El Córdoba CF sana sus heridas a costa del Racing de Ferrol (3-1)

Córdoba/Tres puntos sanadores para el Córdoba CF. El conjunto blanquiverde hizo hincar la rodilla en El Arcángel a un Racing de Ferrol irreconocible, lejos del equipo que fue el curso pasado, que dejó patente en el feudo cordobesista el motivo de sus urgencias en la clasificación. Los de Iván Ania, sin necesidad de dar su versión más brillante en ataque, mostraron esta vez más efectividad y así incluso pudieron subsanar un nuevo error defensivo que penalizó al equipo y complicó un triunfo que terminó cayendo por su propio peso.

Si lejos de su feudo el Córdoba CF sigue sin mostrarse competitivo, en El Arcángel los blanquiverdes siguen sin ser derrotados y mostrando una cara que ahora mismo es el principal argumento para pensar en la consecución de los objetivos. Imprecisos por momentos, espesos, pero intensos y funcionando como un bloque para terminar venciendo con suma solvencia a un rival directo que apunta a estar toda la temporada en la misma pelea que el conjunto cordobesista.

Las dificultades para Iván Ania llegaron cuando el balón no había empezado a rodar. El técnico asturiano vio como su plan de partido se veía seriamente trastocado al caerse Adilson Mendes de su once inicial por unas molestias musculares en el calentamiento que provocaron la entrada de Genaro en el equipo, desplazando a Jacobo a la banda izquierda y dejando al de Genaro en una posición antinatural para él, a medio caballo entre la pareja de mediocentros y la referencia ofensiva.

Aunque el partido pronto iba a entrar en un ritmo cansino y de poco fútbol, empezó con una clara ocasión para los blanquiverdes. Álex Sala probó a Jesús Ruiz con un chut que atajó el arquero después de un córner botado por Carracedo en corto en jugada ensayada con Calderón. Salió la estrategia a la perfección, pero no así el remate.

Consciente de que debía protegerse para empezar a sembrar dudas en el Córdoba, el Racing de Ferrol priorizó el orden defensivo sobre las alegrías en ataque, que quedaron reducidas en el inicio a las aventuras individuales de Bebé, al que la punta de velocidad parece haber abandonado ya en el tramo final de su carrera, pero no así la confianza en sus posibilidades. El equipo de Iván Ania fue dueño del balón pero no logró imprimir un ritmo adecuado al juego y el cuadro gallego se sintió cómodo a la hora de defenderse. El bloque medio con el que los de Cristóbal Parralo esperaban al CCF en la presión dificultó al máximo que los locales pudieran armar el juego desde atrás, recurriendo a menudo a balones en largo de Lapeña para los intentos de ruptura de Jacobo o Álex Sala a espaldas de Puric y Naldo.

Álex Sala agita el partido

Quedó claro camino de la media hora de juego que tocaba un partido de digestión lenta, de esos de apretar en defensa sin perder la concentración y esperar que alguna acción aislada pudiera decantarlo de tu lado. Por fortuna para el Córdoba, emergió la figura de Álex Sala, que empezó a aglutinar el balón y a ganar protagonismo. El barcelonés no necesito demasiado para finalizar una contra lanzada por Carracedo con un disparo ajustado que no cogió portería por muy poco. A renglón seguido, otro intento lejano del mediocentro tocó en Rober Correa y el poste salvó al Racing de Ferrol de verse por debajo. El partido estaba en las botas del genial centrocampista blanquiverde, que fue precisamente el que inició la jugada del 1-0. Un córner botado en corto y colgado por Carracedo desde el perfil izquierdo permitió a Isma Ruiz controlar un balón muerto en el área, con tiempo suficiente para acomodarse el balón a la pierda izquierda y sacar un remate que entró llorando en la meta tras tocar en Señé.

Respiró el Córdoba CF viéndose por delante, a pesar de que sus méritos eran escasos. En cualquier caso, alguno más que los de un Racing de Ferrol al que el golpe le sentó fatal. Los gallegos se descompusieron y por primera vez en el partido se vieron a merced del CCF. En la siguiente acción de ataque de los blanquiverdes, Jacobo ganó un duelo por alto del que salió con campo suficiente para adelantarse el balón y sacar un misil combado que se estampó en la base del poste derecho de la meta de Jesús Ruiz. Una ocasión clarísima que pudo haber dejado el partido muy encarrilado para los locales, que llegaron al descanso con ese punto extra de energía que su rival no encontró en todo el primer tiempo.

El regreso tras el paso por vestuarios, sin embargo, no pudo ser más nefasto para el Córdoba. Cuando todavía no se habían sentado los espectadores de vuelta de las cantinas, Bebé le ganó una acción a Albarrán con pasmosa facilidad, para sacar un centro que no llevaba mucho peligro pero que Lapeña se tragó, dejando en bandeja el 1-1 a Eneko Jauregi. Un mazazo que echó por tierra todo el trabajo de la primera parte. Al Córdoba le costó reponerse de ese revés y volvió el juego espeso, lento y previsible, con el Racing de Ferrol bien colocado y los blanquiverdes ofuscados, con miedo a arriesgar en el pase y con escasa movilidad entre líneas.

Del atasco salió el Córdoba ya pasada la hora de juego y lo hizo, como suele ser habitual, gracias a la insistencia de Carracedo. El extremo sacó primero un disparo tras internarse en el área en diagonal y Jesús Ruiz respondió sin problemas. Más tarde, una pared entre él y Albarrán acabó en un centro que nadie despejó y que Calderón volvió a poner en el área para que Casas no acertarse en el cabezazo. A base de ambición, pese a no ser su tarde más inspirada, salió el Córdoba CF del bache de juego y pronto volvió a tomar ventaja. El enésimo intento de Carracedo por la derecha esta vez sí surtió efecto. El extremo superó a Bebé, se internó en el área libre de marca y puso un centro medido que Casas voleó a gol. Un golpe de aire fresco para afrontar el arreón final del partido.

Ese 2-1 fue el momento del partido en el que el Racing de Ferrol se diluyó cual azucarillo. Los gallegos ya no fueron capaces de encontrar a sus hombres de ataque fruto del cansancio y la falta de ideas y el Córdoba se sintió por fin bastante cómodo. Los blanquiverdes fortalecieron su mentalidad colectiva para defender sin apuros y tuvieron claro muy pronto que el duelo había que finiquitarlo con otra diana. La buscó el equipo en un contragolpe que lanzó Carracedo, condujo Álex Sala y finalizó con un disparo cruzado Jacobo, sin encontrar portería. Ania refrescó sus líneas agotando los cambios y arrojando piernas frescas al campo, en un movimiento que sirvió para asegurar que la tensión no bajase.

Y en esas, no tardó mucho en llegar el gol de la sentencia. Fue tras un córner botado en corto que Álex Sala colgó con maestría en el área para que Lapeña rematase imperial de cabeza. El riojano, señalado en el gol del Racing de Ferrol, se redimió de esa desafortunada acción con un tanto sanador, en lo personal y en lo colectivo, para asegurar tres puntos que son oro para el Córdoba CF antes de afrontar dos jornadas seguidas lejos de El Arcángel.