Un chute de cordobesismo en vena
Otro gesto con los más veteranos
El club blanquiverde homenajea a sus 61 socios con más de 50 años de fidelidad ininterrumpida
"No está siendo lo fácil que hubiera pensado, pero no me voy a cansar", advierte Jesús León
De bien nacidos es ser agradecidos. El Córdoba ha rendido este mediodía un merecido homenaje a sus 61 socios cincuentenarios, aquellos que llevan 50 o más años de manera ininterrumpida renovando su fidelidad al club blanquiverde. Es un acercamiento más por parte de la propiedad actual hacia los más veteranos tras años de abandono, ya que la idea es que este acto tenga continuidad en el futuro más próximo con los abonados que sumen 25 años consecutivos con carné. Porque más allá de momentos, de situaciones, de estar arriba o abajo, hay amores que perduran durante toda una vida.
Con Jesús León al frente, el respaldo de todo su consejo de administración y la colaboración más que especial del presidente de honor de la entidad, Rafael Campanero, el Salón Liceo del Real Círculo de la Amistad ha acogido un emotivo acto que llega en el momento más delicado de la temporada para un equipo que el sábado tiene una nueva final ante el Elche (El Arcángel, 16:00). Eso no ha impedido la presencia del director deportivo, Rafael Berges; el entrenador, Curro Torres, y dos de los capitanes: Alfaro y Javi Lara.
"En la vida se puede cambiar de trabajo, de piso, de coche y hasta de mujer, pero no de equipo, de nuestro Córdoba", ha sentenciado en mitad de su intervención León, que sin querer mojarse sobre la situación del equipo sí ha reconocido abiertamente que "presidir el club no está siendo lo fácil que hubiera pensado, más complicado, pero estoy convencido de que por la responsabilidad que representa, no me voy a cansar". De momento, su etapa va camino de los once meses, siempre con el Córdoba metido de lleno en los puestos de descenso y con la salvación como único objetivo.
Rafael Campanero, entre los homenajeados
Pese a todo, el presidente, que ha ejercido de maestro de ceremonias del homenaje, en el que ha entregado las insignias de oro de la entidad con la compañía de un Rafael Campanero que ha sido el primero en recibirla, ha insistido en su compromiso con el club: "Trabajamos 20 horas al día para superar cada bache, no hay que rendirse, y no me voy a cansar nunca de intentar llevar a este club adonde creemos que se merece".
Bajo los acordes del himno, y como no podía ser de otra manera, el presidente de honor también ha querido dedicar unas palabras, en las que ha resumido de la mejor forma posible lo que significa el Córdoba. Una lección para veteranos y noveles, todos los que llevan "en el alma" un escudo que ahora pueden mostrar reluciente y dorado y "al que siempre tenemos que defender porque estará por encima de intereses particulares". "Siempre tendremos luces y sombras, pero el Córdoba está por encima de todo, porque la vida del Córdoba es la vuestra", ha sentenciado un emocionado Campanero, quizás uno de los que mejor puede dar fe de que las situaciones de crisis no son eternas. Porque siempre habrá lugar para buscar una sonrisa.
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