Las notas de los jugadores del Córdoba CF ante el San Fernando

CARLOS MARÍN. Impotente. Le ocurrió más de lo mismo en comparación con las últimas semanas, pues se vio batido pese a vivir un partido tranquilo y sin demasiados sobresaltos. No es capaz de dejar la portería a cero, una semana más.

JOSÉ RUIZ. Tranquilo. Partido de guante blanco para el lateral valenciano, que no tuvo que sufrir en labores defensivas por el poco bagaje ofensivo del San Fernando. En ataque no apareció demasiado.

JOSÉ ALONSO. Negado. De nuevo sale en la foto del gol del rival, esta vez por desviar un balón sin demasiado peligro que terminó convirtiéndose en el gol de Dani Aquino para el 1-1. Partido relativamente tranquilo para él por la poca exigencia del rival.

ALBERTO JIMÉNEZ. Al trote. Da la sensación de haber desconectado, después del grosero error que ya dejó en La Línea de la Concepción. Aún así, ante la poca exigencia del rival, cumplió sin más y acabó el partido sin errores de bulto.

CALDERÓN. Llegador. Apareció por el campo contrario más de lo que había hecho en toda la segunda vuelta. Incluso gozó de una clara ocasión que acabó en un chut al poste, tras una rápida contra desde campo propio.

CABALLERO. Honesto. El jiennense intenta aprovechar su oportunidad para mostrar que puede ser un jugador válido para el futuro, pese a sus limitaciones. El esfuerzo no lo negocia y eso es ahora importante en un equipo con tan poco sacrificio colectivo.

DIARRA. Entregado. Partido de mucho desgaste para el volante blanquiverde, que se multiplicó en tares de repliegue, lo que le restó frescura y clarividencia a la hora de incorporarse al ataque. En el primer tiempo apareció más en ataque e incluso pudo marcar.

SIMO. Gol y poco más. Su gol no enmascara otro mal partido de un futbolista que se equivoca en nueve de cada diez acciones que intenta. Mejoró algo en la segunda parte, más atrevido para encarar, y encontró el consuelo del gol.

DE LAS CUEVAS. Protagonista. Empieza a ganar protagonismo y notoriedad en el juego de su equipo cuando ya no hay nada en juego, después de una temporada discretísima. El más clarividente en el ataque blanquiverde hasta que fue sustituido.

KIKE MÁRQUEZ. Abucheado. Sigue siendo el foco principal de las iras de cierto sector de la afición blanquiverde. Con un ambiente hostil en contra, no apareció mucho y Mosquera lo protegió cambiándolo al descanso. Situación complicada la suya en el club más allá de este curso.

WILLY LEDESMA. Voluntarioso. No se le vio perder la concentración en ningún momento pese al complicado ambiente. Lo intentó y gozó de la mejor ocasión de su equipo en la primera parte, pero no definió bien. De los pocos que se salvaron de la bronca general.

CARRACEDO. Veloz. El extremo agradeció el ahorrarse la primera parte de desgaste, pues compareció en la segunda con chispa y protagonizó desde el costado derecho las mejores ocasiones de su equipo en el tramo final del encuentro.

CASAS. Ausente. Tuvo la última ocasión del partido en un remate tras fallo de la defensa que se le marchó alto. De referente ofensivo del equipo ha pasado a ser una de las últimas alternativas y dejando peor sensación cada domingo que pasa.

JUAN VILLAR. Señalado. Otro de los que tuvo que aguantar el chaparrón de la grada incluso estando en el banquillo. En los minutos de los que disfrutó tuvo una buena ocasión que se le marchó alta ante José Perales.

MARCO CAMUS. Detalles. Participó muy poco en el juego de ataque de su equipo, aunque tuvo una arrancada de velocidad en la que por fin dejó ver la que es su mejor cualidad. Sensación de que podía haber dado mucho más al Córdoba.