¿Otros 300.000 euros a la suma de Infinity en el Córdoba CF?

Córdoba CF

La resolución del Mercantil de determinar que el contrato de Clínicas Beiman con el club estaba dentro de la Unidad Productiva da paso al proceso judicial

La empresa reclama 42.000 euros por sus dos últimos meses de trabajo y una penalización por la ruptura del contrato que asciende a otros 250.000

El doctor Bernardo Viana y una de auxiliar examinan a Javi Flores, el pasado verano en la sede de Beiman en Córdoba.
Javi Flores es examinado el verano de 2019 en la sede de Beiman en Córdoba. / Laura Martín
C. L.

01 de marzo 2021 - 17:48

El desembarco de Infinity en el Córdoba CF, tras la compra de la Unidad Productiva del Córdoba CF SAD por Unión Futbolística Cordobesa, aún sigue dando coletazos. El último, que terminará con un nuevo proceso judicial, viene a cuenta de la determinación por parte del Juzgado de lo Mercantil número 1 de Córdoba de que el contrato que unía al club blanquiverde con Clínicas Beiman entraba en la UP y, por lo tanto, debía haber sido subrogado. De esta manera, falla en contra de la demanda de resolución planteada por la administración judicial y da paso a la vía de primera instancia.

Beiman, que firmó en 2019 un contrato de diez años con la entidad cordobesista para coordinar los servicios médicos por un importe mensual de unos 21.000 euros, reclama ahora más de 42.000 por sus dos últimos meses de trabajo, diciembre de 2019 y enero de 2020, además de una penalización por la resolución temprana del acuerdo, acorde a lo que recogía una de las cláusulas del mismo. Este montante sería de doce meses al completo, lo que dispara la suma por encima de los 250.000 euros y eleva el total a una cantidad cercana a los 300.000 euros. El dictamen final queda ahora en manos del juzgado.

Porque aunque la resolución del Mercantil obliga a la subrogación de dicho contrato, el Córdoba no está por la labor. De hecho, ya optó por no someterse a la aceptación el pasado 4 de febrero, prácticamente dos meses después de su llegada a El Arcángel, y de inmediato confirmó la incorporación de Víctor Salas como jefe del área de salud, dando paso a la creación de una estructura en la que se encuentra también el doctor José Miguel Bretones, y que desde entonces viene dando servicio a los diferentes equipos junto a otras clínicas de la ciudad con las que la entidad ha cerrado diversos acuerdos.

Esta resolución del juez Fernando Caballero, hecha pública la pasada semana, defiende a lo largo de hasta 13 fundamentos que el contrato con Beiman estaba dentro de la Unidad Productiva, pues "no se había resuelto, ni se había instado la resolución antes de la transmisión" de la misma. Y hace referencia al burofax de 8 de noviembre de 2019 que presentó el administrador concursal en su demanda, en el que la clínica "se limitaba a reclamar el abono de las cuantías adeudadas, con apercibimiento que si no se atendía esta reclamación pasaría a la resolución del contrato e indemnización por daños y perjuicios, no constituyendo el ejercicio de ninguna pretensión resolutoria", expone el magistrado.

Por tanto, considera Caballero que "el contrato de prestación de servicios profesionales médicos de 21 de enero de 2019 se encontraba incluido dentro del perímetro de la Unidad Productiva". "La concursada ya no es parte de dicha relación jurídica (al haberse subrogado en su posición UFC) el 27 de enero de 2020 cuando se presentó la demanda incidental de resolución del contrato, por lo que procede desestimar la demanda", añade el juez de lo Mercantil.

De esta manera, y dando por hecho que el Córdoba no dará marcha atrás para subrogar el contrato con Beiman, se atiene a rescindir su contrato en función del mismo, con el coste ya reseñado de unos 300.000 euros, siempre pendiente de la resolución definitiva en el juzgado de primera instancia. Un nuevo gasto extra para Infinity en los casi 16 meses que lleva al frente de la sociedad.

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