Kuki Zalazar: "Córdoba me ha devuelto al fútbol profesional y la felicidad de sentirme bien jugando"
Entrevista con el jugador del Córdoba CF
El de Montevideo, tras superar una lesión "dura y fea", reconoce que quiere "darlo todo" por un club que confió en él "cuando nadie lo hacía"
Cádiz - Córdoba CF: Iván Ania y su pasado amarillo
Córdoba/Con las ideas claras y con muchas ganas de demostrar su valía con el Córdoba CF en Segunda División. Kuki Zalazar atiende a el Día de Córdoba en El Arcángel tras una jornada de entrenamiento lluviosa. El de Montevideo reconoce que lo ha pasado "muy mal" por una lesión que ha sido "muy dura". No veía el final, pero ya está de vuelta y con la necesidad de coger ese ritmo que encontró en su primer año como cordobesista gracias a la confianza del cuerpo técnico y de todo el club. Aunque firmó por un curso y otro opcional, se quiere quedar más tiempo porque Córdoba le devolvió al fútbol profesional y también lo más importante: "La felicidad de sentirme bien jugando al fútbol".
Pregunta.-¿Cómo se está encontrando tras su lesión?
Respuesta.-Me está costando porque, bueno, no es el mismo ritmo al de la Segunda División, que es un fútbol de muchas transiciones, muy exigente y yo he estado mucho tiempo parado. Me he perdido pretemporada y he estado dos meses fuera con una lesión bastante dura. Estuve las dos primeras semanas en muletas y me estoy encontrando que está siendo más lento de lo que pensaba, pero al fin y al cabo ya sabíamos que iba a ser difícil volver por el tipo de lesión, por tanto tiempo sin haber competido y sin haber tenido pretemporada sobre todo, pero cada día que va pasando me encuentro mejor.
P.-¿Fue un palo para usted la lesión en plena pretemporada?
R.-Fue un palo duro, pero al fin y al cabo con todo el mundo que lo he hablado, con mi familia que me ha apoyado en todo momento, mejor ahora que a mitad de temporada. Me tocó a mí y hay que apechugar. Fue una lesión bastante jodida y peor de lo que yo pensaba, pero no quedaba otra que ir para adelante y trabajar más que nunca para poder volver al nivel al que terminé el año pasado.
P.-¿Cómo ha sobrellevado esos dos meses que ha estado fuera de los terrenos de juego?
R.-Bueno, había un momento de felicidad y otro de ansia, de desear volver ya con el equipo. La primera semana intenté tomármelo con positividad, con ganas de afrontar la recuperación, pero estuve en muletas. La segunda semana pensaba que las iba a dejar y se quedaron las muletas. Fue mentalmente dura. Por suerte tengo una mujer y dos hijos maravillosos que me han apoyado en todos los momentos. Ellos estaban en Alicante y se vinieron conmigo a Córdoba, a pasar el calor de Córdoba de los 40 grados aquí en verano. Me han apoyado sobre todo a nivel anímico porque había momentos que pensaba que no salía. Gracias a ellos y también a la confianza del club, del míster, de los compañeros que día a día me escribían cuando estaban en la pretemporada en Montecastillo. Gracias a todo ese apoyo que he tenido se sobrellevó un poquito mejor la lesión.
P.-Sobre todo porque tendría ganas de volver a Segunda División.
R.-Claro. Tuve una experiencia no muy buena. Aunque jugué 28 partidos en Segunda División con la Ponferradina, pero a nivel deportivo y personal no fue buena y tenía ganas de volver a esta categoría que creo que es muy bonita y este año más todavía con los equipos que hay, la competitividad que hay, que ganas dos partidos y te pones a nada del play off y pierdes y estás abajo. Es una locura la competencia que hay y tenía ganas también como un reto personal de decir: "Joder, yo sirvo para estar aquí y voy a trabajar para que Córdoba siga aquí por muchos años y, si Dios quiere, mucho más alto".
P.-¿Cómo lo ha vivido desde fuera? ¿Sufrió más al no poder ayudar a sus compañeros?
