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Córdoba/Y el Córdoba CF tocó el cielo en Las Tendillas. Miles de cordobesistas arropan a su equipo para celebrar el ascenso a Segunda División. Una fiesta total. Un día para el recuerdo. Un día de San Juan, en el que los de Ania encendieron la mecha para hacer su particupar hoguera. Una hoguera cargada de deseos y de felicidad, como la que tenían todos los componentes de la expedición blanquiverde. Era el día de celebrar y se celebró de la mejor de las maneras.
Con la afición cantando el himno se cerró una calurosa noche en la que Kike Márquez cumplió como dijo al inicio de la temporada. Casas pondrá la bufanda al Gran Capitán. Y así fue. El capitán cordobesista se acercó a las escaleras y una vez allí llamó al delantero rambleño, que no tardó en dar el visto bueno. Abrazos y juntos hacia el cielo de las Tendillas fueron para hacer los honores de un bendito ascenso, el del retorno al fútbol profesional.
Con una felicidad desbordante y con la ilusión del niño que lo vivió hace unos años, Antonio Casas, con una protocolaria bendición y un sentido beso a la cabeza del Gran Capitán, hizo los honores para el delirio de los miles de cordobesistas que no se quisieron perder un momento que quedará para el recuerdo, como ya sucedió en 1999, en 2007, en 2014 o el más reciente en 2022. Eso sí, lo que se vivió en Las Tendillas fue el bendito sueño cumplido del retorno de un equipo que lo más mínimo que merece estar por historia y por entidad es en la categoría de plata del fútbol español.
La fiesta blanquiverde, de la ilusión y de la pasión infinita por unos colores que brillaron en una ciudad adormecida y que vibró como nunca. Ya tocaba. Ya era el momento. Y eso se palpó y se notó durante las horas de una celebración necesaria, de un festejo que era una obligación, de una historia que no terminó aquí y que debe continuar, como recalcó Antonio Fernández Monterrubio, en los siguientes años. "Queremos más", incidió el consejero delegado para deleite del cordobesismo. Toca seguir dando pasos. Pero el paso era necesario y el Córdoba CF ya vuelve a estar "entre los 40 principales", como siempre indicaba Enrique Martín cuando se hizo cargo del equipo en 2019. Costó llegar a ese momento, pero el sueño ya es una realidad para felicidad de una afición sufridora, que vivió malos momentos, pero que es muy fiel a sus colores, el blanco y el verde.
De El Arcángel a Las Tendillas. Un camino cargado de ilusión. Un trayecto por una ciudad que animó y apoyó a los de Iván Ania. Córdoba fue blanquiverde. Una necesidad perentorio y no solo para estos momentos de felicidad. Córdoba volvió a disfrutar de un ascenso. El bus de la ilusión partió ante la presencia de más de un centenar de aficionados que no quisieron perder la salida de su equipo desde la puerta 00 del estadio. Esa misma que 24 horas era una auténtica locura y recibió a sus jugadores como merecen las grandes ocasiones.
Cánticos y ánimos hacia unos jugadores que botaban en un autobús descapotable. Gafas de sol y mucha bebida también para soportar el calor reinante en la ciudad. Más de 37 grados cuando arrancaba la rúa y que tuvo un recorrido espectacular por la ciudad. Escoltados por la policía, los de Ania avanzaban entre unos aficionados que les vitoreaban. Una felicidad desbordada en todos los sentidos, incluso en Antonio Fernández Monterrubio.
El paso por La Victoria o Ronda de los Tejares era el aviso de que el momento estaba cerca. Las Tendillas ya era un auténtico hervidero de cordobesistas que no querían perderse ningún momento de la fiesta blanquiverde. La rúa siguió su camino y la legendaria plaza de los ascensos cordobesistas cogía forma. Música y cánticos al ritmo de las bufandas al viento. La hoguera ya estaba encendida y solo faltaba el momento estelar, que se hizo esperar más de lo esperado.
Los jugadores siguieron su camino en su autobús descapotable. Colón, Ollerías, Ronda del Marrubial y llegó el ascenso hacia la gloria. María Auxiliadora, San Lorenzo, San Andrés, San Pablo, Alfonso XIII y llegó el momento deseado por una plaza que tuvo que esperar media hora más de lo esperado. Hubo tiempo para que sonase una canción que quedará para el recuerdo de todos. La Potra Salvaje sonó en Las Tendillas. Tampoco faltó el Follow the Leader, una canción que marcó el ascenso de Cartagena para muchos cordobesistas.
La llegada del autobús desató la locura en Las Tendillas. Con presencia del alcalde José María Bellido y de gran parte de su equipo de gobierno y también de la oposición, llegó el momento de cantar junto a sus jugadores. El We are the champions fue el pistoletazo de salida para que los jugadores fuesen hacia el escenario, donde bailaron (Carracedo se mueve ahí como si estuviese subiendo el carril derecho) y donde todos participaron de una noche histórica.
