Visto y Oído
Broncano
Entrevista a José Antonio Martínez, jugador del Córdoba CF
José Antonio Martínez (La Palma del Condado, 1993) ha caído de pie en el Córdoba CF. El central onubense llegó al club de El Arcángel en el penúltimo día del mercado de invierno de fichajes y, aunque todavía no ha tenido un protagonismo determinante en cuanto a minutos, ya ha dejado ver a las primeras de cambio que se trata de un jugador que debe ser diferencial para el conjunto blanquiverde cuando llegue la hora de la verdad. La buena marcha del equipo y la predisposición del vestuario a acoger a los nuevos han permitido una adaptación rápida y sólida que ha terminado por convencer a Martínez de que tomó la decisión correcta cuando firmó por el Córdoba CF para retomar su carrera en España, después de tres años viviendo la experiencia de la MLS en Estados Unidos. Deseo de "ganar siempre", el defensa está convencido de haber llegado a un club que le devolverá esa competitividad que por momentos echó de menos en su etapa en Dallas.
-Después de un mes en el Córdoba CF, ¿cómo ha sido su adaptación?
-La verdad es que estoy muy a gusto. Siendo de Huelva, de La Palma del Condado, no había venido tanto a Córdoba. Siempre había venido a jugar. De visita, cuando era pequeño a la Mezquita, pero no había hecho vida en esta ciudad y la verdad es que es una barbaridad. El hecho de volver a estar cerca de mi casa, tener ahora todo lo que echaba de menos cuando estaba fuera, me hace estar muy contento. En el club, lo mismo, desde el primer momento me han acogido y me han abierto los brazos. Es un gusto la dinámica y la energía que hay dentro del equipo. Entrar en este mes, que ha sido muy bueno y con el equipo en este nivel de confianza, facilita mucho la adaptación.
-Tanto que parece que llevase más tiempo aquí.
-Entrar en una dinámica positiva lo hace todo más fácil y no puedo poner ningún pero a cómo ha sido mi llegada. Está por encima de lo que me esperaba. Yo venía con una perspectiva que incluso se ha superado. Parece que llevase aquí más tiempo pero es lo que transmite el equipo, que desde primera hora te acoge con naturalidad y buena energía. Hay una química que desde fuera seguro que se nota, pero cuando estás dentro es incluso mayor.
-Todo lo contrario que su última etapa en Eibar, hace unos años.
-Lo de Eibar fue muy complicado, casi todo fue en contra. Entré en una dinámica mala que ahora con la experiencia ves que no deberías haber entrado. Fue una etapa difícil, recién salidos del covid... De ahí viene un poco la decisión de irme a Estados Unidos, buscando un reseteo. Me vendieron un proyecto muy bueno, que era de tres años y en una liga con ambición por crecer. La forma en la que el Dallas quería crecer me cuadraba y me lancé a la aventura, que valoro de una manera muy positiva. Ahora es una liga que busca más el talento joven y yo quería otras cosas. No encontraba la motivación de seguir en un proyecto así.
-Esa motivación del reto permanente ya dijo que le había traído a Córdoba.
-Es que si no, el día a día se hace durísimo. A mí en Eibar se me hizo muy duro porque yo no estaba a gusto en ningún hábito de mi vida y por eso lo pasé muy mal. Yo siempre he tenido claro el moverme por sensaciones. Con el Sevilla Atlético ascendimos a Segunda División y yo salí porque creía en el proyecto que me presentó el Barça B para jugar en Segunda B. Era arriesgado, pero a mí me motivaba muchísimo. Tenía claro que me quería mover por este tipo de sensaciones y, de hecho, por eso estoy aquí.
-¿Cómo de importante fue la figura del CEO para su fichaje?
-En una categoría tan exigente como esta, lo que yo tenía un poco de miedo era por ver a un club tan grande compitiendo en campos complicados, en los que tienes que competir y luchar. Yo había visto algunos partidos y el equipo daba mucho la cara. Estaba claro que los mimbres estaban. Después, Antonio [Fernández Monterrubio] sabe cómo soy y lo que me mueve a mí. Antonio y el equipo que trabaja con él saben lo que se necesita en estas categorías para tener rendimiento y eso genera mucha confianza. No he tenido dudas en el aspecto deportivo de que aquí las cosas se están haciendo con todo el sentido del mundo.
