La defensa, el gran salto de calidad del Córdoba CF

Córdoba CF

Los blanquiverdes solo han encajado dos goles en los últimos cinco partidos, saldados con victoria

Carlos Marín acumula 333 minutos sin haber sido batido en su mejor racha de la temporada

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Así está la clasificación del Grupo 2 de Primera Federación

Adrián Lapeña despeja un balón en el Melilla - Córdoba CF. / LOF

El Córdoba CF camina hacia el final de la primera vuelta del campeonato liguero en el mejor momento del curso, aupado hasta la tercera posición de la tabla por su imponente dinámica de cinco triunfos consecutivos y reforzado por un despliegue creciente en el terreno de juego que ha llevado a los de Iván Ania a encadenar victorias con una solvencia nunca antes mostrada en el presente ejercicio. Un estado de forma que ha permitido al equipo dar el salto de calidad al que tanto ha llegado costar y que tiene, entre varios factores, una explicación principal: la mejoría en defensa del equipo.

Y es que más allá de las buenas prestaciones que el equipo blanquiverde está dando en ataque, habiéndose colocado ya como el segundo conjunto que más goles hace, es la notable mejoría defensiva la que está permitiendo al Córdoba acercarse a los objetivos que se marcó al principio de la temporada. Los hombres de Iván Ania han conseguido cerrar su arco de manera significativa y ese logro está allanando muchísimo el camino de las victorias.

Con independencia de los estilos de cada equipo y del fútbol que practica el Córdoba CF, una temporada más los datos ponen de manifiesto que para ser uno de los conjuntos que se instalen en la zona alta de la clasificación la fiabilidad defensiva es una condición innegociable. El conjunto blanquiverde es la mejor muestra de ello, pues su espectacular racha de victorias se ha basado en secar el caudal ofensivo de sus rivales hasta cifras casi anecdóticas.

Por eso, no es casualidad que el pleno de 15 puntos logrado por los hombres de Iván Ania haya llegado acompañado de unos guarismos defensivos excelentes, con solo dos goles encajados en esos últimos cinco partidos. De ellos, además, solo el que logró el Atlético Sanluqueño significó una ventaja momentánea para el rival, pues el otro llegó en la goleada al Atlético de Madrid B cuando el partido ya marchaba con un claro 0-3 en el marcador.

Los datos hablan a las claras de que la regularidad en la victoria en esta y cualquier categoría solo se consigue bajo el paraguas de unos números defensivos notables. El Córdoba CF, por supuesto, no es ninguna excepción. De hecho, si se divide en dos la temporada del conjunto blanquiverde hasta la fecha, en las ocho primeras jornadas son diez goles los encajados, por seis en los últimos ocho partidos. Una progresión notable, acrecentada incluso en las últimas semanas, que ha permitido al CCF despegar en la clasificación. Los de Ania alcanzaron esa octava fecha liguera siendo octavos, con diez puntos menos que el Castellón y ocho menos que el Ibiza; ocho semanas después, se han colocado en la tercera plaza, habiendo sumado cinco puntos más que los castellonenses y tres más que los pitiusos.

Marín, en su mejor racha

Detrás de esos crecientes datos que respaldan la mejoría defensiva del Córdoba CF está, por supuesto, la progresión colectiva del equipo y el buen momento que atraviesan muchos jugadores, lo que sin duda está redundando en el beneficio grupal.

Y es que el Córdoba CF ha sido capaz de asentar una defensa cada vez más sólida y fiable a pesar de las dudas levantadas en un principio. Ni siquiera los diferentes contratiempos en forma de lesión y sanción, que han ido provocando el baile de nombres en los onces titulares, han conseguido desdibujar esa mejoría general en el aspecto defensivo del equipo.

El duelo ante el Castellón fue un claro ejemplo de ese trabajo en campo propio del Córdoba, con una pareja de centrales firme y sólida formada por Lapeña y Carlos García, dos laterales ofensivos como Calderón y Albarrán que supieron cubrirse las espaldas sin renunciar a su vocación de ir al ataque, y un centro del campo solidario e incansable en las ayudas a la última línea de resistencia, con Isma Ruiz y Diarra como hombres destacados en esa labor.

El Córdoba CF defiende más que nunca como un bloque y ese rendimiento colectivo está impulsando también el brillo individual. Un ejemple claro es el de Carlos Marín, que acumula ya su mejor racha de la temporada con 333 minutos de imbatibilidad. Desde que Nacho Goma hizo el 1-0 en el primer tiempo de la visita al Atlético Sanluqueño, el guardameta almeriense no ha vuelto a ser batido.

La seguridad defensiva de su equipo, además, está descargando a Marín de esa presión de ponerse el traje de salvador demasiado a menudo. Sus grandes intervenciones han servido en muchas ocasiones para ganar partidos, pero cuando menos trabajo ha tenido el equipo ha logrado por fin encadenar una racha triunfal importante. Y es que es ahí, en la defensa, donde está el gran salto de calidad de este Córdoba CF.

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