El Córdoba CF tumba al Cartagena y mantiene su estatus en El Arcángel (2-1)

Córdoba/Nuevo balón de oxígeno en El Arcángel. El Córdoba CF doblegó al Cartagena en su feudo, volviendo a dejar patente que en casa es capaz de agarrarse a los partidos hasta el extremo y aunque no encuentre su mejor versión, como le sucedió durante muchos minutos ante el conjunto departamental. Los hombres de Iván Ania tuvieron que sudar para amarrar tres puntos de un valor superlativo ante un Cartagena que apunta a estar en la zona caliente toda la temporada y que ahora vuelve a quedar alejado de un CCF que toma aire a la espera de que se complete la jornada durante el fin de semana.

Aunque el equipo de Iván Ania jugó una espesa primera parte, la intensidad y concentración con la que fue a cada duelo le permitió no perderle nunca la cara al partido y terminar decantando de su lado la balanza por mera insistencia y gracias a poner más ambición y argumentos que un rival bastante tocado por múltiples factores y que poco hizo en El Arcángel para evitar la derrota.

Con las novedades de Genaro y Martínez por el sancionado Théo Zidane y el lesionado Marvel –se retiró del calentamiento con molestias–, Iván Ania trató de dar continuidad al once inicial que dispuso el pasado fin de semana en Granada. El escenario, eso sí, era distinto. En El Arcángel, el Córdoba CF tenía que llevar el peso del partido y, aunque esa fue siempre la intención de los blanquiverdes, lo cierto es que en la ejecución el equipo no estuvo nada acertado en el primer acto.

El Córdoba CF puso la intención y tuvo el balón, pero le costó un mundo ser preciso a la hora de hilar pases, ante un Cartagena sin prisa alguna, sin correr el más mínimo riesgo, pero amenazador a través de la velocidad de sus hombres de banda. Los de Jandro se protegieron bien en bloque medio, logrando eso que tantos equipos buscan en el feudo cordobesista se hacer el duelo espeso en la medular. Ese trabajo del Cartagena se vio beneficiado también por la espesura de los hombres de Ania, poco clarividentes y obcecados en finalizar los ataques por banda cuando el área menos poblada estaba.

Con todo, el Córdoba tuvo la iniciativa y la primera ocasión fue suya, con un disparo de Jacobo raso y ajustado que Pablo Cuñat envió a córner. Un acercamiento que no sacó el partido de una monotonía que inquietó por momentos a El Arcángel, sensación acrecentada por los fallos en tres cuartos de campo de un equipo sin calidad en esa segunda línea para terminar las jugadas con criterio.

De ese atasco en el juego solo salió el Córdoba CF a través de los intentos de Carracedo de desbordar a Vukcevic. El extremo diestro, a la media hora de juego, generó la ocasión más clara del primer acto. De un recorte seco sentó a su par y puso un balón templado que Jacobo cabeceó poderoso, entrando con fuerza desde atrás y obligando a Cuñat a estirarse para desviar el balón al larguero. Ahí pudo cambiar el guion del duelo, pero el CCF desperdició su ocasión de oro.

Y lo cierto es que en el tramo final del primer tiempo fue el Cartagena el equipo más incisivo, con Cedric Teguia y Jairo entrando más en juego y generando cierto nerviosismo en la zaga blanquiverde, donde Martínez volvió a dejar patente que está para pocos trotes, arrastrando una amarilla desde el minuto 3 de juego. Los departamentales, sin avasallar, se dejaron ver en ataque y Cedric probó a Carlos Marín con un chut blando antes del descanso, dejando patente que el Córdoba tenía mucho que mejorar para decantar el partido de su lado en el segundo acto.

Y lo cierto es que, si la primera parte no fue nada brillante, la segunda dejó ver a un Córdoba mucho más clarividente en ataque y con argumentos para hacer daño al Cartagena desde el primer momento. Solo habían transcurrido unos segundos de la reanudación del juego cuando Carracedo aprovechó un balón en profundidad para ganar la línea de fondo y sacar un centro atrás al que Jacobo no llegó antes que su par por escasos centímetros. Una buena muestra de que las intenciones de los blanquiverdes eran claras en lo que a ambición se refiere.

Ese trabajo de desgaste y de insistir en buscarle las cosquillas al rival fue minando la moral de un Cartagena cuyo bajón físico fue evidente muy pronto. Los departamentales dieron un claro paso atrás, ya no salían con solvencia de su campo y el Córdoba estaba cómodo, monopolizando por fin el balón y con ataques más precisos. Ania vio claro que su equipo necesitaba una vuelta de tuerca en ataque, piernas frescas para abrir la lata y con Kuki Zalazar ordenó algo más a su equipo en el clásico 4-2-3-1, a la vez que con Xavi Sintes eliminaba el riesgo de que Martínez viese la segunda amarilla.

Aunque pudo ser casualidad, el efecto fue inmediato. El Córdoba lanzó una nueva contra por la derecha, desde donde Carracedo vio a Jacobo solo en la izquierda y le sirvió un pase que el madrileño convirtió en un chut fallido del que Casas se aprovechó en el segundo palo, como los arietes contrastados, para empujar el balón a la red y adelantar a su equipo.

Ese gol tranquilizó al Córdoba y dejó muy tocado al Cartagena, al que se le juntaron el bajón físico y el mazazo de verse por detrás en el marcador. Ahí el conjunto blanquiverde olió la sangre y no tardó en encarrilar el partido. Lo hizo de nuevo percutiendo por la derecha, desde donde Carracedo habilitó a Albarrán para que el lateral ganase el área del Cartagena y, cuando esperar que centrase, sacó un disparo cruzado que sorprendió a Pablo Cuñat. El 2-0 fue el golpe definitivo, o eso pareció.

Ania fue agotando los cambios para frenar el lógico cansancio de los suyos y el Cartagena no dio sensación de poder reengancharse al duelo. Es más, fue el propio Córdoba el que dio algo de vida a los departamentales, que recortaron distancias tras una grave falta de entendimiento entre la zaga blanquiverde y Carlos Marín, acción que facilitó el gol de Cedric Teguia. Ni siquiera ahí le temblaron las piernas al CCF, aupado por su afición en el último esfuerzo para amarrar los tres puntos. El Cartagena, que ya se había dado por vencido, ni siquiera inquietó a Carlos Marín y los hombres de Iván Ania pudieron celebrar tres puntos de un valor incalculable que suponen un nuevo golpe de oxígeno a la espera de mejorar los guarismos lejos de casa. Porque de lo que no hay duda es que en El Arcángel este Córdoba CF es otro.