José González, Juan Merino y ¿Rafa Navarro?
Córdoba CF
El cordobés debe puntuar en Cádiz para no igualar las cifras de los peores revulsivos en Segunda
Ese 1 de 9 lo rubricaron también Crispi y Luna Eslava, que consiguieron sumar en su cuarta cita
Rafa Navarro no ha sido el revulsivo que necesitaba el Córdoba para enderezar su temporada. El cuarto inquilino del banquillo blanquiverde en el presente curso –si se cuenta al dimitido Francisco Rodríguez– ha arrancado su etapa con un pobre balance de un punto de nueve, insuficiente a todas luces para soñar con alcanzar el objetivo. Porque en sus tres jornadas al frente del equipo, el déficit con la permanencia ha pasado de seis a diez puntos, complicando aún más un panorama ya de por sí desangelador.
Con tales números, el arranque del técnico cordobés le ha colocado a las puertas de ganarse un sitio en la historia negra del CCF. En la etapa reciente del club blanquiverde en Segunda División, apenas cuatro relevos tuvieron un comienzo tan negativo. Rafael Alcalde Crespín, Crispi, José González, Juan Luna Eslava y Juan Merino también firmaron sólo un empate en sus tres primeros encuentros, y de ellos, sólo los dos entrenadores gaditanos empeoraron sus registros en la cuarta parada, siendo todo menos revulsivos.
De esta manera, Rafa Navarro es consciente de que la única manera que tiene para escapar de este dúo de triste recuerdo pasa por sumar en el Ramón de Carranza ante el Cádiz, donde por cuarta semana buscará su primera victoria como entrenador de la primera plantilla del Córdoba. De momento, el día que más cerca estuvo fue el de su estreno, cuando el Málaga firmó el definitivo 1-1 en la última jugada del partido; luego llegó la debacle en Almendralejo ante el Extremadura (3-0) y la dolorosa derrota del domingo ante el Sporting de Gijón (1-2).
Desde el ascenso de Cartagena en junio del 99 que prácticamente coincidió con el cambio de siglo, el CCF ha efectuado un total de 24 cambios de técnico con la campaña en marcha: dos en Primera (14-15), uno en Segunda B (04-06) y hasta 21 en la categoría de plata, el último el de Rafa Navarro hace sólo tres semanas, para completar el quinto relevo bajo la dirección de Jesús León.
De todos esos revulsivos vestidos de plata, sólo cuatro tuvieron una puesta en escena tan pésima como la actual. Luego, dos tuvieron continuidad y acabaron consiguiendo el objetivo (José González y Luna Eslava), y los otros dos fueron destituidos poco después al no conseguir revertir la situación. Eso sí, sólo una de esas campañas acabó de manera trágica, aquella 04-05 del cincuentenariazo en la que el Valladolid cortó de raíz las opciones de milagro en la penúltima jornada, ya con Juan Carlos Rodríguez como comandante de la nave.
El Cádiz, un mal rival para reaccionar
Como datos, de todos ellos ninguno consiguió conducir al Córdoba a la victoria en la cuarta cita. Lo más productivo fueron los empates que sumaron Crispi y Luna, y que los sacó de uno de esos capítulos que pueblan la historia negra del club. Es lo mínimo que se le exige ahora a otro cordobesista de corazón en el Ramón de Carranza, donde espera un Cádiz que acumula dos jornadas sin ganar, lo que lo ha sacado de la zona de play off de ascenso
Además, la escuadra amarilla no podrá contar con sus dos mejores armas ofensivas: Manu Vallejo, con España sub 12, y Darwin Machís, con Venezuela. Eso sí, el conjunto de Álvaro Cervera sólo ha perdido un partido de local y es el segundo equipo de toda la competición que menos goles ha recibido ante su público (8, por los 6 del líder Osasuna). Por lo que el desafío del Córdoba y de Rafa Navarro es mayúsculo.
José Antonio Romero, el mismo guarismo, aunque en Primera
Desde aquel inolvidable cartagenazo que supuso poner fin a la travesía por el desierto de la Segunda B –y la Tercera–, todavía hay un sexto entrenador con desembarco arrancado el curso con un arranque con un punto de nueve posibles: José Antonio Romero. Sin embargo, el veterano técnico sevillano lo hizo durante la temporada 14-15, en el efímero paso por Primera División. Como en la 04-05, esa ausencia de revulsivo terminó con un descenso, en este caso a Segunda, aunque Romero sí acabó el campeonato en el banquillo. Y eso que en sus once jornadas sólo sacó dos puntos, cerrando la liga con una serie de seis derrotas seguidas.
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