-¿Ni siquiera le hizo dudar el verse fuera del colchón tan cómodo que es el fútbol profesional?
-La verdad es que para mí no ha sido un problema. He estado en Segunda B algunas temporadas, soy un jugador formado ahí y sé lo que es. Es cierto que los futbolistas tienen mucho ego y cuando alcanzas una categoría quieres mantenerte ahí, pero yo no he visto el venir aquí como un cambio a peor. La exigencia está en el día a día y en el Córdoba CF la exigencia es mayor que en muchos equipos de categoría superior. Igual que tampoco es común en Segunda División jugar en un campo que tiene de media 10.000 o 11.000 espectadores. No me planteé demasiado el tema de la categoría. El Córdoba CF tiene un proyecto de ganar siempre y eso es lo que buscaba. Es más positivo que ir a otro equipo que no lo tiene tan claro. Aquí hay que ganar y yo prefiero este tipo de equipos.
-Imagino que con más intención si cabe viniendo de Estados Unidos.
-Estados Unidos es otra cosa. El proyecto se plantea para crecer poco a poco, pero sin las exigencias que puedes tener en un club como el Córdoba CF. La MLS está cambiando mucho, saben cuáles son sus puntos positivos y negativos y mi sensación es que van en el buen camino. En un fútbol que está cambiando muchísimo, ellos están metiendo otro concepto de competición, una manera distinta de vivir el fútbol, y eso atrae mucho talento joven, sobre todo de Sudamérica. Es una liga que está creciendo pero también creo que tienen el techo en las condiciones culturales del país, porque el fútbol allí no es lo mismo que en Europa. Es un techo bastante difícil de romper.
-¿Qué le ha aportado esa etapa de su carrera?
-A Dallas me fui con mi pareja, y el tener ese apoyo ante un cambio tan radical siempre es mejor. Es verdad que el primer año, por el tema del covid, lo pasé solo y fue durísimo, pero viéndolo ahora con distancia, la verdad es que fue muy positivo. Creces mucho personal y mentalmente. El hecho de adaptarte a otra cultura, otro idioma, a vivir solo... son muchos condicionantes que si no te tumban te hacen ser más fuerte. Eso nos ha hecho muy fuertes y es un plus que nos llevamos para siempre.
-Usted fue a Dallas, además, que es como caer en Estados Unidos dentro de Estados Unidos.
-Sí, es un estado conservador, que en ciertas cosas según las vemos aquí parece que estás volviendo al pasado. Pero el hecho de que fuese un choque tan grande, me vino incluso mejor. Me traje el dominio del idioma y ese choque cultural que te hace adaptarte y ser menos rígido en tus opiniones.
-¿Qué fue lo que más le llamó la atención o le costó asimilar allí?
-Me chocó mucho la poca vida social, allí tienen muy interiorizado el día a día en trabajar y la familia, que es donde se hacen fuertes. Valoras mucho más lo que tienes aquí. Son una sociedad muy respetuosa pero también un poco fría, de no ponerse mucho en la piel del otro. Es difícil llegar a las personas. A veces era casi imposible hasta preparar una cena de equipo. Encuentras el apoyo de la gente que es más como tú, los latinos, los españoles que llegaron después, y eso te hace estar más como en casa. La experiencia ha sido muy buena, pero yo para mi vida quiero otra cosa.
-¿Qué costumbres le llegaron más?
-A mí desde pequeño me fascinaba la cultura del deporte americano y también quería vivir eso, que me llamaba muchísimo la atención. Ya llevaba varios años con la oportunidad de ir y aproveché el cambio que yo buscaba. Sigo la NBA, he conocido el fútbol americano y me aficioné a él, que también te ayuda a socializar con ellos.
-Se acaba su etapa en Dallas y sabía que quería volver, pero además lo más cerca de casa posible.
-El estar cerca de casa es fundamental, no lo niego. Quizás este mismo proyecto me lo venden en otro sitio y ya tendría que valorar más cosas. Yo tengo claro lo que quería y una de ellas es estar cerca de casa otra vez.
-¿Le pesa esa responsabilidad con la que se le ha cargado por venir a sustituir a Gudelj?
