Las notas de los jugadores del Córdoba CF ante el Racing Ferrol
Córdoba CF - Racing Ferrol | Uno por uno
Los blanquiverdes caen en El Arcángel en otra pobre actuación colectiva y siguen anclados en la tabla
El Córdoba CF firma su acta de defunción (1-2)
CARLOS MARÍN. Vendido. En la tónica de los últimos partidos, el almeriense tuvo un encuentro más o menos tranquilo, hasta que un error defensivo de su zaga le costó encajar el gol que supuso la derrota. Poco se le puede reprochar.
JOSÉ RUIZ. Tapado. Entre Jaume Jardi y Héber Pena le dieron trabajo como para no poder prácticamente aparecer en ataque. Con el primero pudo casi en todas las ocasiones, pero con Héber sufrió mucho más.
JORGE MORENO. Dubitativo. Tuvo la oportunidad de mostrarse después de estar relegado desde la llegada de Manuel Mosquera, pero volvió a dejar muchas dudas con el balón en los pies. En las acción de juego aéreo sí se le vio firme.
ALBERTO JIMÉNEZ. Fiable. El mejor de la defensa blanquiverde, de largo. El canario controló bien a Manu Justo e impuso su experiencia pese a no estar en un estado de forma óptimo. El único zaguero que no dejó dudas.
CALDERÓN. Error fatal. Partido bastante discreto el que estaba cuajando el de Paradas hasta que en el minuto 86 perdió de manera incomprensible la concentración y dejó que Carlos Vicente le ganase la posición para hacer el 1-2 definitivo.
CABALLERO. Sacrificado. Puso todo el sacrificio del mundo y la voluntad para corregir los desajustes de sus compañeros. En esa faceta estuvo muy bien, aunque con balón volvió a demostrar unas carencias que le limitan muchísimo.
DIARRA. Incansable. El mejor jugador del Córdoba, de largo, ante el Racing Ferrol. La semana de descanso le hizo estar fresco y brillar en tareas defensivas, siendo fundamental hasta en tres ocasiones para abortar contragolpes del rival.
CARRACEDO. En bucle. Un partido más, el extremo blanquiverde se obcecó sin obtener resultados a la hora de encarar a su par. Sigue dejándose todo en el campo, pero hace muchas semanas que no encuentra el camino para ayudar a su equipo.
JAVI FLORES. Sin chispa. Su presencia en el enganche hizo que su equipo tuviera más el balón en el primer tiempo, pero le faltó chispa -y también precisión- para conectar con acierto con Willy Ledesma. Fue el primer sustituido.
KIKE MÁRQUEZ. Abucheado. En las malas situaciones siempre hay un cabeza de turco y en esta ocasión le ha tocado al sanluqueño. Cierto es que por su forma de jugar puede levantar suspicacias, y que su rendimiento no está siendo acorde a lo esperado, pero cuesta entender tal animadversión desde la grada.
WILLY LEDESMA. Aislado. Una vez más, a sus compañeros les costó Dios y ayuda encontrar al referente ofensivo del conjunto blanquiverde. Eso restó mucho protagonismo al de Torremejía, que se volcó en el trabajo de presión.
DE LAS CUEVAS. Poco brillo. Venía de haber aportado buenos minutos en las dos últimas jornadas, siempre partiendo desde el banquillo, pero lo cierto es que en esta ocasión no se le vio con chispa. Lo intentó, pero sin acierto ni brillo.
MARCO CAMUS. Solo detalles. Dejó un par de buenas arrancadas y un pase a Calderón que generó una buena ocasión para su equipo, pero no tuvo continuidad para seguir aportando a los suyos. No pasó de un par de detalles.
JUAN VILLAR. La tuvo. En la única ocasión en que remató a puerta tuvo una gran ocasión para haber hecho el 2-1. Se topó con Gazzaniga y ahí se acabó su contribución al equipo. Es innegable que su aportación desde que llegó en enero es mínima.
CASAS. Apagado. Ni rastro de esa voluntad que suele poner cuando sale desde el banquillo para funcionar como revulsivo. Se le vio apagado. Solo se salva una buena asociación con Juan Villar. Se marchó del partido sin rematar.
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