Las Tendillas se quedó pequeña. No cabía un alfiler. Hubo cánticos de todo tipo, también para dar las merecidas gracias al malaguismo también. Los dos han ido de la mano en este Grupo 2 de Primera RFEF. Y los dos sellaron su ascenso unidos en un fin de semana para el recuerdo. Un hermanamiento de colores con el blanco de nexo de unión entre el verde y el azul. Dos clubes históricos y dos aficiones de bandera.
Una vez ya todos los jugadores en el escenario, hubo tiempo para que todos fuesen dando ánimos y vibrando con el momento que estaban viviendo. No se escapó ni uno. Todos hablaron. Toril, Diarra, Sala o Simo notaron el aliente de sus seguidores que pidieron que siguiesen de blanquiverdes la próxima temporada. Kike Márquez fue un gran maestro de ceremonias y demostró que fue clave en la unión de un vestuario muy unido.
Lapeña, Albarrán, Sala y un Carlos Marín desatado y con la ilusión de seguir de blanquiverde, como lo dijo también en un directo Calderón. El de Paradas quiere seguir en Segunda División en un Córdoba CF que empezará muy pronto a planificar lo que será una temporada que arrancará el 18 de agosto y que este miércoles conocerá la hoja de ruta. Es el momento de comenzar un nuevo proyecto, pero tocaba cerrar la fiesta. Y los ánimos se multiplicaron porque era una necesidad para todos.
Casas, Simo o Gudelj son tres pesos pesados para una afición que les corea y que les quiere. El gancho de los tres con los aficionados es brutal, como el de un Iván Ania que apuntó que "desayunaban con las fotos de los ascensos y el objetivo era estar en esa pared con un ascenso que se hizo realidad". Ahora se recordará como el de Cartagena, que cumplirá sus 25 años este próximo domingo 30 de junio, o el de Las Palmas, del que el sábado ya pasaron los 10 años. Ahora ya otra fecha para recordar.
Tras un momento estelar de Kuki Zalazar con su hijo Hugo, que también ya va sabiendo el himno del Córdoba CF, llegó la hora de que Antonio Fernández Monterrubio diese las gracias "de corazón" a un cordobesismo que les llevó "en volandas". El directivo sevillano señaló delante de los miles de cordobesistas que "a partir del próximo año, queremos más. No nos conformanos con ser de Segunda División. Queremos más. Viva Córdoba".
Antes de que Kike Márquez fuese hacia el centro de la plaza, Pepillo fue el último en cerrar el acto. Con el aliento de los jugadores, el utillero dijo que "por h o por b este ascenso también es vuestro. Nos habéis estado animando en todo momento y con este cuerpo técnico y estos jugadores voy a muerte". "Gracias señores por todo y nos vemos la próxima temporada. Vamos Córdoba CF".
Una vez cumplida la misión y ya a una de la medianoche, Kike Márquez avanzó entre los cordobesistas hacia las escaleras que le llevaban a tocar el cielo en Las Tendillas. Allí se giró y llamó a Antonio Casas. Lo dijo al inicio del curso y el capitán cumplió con su palabra. El rambleño no lo dudó y fue junto al jefe del vestuario. El máximo goleador de esta temporada se santiguó ante el Gran Capitán antes de teñirlo de blanquiverde.
Con los honores ya hechos, llegó el momento de cantar el himno. Con las bufandas extendidas y las gargantas ya roncas de una celebración necesaria. Ahí llegó en el momento del adiós, de la despedida, de las vacaciones para algunos porque muchos deben seguir trabajando para planificar el proyecto de Segunda División. Antonio Fernández Monterrubio, extasiado, se sentó en el autobús mientras iban llegando los jugadores, el cuerpo técnico y la dirección deportiva, con Juan Gutiérrez, Raúl Cámara y Javi Flores, que fue el último en tocar el cielo en Las Tendillas tras dar el salto a Primera RFEF hace un par de cursos.
El cordobesismo dijo adiós a sus héroes. Ahora es turno para desconectar y resetear tras una temporada muy dura en muchos aspectos, pero que unió aún más si cabe a un grupo que fue con todo hacia un objetivo que no se nombraba hasta que llegó un play off y llegó el momento de ir a por él, de cogerlo con las manos y no soltarlo. Y así fue. Iván Ania siempre lo tuvo claro y este lunes Casas y Kike Márquez cumplieron con el cometido.
El sueño sigue adelante y ahora toca mirar al futuro. El blanco y verde seguirá. La ilusión se mantendrá y el cordobesismo crecerá porque los más pequeños ya miran con unos ojos de bonito deseo a su club. El futuro está ahí y ahora toca seguir disfrutando de cada momento. El recuerdo de un ascenso en El Arcángel también estará, como el de la 70-71. Ya son dos y todo gracias a un grupo que tocó el cielo en Las Tendillas. Apoteosis blanquiverde con un Córdoba CF que ya es de Segunda División.
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