Un golazo de Jacobo rescata al Córdoba CF en Albacete (1-1)

Córdoba/Una genialidad de Jacobo cuando el Córdoba CF caminaba con paso firme hacia otra derrota lejos de El Arcángel dio a los blanquiverdes su primer punto del curso como visitante. El madrileño se inventó un golazo que sirvió para igualar el tanto inicial del Albacete, conjunto que mereció mejor suerte ante un CCF bastante pobre y sujeto al partido hasta el final por la poca ambición ofensiva de los manchegos. Los de Alberto González quizás dieron el partido por ganado antes de tiempo y permitieron reengancharse al Córdoba a un duelo en el que, si se deja al margen el punto sumado, las dudas sobresalen por encima de los aspectos positivos.

Cuando Iván Ania reconoció en la rueda de prensa previa a la visita al Carlos Belmonte que, dependiendo de cómo se diera el partido, un punto podría ser bueno para empezar a sumar lejos de El Arcángel, a buen seguro que en su cabeza se imaginó una situación como la que se terminó dando. Un partido ramplón de los suyos, poco convincente pero salvado por un chispazo de calidad de un Jacobo que hasta ese momento estaba cuajando uno de sus peores partidos en lo que va de temporada. El punto arañado de esa brillante acción sirve al Córdoba CF para ir tirando y refuerza su moral tras los varapalos recibidos hasta el momento, pero lo cierto es que en cuanto a juego, el equipo de Iván Ania sigue sin convencer lo más mínimo fuera de casa.

En el Carlos Belmonte, el Córdoba CF tenía la premisa de ser más sólido y dejar de conceder en defensa para poder crecer lejos de su estadio en base a una portería a cero. Así lo expresó Iván Ania durante la semana, pero su equipo no tardó ni cinco minutos en descuidarse y enseñar las vergüenzas. Una rápida transición del Albacete cogió fuera de sitio a la defensa, el balón viajó de derecha a izquierda y Jaume Costa apareció en el área con Albarrán fuera de sitio para cruzar en exceso su remate. Un primer aviso del que los blanquiverdes se salvaron por poco.

Aunque el Albacete se lo tomó con calma, al Córdoba le costó asentarse en el partido, incapaz de hacerse con el mando del juego por la poca participación de Álex Sala, bien vigilado por Riki. Los blanquiverdes buscaron el recurso habitual de Carracedo, que se hartó de poner balones al área con nulo acierto, hasta el punto de que su equipo no disparó entre los tres palos en todo el primer acto. Los manchegos, por su parte, sí lo hicieron, apareciendo poco a poco más por los dominios de Carlos Marín. El percance que sacó del partido a Jaume Costa propició que su sustituto, Juan María, entrase en juego con una brillante acción. El zurdo volvió a pillar fuera de sitio a Albarrán y su centro lo remató Quiles, estrellando el balón en el cuerpo de Álex López.

Incapaz de detener las transiciones del Albacete, y sin poder acaparar el balón, el Córdoba CF sufrió de manera creciente con el paso de los minutos. Una jugada larga de los locales la finalizó Álvaro Rodríguez con un remate alto. Fue el preludio de la acción que iba a agitar el encuentro. En otra rápida transición permitida por el endeble centro del campo del Córdoba Quiles se internó en el área, salió trastabillado de su choque con Lapeña y cayó en el duelo ante Marvel. González Díaz no dudó en señalar un penalti que, ni después de ver las repeticiones, parecía claro. Para colmo de males, Carlos Marín detuvo el lanzamiento de Quiles, pero el delantero estuvo más rápido que el portero y cazó el rechazo para adelantar a su equipo.

Tocaba de nuevo remar a contracorriente y el Córdoba sufrió de lo lindo en ese último cuarto de hora. El Albacete tuvo otra gran ocasión en las botas de Riki, cuyo disparo tras una falta lateral lo rechazó la defensa. Poco después, Quiles tuvo el segundo para el Alba, tras un centro de Álvaro Rodríguez, que le ganó la espalda a Álex López, y sacó un centro que repelió Lapeña para que el punta onubense enviase el rechazo a las nubas. Aunque el Córdoba lo intentó de manera tímida con un centro de Albarrán que Théo cabeceó con poca fe, la mejor noticia de los blanquiverdes es que al descanso seguían vivos, con una desventaja en el marcador, pero aún cerca de su rival.

Era de esperar que el Córdoba CF entrase en el segundo tiempo con la ambición de buscar el empate, pero lo que estuvo a punto de encontrarse fue el 2-0, en un centro-chut de Lazo que Marín salvó con la pierna, aunque la jugada quedó invalidad por un fuera de juego previo. Ese primer aviso del Albacete hizo espabilar a un Córdoba que al fin encontró algo más liberado a Álex Sala y pudo hilvanar algunas jugadas con algo de sentido, ayudado también por el lógico y evidente paso atrás de un Albacete que ya tenía en mente defender la renta conseguida en el primer acto.

Pese a esa mayor presencia con balón del Córdoba, lo cierto es que Raúl Lizoain seguía sin manchar sus guantes cuando había transcurrido ya una hora de juego e Iván Ania buscó una vuelta de tuerca dando entrada a Ander Yoldi y Genaro. Poco cambió el desempeño de su equipo, más allá de la frescura en el plano físico.

Y es que al Córdoba CF se le echó en falta mucha más velocidad a la hora de intentar abordar a un Albacete que poco a poco iba dando pasitos hacia atrás, creciendo en sus convicciones defensivas y sabiendo medir los riesgos, dejando que los blanquiverdes se estrellasen una y otra vez en los infructuosos intentos de Carracedo de poner el balón en el área local.

Ania intentó dar otro golpe de timón con la entrada de Obolskii, pero el ruso no fue buscado por sus compañeros para tratar de explotar su buen remate de cabeza. Difícil pensar en un empate cuando camino del minuto 80 el Córdoba CF no había disparado todavía entre los tres palos. Pero fue ahí, de manera inesperada, cuando el conjunto cordobesista encontró la manera de agarrarse con fuerza al partido. En una acción en la que el Albacete se hundió en exceso sobre su portería, Genaro encontró a Jacobo entre líneas con un pase aparentemente inocente que el madrileño aprovechó para recibir cómodamente, girarse y soltar un misil que soprendió a Rául Lizoain.

Un chispazo de calidad que pilló al Albacete por sorpresa y que dio alas a los blanquiverdes para defender el punto reconquistado. Ania agotó sus cambios metiendo a Martínez para sacar del campo a un Álex López exhausto y dio una nueva oportunidad a Jude que el inglés volvió a desaprovechar. Fueron minutos de sufrimiento, pero el Albacete ya había perdido la frescura para ir con claridad al ataque. Solo un disparo lejano de Morcillo que Carlos Marín desvió con solvencia puso en peligro ese primer punto de los blanquiverdes lejos de El Arcángel. Un botín valioso, quizás inmerecido, pero que debería servir para soltar la pesada mochila que arrastraba el equipo y empezar a abandonar esa dualidad que los de Ania todavía muestran según jueguen en casa o fuera de ella.