El Córdoba CF llega a un acuerdo para la rescisión del contrato de Alberto González

Más allá del ruido y los líos extradeportivos por el retraso en el pago de Jesús León a Carlos González para finiquitar el proceso de compra venta, el Córdoba CF sigue dando pasos para la confección de su plantilla para la próxima temporada, en la que partirá como uno de los favoritos en el Grupo IV de Segunda División B. El último ha sido la salida del portero Alberto González, que no entraba en los planes de futuro de la entidad y este jueves ha firmado su desvinculación. Entre los descartes, ya sólo queda por salir el también meta Marcos Lavín.

Avalado por un buen año en el Ciudad de Lucena, en División de Honor, Alberto González llegó al Córdoba en verano de 2017 para formar parte del filial, un Córdoba B que por entonces militaba en la categoría de bronce. Tras disputar apenas 8 encuentros, el club blanquiverde decidió prolongar su contrato dos campañas más, la segunda vinculada al primer equipo, donde ahora se ha encontrado sin sitio.

El meta cordobés disputó la pasada campaña 20 partidos con el filial cordobesista, ya en Tercera División. Pero su gran día llegó en septiembre, cuando la lesión de Marcos Lavín y la cláusula del miedo impuesta por el Tenerife a Carlos Abad le abrió la puerta de su debut con el primer equipo en Segunda División ante el cuadro chicharrero (1-1) y en El Arcángel.

Tras la salida de Alberto González, el Córdoba ya sólo tiene la patata caliente de Marcos Lavín, que tampoco cuenta para esta temporada, pero tiene vinculación hasta 2021. En los últimos días no se ha ejercitado con la plantilla, alegando un brote de paperas en la versión oficial del club blanquiverde.