El Córdoba CF se aferra al coraje para ganar al San Fernando (1-0)

Sin hacerlo bonito, también sabe ganar. El Córdoba CF sacó adelante un partido más que discreto ante el San Fernando en el inicio del tramo final de liga, colocándose de manera momentánea en el primer puesto de la clasificación -si bien la posterior victoria del Castellón les devolvió al segundo puesto- y alargando una semana más su espectacular dinámica ganadora. Los blanquiverdes sufrieron de lo lindo ante un rival respondón, con poco que perder y mucho que ganar, que no tiró la toalla hasta el pitido final y que demostró que, ahora que cada punto vale su peso en oro, hay que sudar de lo lindo para conseguirlos.

Ante la falta de brillantez en el juego combinativo y una tarde poco inspirada que evitó haber abrochado el partido mucho antes, el Córdoba CF se aferró al coraje defensivo del equipo y al oportunismo de un Kuki Zalazar que se sacó un gol de falta providencial para confirmar el gran momento de forma que atraviesa. No le hizo falta más que ese serio trabajo atrás y el zarpazo en ataque al equipo de Iván Ania, aunque los 90 minutos requirieron de un esfuerzo tremendo para doblegar a un San Fernando que tiene claro que no quiere bajar y que, jugando así, tiene muchas papeletas para lograr esquivar esa suerte.

Ya desde el once inicial se adivinaba un partido atípico para el Córdoba CF. Los problemas musculares que apartaron a Casas de la convocatoria llevaron a Iván Ania a renunciar a una referencia clara y apostar por Kike Márquez como hombre más adelantado, en una labor que alternó con Kuki Zalazar. Una apuesta por la movilidad en el frente de ataque pero que sacó al equipo de su esquema habitual.

Quizás por ese cambio, más la desesperante imprecisión en los pases durante toda la primera media hora, el partido transitó por caminos muy peligrosos para un Córdoba CF superior al San Fernando, pero que se topó con un rival amenazador, nada de una muralla defensiva, como ya había avisado su técnico, Alfredo Santaelena, en la previa. Mas bien al contrario, pues hasta tuvieron tramos de dominio del balón y ocasiones en ataque, fruto de su gran trabajo en la presión.

Y todo ello pese a que la iniciativa fue del Córdoba CF desde el arranque, con una primera internada de Calderón que finalizó con un centro chut que lamió el larguero para salir alto por poco. Aunque el San Fernando estaba bien plantado y seguro en defensa, el conjunto blanquiverde lo logró desarbolar gracias al indetectable Diarra, que aprovechó una ruptura desde la segunda línea para deshacerse de su par, acomodarse el balón a la zurda y estrellar el esférico en el poste.

Una ocasión que pudo haber cambiado el partido, pero que hizo al San Fernando despertar y afilar el colmillo. Los gaditanos avisaron ya con un centro de Nahuel Arroyo, su hombre más activo, que Aquino cabeceó tras superar a Lapeña. Poco después, una pérdida absurda de Carracedo en campo rival permitió un contragolpe que condujo Alfonso Martín y en el que Carlos Marín tuvo que sacar los puños para evitar males mayores.

La incomodidad del Córdoba y la imprecisión en los pases se contagió a la grada y el runrún se hizo mayor cuando Biabiany, a la media hora de juego, trazó una diagonal sin oposición para plantarse ante Carlos Marín y estrellar el balón en el poste con todo a favor. El enfado por esa acción, y las acumuladas hasta entonces, llevó a Ania a mandar a calentar a Isma Ruiz y Adilson Mendes de inmediato.

Pero a raíz de ese susto pareció despertar el Córdoba, que ganó seguridad en los pases y templó los nervios para volver a mover el balón con insistencia de un lado a otro. Un gol bien anulado a Kuki Zalalar dejó paso a una grandísima ocasión de Albarrán, que recibió un pase filtrado de Carracedo pero se topó en su disparo con la salida de Fuoli. La siguiente acción ya sí iba a ser definitiva, pues, en una falta lejana y lateral, Kuki Zalazar confió en su disparo ajustado y sorprendió al meta isleño para abrir el marcador.

A pesar de las dudas, el Córdoba CF logró golpear primero y entonces volvió a someter al San Fernando como solo había hecho en los primeros diez minutos. Simo tuvo el segundo en sus botas pero falló con todo a favor en su remate tras recibir un pase raso de Carracedo. Poco después, y antes del pitido final del primer acto, Calderón percutió por la izquierda y exigió a Fuoli una gran parada ante su centro chut.

El descanso le sirvió al Córdoba CF para serenarse y para que Ania corrigiera aspectos en la circulación de balón que ayudaron a su equipo a superar mejor la presión del San Fernando, pegajoso igualmente en el segundo acto. Fruto de ello el equipo blanquiverde dominó por fin con holgura a su rival y acumuló ocasiones para haber sentenciado el partido.

A la hora de juego, Kuki Zalazar culminó con un cabezazo que se marchó alto una buena jugada colectiva que Calderón puso en el área con un gran centro. Un minuto después, el mediapunta cayó a la izquierda y encontró a Carracedo en el área, pero el extremo se topó con la gran parada de Fuoli para evitar el 2-0. Hasta Calderón, muy motivado ante su exequipo, gozó de una buena ocasión al colarse en el área sin oposición, pero su disparo lo repelió un defensa.

Los cambios dieron al Córdoba mayor solidez, sobre todo el de Isma Ruiz por Kike Márquez, con el que Iván Ania ganó piernas frescas en la medular y más control de pelota. Sin embargo, el marcador abocaba el choque a un final de infarto y así se dio, sin que el San Fernando tuviera grandes ocasiones -más allá del disparo final de Unai Naveira- pero sí esa actitud amenazante de intentarlo hasta el último momento.

El Córdoba CF sufrió para ganar, pero lo hizo en un día gris en el que no dio una versión ni siquiera aproximada a la mejor que se le ha visto esta temporada. Ahí está el valor de este triunfo que permite a los de Iván Ania seguir lanzados en la búsqueda del ascenso directo. El liderato apenas duró unos minutos, pero en el horizonte aparecen nueve jornadas con muy buenas perspectivas para el CCF.