo. Y ahí son muchas las incógnitas a resolver. Una de ellas ha quedado despejada en estos últimos días, pues la salida de Alfonso Serrano del club ha dejado vía libre a Juanito para asumir los mandos de la dirección deportiva de forma plena. El exfutbolista ya no tendrá que compartir esas funciones con Serrano, aunque trabajará codo con codo con Miguel Valenzuela, cuyas funciones son de supervisión del proyecto de Infinity en líneas generales.

Confianza en Sabas

Con Juanito al mando, la continuidad de Juan Sabas parece cantada. El técnico madrileño firmó por el Córdoba hace dos meses, pero apenas ha podido realizar tres sesiones de entrenamiento ya que su llegada casi se solapó con el inicio del confinamiento y la paralización de la competición. Su contrato se extendía únicamente hasta el próximo 30 de junio, pero fuentes de la entidad dejan claro que la confianza en el técnico es total y que no habrá problema alguno para sellar su continuidad de cara a la próxima temporada.

Mucho más compleja será la confección de la plantilla. El Córdoba se encuentra de salida con un plantel cargado de contratos altos, muchos de ellos quizás inasumibles en la nueva realidad sobrevenida. Apenas seis jugadores acaban contrato, pero todo apunta a una renovación mayor de una plantilla que tendrá que partir con el ineludible objetivo del ascenso. Los rectores de Infinity ya han dejado claro que la ambición del proyecto es máxima, y cada temporada en Segunda División B pesará como una losa para desarrollar las metas que se han marcado.

En lo que al equipo se refiere, habrá que ver también cuál es la apuesta del club. Los nuevos rectores pusieron a la cantera como eje de su proyecto, pero la incidencia de los jóvenes a corto plazo en el primer equipo parece poco probable, más allá de algún caso puntual como Antonio Moyano. Los equipos de base necesitarán de una reestructuración y mucho trabajo para empezar a producir futbolistas para el primer equipo. Un proceso que nunca se produce de manera inmediata.

A la confección de esa próxima plantilla tampoco ayudará la situación de indefinición del fútbol y el deporte en general. La imposibilidad de que el público acuda a los estadios al menos hasta inicios del 2021 condicionará de manera muy seria el presupuesto de las entidades deportivas. En el caso del Córdoba, fuera de LaLiga, la dependencia de su masa social es incluso mayor. Infinity garantiza solvencia económica, pero el consejero delegado, Javier González Calvo, ya ha dejado claro en más de una ocasión que el proyecto se adaptará a lo que el club sea capaz de generar en busca de la sostenibilidad.

Con todas esas incógnitas propias y la incertidumbre general que rodea a muchos ámbitos de la sociedad, y por supuesto al deporte, tendrán que lidiar el Córdoba y sus gestores para relanzar un proyecto que había arrancado con mucha ilusión tras el desembarco de Infinity en el club pero que se ha visto atropellado por una realidad apabullante.

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