Las notas de los jugadores del Córdoba CF ante el Atlético de Madrid B

CARLOS MARÍN. Salvador. Puede parecer exagerado calificar su papel como fundamental en un partido que acabó con 1-6. Sin embargo, con 0-0 en el marcador hizo una parada de las que cambian partidos y su equipo lo agradeció después.

ALBARRÁN. Despistado. Ha bajado el nivel de forma considerable en las últimas semanas. Se le ve bastante impreciso en los pases, lento a la hora de replegarse y poco atento a cerrar las transiciones del rival, como en la jugada del gol local.

CARLOS GARCÍA. Gol y lesión. El central barcelonés abrió el camino del triunfo con un gol de fortuna y pillería en el área rival. Estaba completando un notable partido hasta que tuvo que retirarse con problemas musculares.

LAPEÑA. Peligroso. Además de mostrarse seguro en defensa, apareció con peligro en un par de acciones a balón parado en el área del Atlético de Madrid B. Asentado en el equipo, está manteniendo un nivel bastante estable.

GUDELJ. Dubitativo. Solventó con cierto desahogo la papeleta de tener que actuar como lateral izquierdo. Se le vio dudar en la jugada en la que Puga lo encaró y que terminó con el gol del Atleti B, pero ni mucho menos fue un problema que jugase en banda.

ISMA RUIZ. Asentado. Tardó en entrar en el equipo pero cuando lo hizo fue para mostrarse imprescindible en los planes de Iván Ania. Un partido más de mucho trabajo, coberturas y despliegue físico para un futbolista que sigue creciendo.

DIARRA. Buen regreso. El maliense demostró que es fundamental para el equipo en su regreso, estirando siempre la presión y, además en esta ocasión, aportando en ataque con asistencias y llegadas. Terminó como mediapunta cuando Kike Márquez fue cambiado.

CARRACEDO. Recital. El extremo está encontrando su mejor nivel y en un partido roto ante el filial del Atlético de Madrid aprovechó para sumar a su cuenta personal dos asistencias más y un gol. Gran partido el suyo, en la línea que debe seguir.

KIKE MÁRQUEZ. De menos a más. El sanluqueño arrancó el choque impreciso en los pases, pero no se desesperó y mejoró de manera notable, siempre importante en la presión que propició varios de los goles del conjunto blanquiverde.

SIMO. Discreto. Tuvo poca incidencia en el juego ofensivo del equipo, más allá de una par de recuperaciones buenas en campo rival y una asistencia a Diarra que frustró Marco Moreno en línea de gol. El equipo mejoró sin él.

CASAS. Doblete. El rambleño aprovechó la coyuntura de un rival entregado para firmar dos goles y ganar confianza en la definición, suerte en la que esta temporada no estaba mostrando demasiado acierto. Debe reengancharse porque el equipo lo necesita.

ADILSON MENDES. Consolidado. Ha tardado en encontrar la manera de aportar de manera tangible a su equipo y de canalizar toda esa energía con la que afronta los partidos. Muy buena segunda parte del portugués en Majadahonda.

RECIO. Tranquilo. Buenos minutos para que el malagueño vaya cogiendo el tan necesario ritmo de competición que aún le falta. Con el resultado de cara, el veterano futbolista aportó temple y saber estar en la medular para cortar cualquier amago de reacción del rival.

TORIL. Sin presencia. El balear solo gozó de un cabezazo en el área rival y dejó pasar una buena oportunidad de haber agrandado su cuenta goleadora. Con todo, la mejor noticia es que ha dejado atrás la sobrecarga que arrastraba.

ÁLEX LÓPEZ. Aplicado. De nuevo minutos de calidad para el montemayorense, al que se vio menos nervioso y más aplicado en Majadahonda que el pasado fin de semana en su estreno con el primer equipo. Una alternativa más que decente antes las bajas.