Las notas de los jugadores del Córdoba CF ante el Rayo Majadahonda
Rayo Majadahonda - Córdoba CF | Uno por uno
Los blanquiverdes vuelven a decepcionar y caen derrotados en el Cerro del Espino víctimas de su deficiente labor defensiva
La crónica del encuentro: El Córdoba CF entierra sus ilusiones en Majadahonda (1-0)
CARLOS MARÍN. Batido. Otra vez un partido de muy poco trabajo para el almeriense, pero con la penalización de ver su portería batida en la primera acción de peligro del rival. En el segundo tiempo salvó el segundo a cabezazo de Ofoli.
JOSÉ RUIZ. Frenado. Cumplidor en defensa, pero demasiado frenado a la hora de incorporarse al ataque. Cuando lo hizo, no fue capaz de sacar ni siquiera un centro decente. Sustituido a la hora de juego.
ALBERTO JIMÉNEZ. El mejor. El central canario fue el hombre más serio de su equipo durante los 90 minutos. Concentrado y sin conceder a los puntas rivales, demostró que su experiencia le sirve para defender sin estar en un estado físico óptimo.
JOSÉ ALONSO. Inseguro. El onubense volvió a sembrar muchas dudas, pese a la confianza renovada de su técnico en su titularidad. Una amarilla que vio nada más arrancar la segunda parte le condicionó y le hizo ser sustituido.
EKAITZ JIMÉNEZ. Volcado. El vasco completó con dificultades los 90 minutos de partido, pues volvió a notar la inactividad de toda la temporada. Pese a ello, no hizo un mal partido, serio en defensa y con constantes incorporaciones al ataque.
DIARRA. Sin fortuna. Tuvo el 1-1 a la media hora de juego con un cabezazo en el área local que estrelló en el poste. Más allá de esa acción, apareció muy poco en ataque, renunciando a una de sus principales cualidades.
CABALLERO. Un desastre. Sigue en una línea preocupante. Incapaz de dar un pase con precisión a más de dos metros de distancia. Mucho corazón, pero nada más. Acabó el partido como central improvisado en el arreón final de su equipo.
CARRACEDO. Negado. El rendimiento del extremo ha caído de manera alarmante hasta ser más un lastre que una solución. Lo intenta de todas las maneras posibles, pero no es capaz de desbordar ni de sacar un centro con peligro.
KIKE MÁRQUEZ. Muy poco. Del futbolista con más calidad ofensiva de la plantilla siempre cabe esperar mucho más de lo que ofreció. Ni por detrás del punta ni, después, tirado a banda ofreció soluciones solventes para su equipo.
SIMO. Decepcionante. Un partido más el extremo hispano-marroquí fue una decepción absoluta. Incapacidad total para generar acciones de peso en ataque, más allá de adornos estéticos que no sirven para nada.
WILLY LEDESMA. Desconectado. Por más que lo intentó y más voluntad que puso, lo cierto es que en ningún momento dio la sensación de llevar peligro a la meta rival. Desconectado del juego y sin rematar a portería en los 90 minutos.
PUGA. Vertical. Dio al equipo otro aire en el perfil derecho durante el segundo tiempo, gracias a su verticalidad a la hora de encarar. Le faltó una buena decisión en el último momento para haber hecho más daño al Rayo.
JAVI FLORES. Intermitente. Puso cierto criterio al juego de ataque de su equipo en la media hora final, aunque apareció de manera demasiado intermitente. Lo intentó también con un disparo flojo que Lucho detuvo sin problemas.
DE LAS CUEVAS. Clarividente. El alicantino protagonizó las dos mejores acciones de la segunda parte en ataque para su equipo, ambas nada más entrar al campo. En la primera dudó en la finalización y en la segunda Casas no aprovechó su gran pase.
CASAS. La tuvo. Desperdició una ocasión clarísima para haber puesto el 1-1 por definir sin acierto ante Lucho García. Mucha voluntad pero poco acierto, como viene mostrando durante buena parte de la temporada.
CANARIO. Nada. El palentino dispuso de pocos minutos, pero volvió a demostrar una capacidad increíble para pasar desapercibido. Dentro del poco rendimiento de los fichajes de enero, se lleva la palma como la mayor decepción.
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