-Cuando llegas a un equipo en el mercado de invierno, suele ser por una necesidad. Eso lo asumo y es natural. Entiendo que por lo que ya he hecho, yo tengo que coger esa responsabilidad y lo prefiero, para liberar a otros compañeros. Tener jugadores que canalizan la presión para que otros se suelten es fundamental. Con 31 años, mis motivaciones son esas. Yo cojo esa responsabilidad encantado. No es lógico que se le pida, por ejemplo, a un chaval como Mati que está empezado. Oye, si la coge naturalmente, pues chapó por él. Y de hecho está rindiendo en todos los partidos, pero es innecesario cargarlos con esa presión. Si algo te da la experiencia es el saber canalizar todo eso y si mi experiencia sirve para canalizar la presión, por mí de lujo.
-¿Le ha ayudado que el equipo esté bien para no verse empujado a ser importante con urgencias?
-Bueno, está claro que eso facilita la integración. Que todo el mundo esté rendimiento es importantísimo y en mi caso, que vengo de un tiempo sin jugar, incluso más. Luego tú vas a competir al 200% porque quieres jugar, pero ver a los compañeros tan bien, te quita prisas. No la presión, pero sí las prisas.
-¿Está cómodo en el juego de Iván Ania? A los centrales aquí se les pide que sepan salir jugando y ya ha mostrado que puede hacerlo.
-Cuando yo me voy a Barcelona era un poco por eso. Creía que tenía mejorar en el tema técnico, porque a los centrales se les pide ahora que tengan un buen trato de balón. Aquí el equipo vive de eso. Los centrales tiene que estar siempre atentos a las vigilancias, tienen que tener buen pie porque son los primeros en atacar. Obviamente sabía que el equipo quería esto.
-El Córdoba CF es un equipo ofensivo, pero sus números defensivos están ya entre los mejores de la liga. ¿A qué cree que se debe?
-La verdad es que no sé los datos, pero la sensación que me da el equipo es que es muy solidario, que trabaja muy bien en todas las fases del juego. Si los primeros que defienden son tus extremos, eso quita al resto un trabajo tremendo. El trabajo defensivo que se hace en lo colectivo es brutal y eso facilita también la adaptación de todo el que entra. Es mejor tener que rendir en tres situaciones defensivas que en 15. El Córdoba CF es muy protagonista en ataque pero está muy bien trabajado defensivamente.
-En la situación actual del equipo, ¿es posible pensar en alcanzar el ascenso directo?
-Parece que tiramos de librillo, pero la realidad es que no pensamos más allá del partido que viene. Estamos en muy buena dinámica. Yo entiendo que desde fuera se especule, que la gente se ilusione con llegar al ascenso directo, pero el equipo está mentalmente muy metido y el crecimiento que demuestra viene de hacerlo bien cada semana. Lo que está claro es que el equipo va a estar preparado para competir cada semana y eso también tiene que ser una ilusión para el aficionado.
-Por su experiencia, ¿qué factores son más importantes de cara a un hipotético play off?
-He jugado dos veces play off y son partidos entre equipos con la misma dinámica, lo que hace que los partidos se decanten por detalles. En esos detalles entran los momentos de tensión, la afición, muchas variables. Que estés enchufado desde ya y viviendo cada partido de esa manera te va a hacer llegar preparado al final.
-¿El factor afición puede ser determinante para el Córdoba CF?
-A mí me gusta y creo que nos debe ayudar. La afición cordobesa es exigente y es importante saber controlar los momentos de tensión, que esa posible duda que tenga el aficionado no se traduzca en nervios dentro del campo. Y luego aprovechar la energía positiva y multiplicarla por tres porque es espectacular. Yo gané las dos veces que vine aquí de visitante pero recuerdo cuándo nos atacaban que el estadio parecía una losa que se te viene encima. Si entras en esa dinámica entre equipo y afición, las cosas buenas caen solas. Tenemos que ser inteligentes y aprovechar esa energía, porque tenemos un arma brutal en El Arcángel.
-¿Dónde ve al equipo al final de la temporada?
-A mí me gusta ganar, ganar siempre. Adrián Ramos, un compañero que tuve en Granada, siempre me decía que en el fútbol hay que crear el hábito de ganar. Tú creas ese hábito y sales con la mentalidad de que vas a ganar y eso te hace estar un plus por encima del rival. Así nos metimos con el Granada en Europa League haciendo historia. Es importante no pensar en el largo plazo. Lo que estás sembrando ahora es lo que te va a llevar hacia los objetivos.
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