R.-Sí, muchísimo, sobre todo los partidos fuera de casa. Ahí se pasa mal. Aquí en el estadio se pasa un poco mejor porque los tienes cerca, antes de los partidos convives con ellos, pero se pasa muy mal porque el principio de temporada no fue como esperábamos. Más que mal, ansia de poder estar ahí, ayudar a los compañeros, o por lo menos de estar. Eso es lo que me mataba la cabeza, de que estaba fuera y me sentía como si no fuera parte del equipo. Y ellos, o sea, me apoyaron. Lo que pasa es que era como esa sensación de decir que estás fuera tanto tiempo, metido en el gimnasio y no sales al campo para nada... Tengo que decir públicamente que gracias a Eu, nuestro recuperador, que me ha metido un trabajo, me ha animado y me ha dado la vida porque era estar entre cuatro paredes de un gimnasio y estar él, me veía decaído e intentaba animarme. Desde aquí quiero, porque no muchas veces lo decimos, pero creo que esos trabajadores, los fisios, médicos, Eu, en este caso, que están en la sombra, se merecen estos comentarios.
P.-¿Cómo fue su lesión? ¿Fue solo? ¿Fue en un entrenamiento?
R.-Fue entrenando en un salto que hice y ahí el gemelo dijo basta. Me pegó una pedrada, pero fue entrenando.
P.-¿Y esperaba que fuera menos tiempo de lo que fue?
R.-Sí. Yo pensaba que iba a ser tres o cuatro semanas, pero a la tercera semana me empezó a sangrar bastante. Es una lesión fea, una lesión que es jodida de recuperar porque sangra mucho, porque hay que esperar que se quite el hematoma y pensaba que iba a ser menos de lo que ha sido, pero ya estoy de vuelta.
P.-Muchas veces se vuelve antes de tiempo y llegan las recaídas. Mejor así, ¿no?
R.-Sí, al fin y al cabo mi lesión, como te he dicho, si yo llego a volver antes de tiempo y vuelvo a recaer son dos meses más, o sea, estamos hablando de toda la primera vuelta fuera. Yo tenía claro que prefería pasarlo mal y estar esperando a ir, entrenar y romperme otra vez. Quería ir paso a paso, junto con los fisios, con Eu, que es el que me marcó mucho, con Pablo el preparador físico también, que ahí me adaptaron las cosas para que yo fuese poco a poco y me sintiese bien. El llevarme día a día, el día este hacemos esto, te quitamos en esto y la verdad que han hecho un trabajo espectacular y prácticamente no estoy resentido.
P.-¿Cómo fue jugar en Granada esos primeros minutos?
R.-Alegría por volver y lástima el resultado, pero te diría que el subirme al autobús desde aquí de Córdoba e ir a la concentración ya me cambió la mentalidad de que estoy aquí ya por fin, que puedo compartir con ellos, que era lo que yo quería, el día a día con ellos. Yo llegaba y me iba al gimnasio y no salía del gimnasio hasta que me iba a casa, o sea, era un sinvivir y solo estar en el hecho de estar en el autobús con ellos era una alegría.
P.-Me ha hablado del ritmo, ¿se nota mucho el cambio de Primera Federación a esta Segunda División?
R.-Sí, mucho. Hay mejores jugadores, hay mejores equipos y ahí diría yo que el fútbol es más rápido, más transiciones, la pelota va más rápida, los campos son más rápidos, el césped está bien... hay grandísimos jugadores en esta liga y te exigen lo máximo y es complicado. En el momento mío de esta lesión, que he estado bastante tiempo fuera, coger el ritmo lleva un tiempo, pero día a día vamos mejorando.
P.-¿Qué balance se hace desde dentro del vestuario de estos primeros meses de competición?
R.-Aquí en casa lo estamos haciendo muy bien con nuestra gente, que es el mayor apoyo que tenemos y creo que es muy importante que tu campo sea un fortín, que cualquier equipo que venga aquí y no piense que se va a llevar los puntos fáciles, y eso es lo que estamos consiguiendo. Fuera nos está costando un poquito más. También siempre nos ha pasado algo, que si un penalti o la expulsión de Théo en Granada, que son cosas que planteas un partido y luego te las traes por acciones secundarias. Tenemos que dar un pasito más. Creo que las últimas salidas estamos mejorando, estamos ahí compitiendo muy bien, pero en cuanto llegue la primera victoria, que esperemos que sea este domingo, creo que el equipo va a ir para arriba.
P.-También es capaz de reaccionar el equipo tras un 0-2 en contra en casa como ante el Castellón.
R.-Sí. También Théo salió espectacular, le dio otra cara al equipo, nos dio más tranquilidad con balón y luego el equipo se lo creyó. También es verdad que tuvimos suerte, que tuvimos un gol tempranero y después el equipo tiró, o sea, estamos acostumbrados de lo que es el Córdoba, de presionar, de ir... En la primera parte, el Castellón fue superior. Una parte para cada uno como dijo el míster. La segunda parte fue espectacular. Creo que metimos un ritmo de pelota que el Castellón no pudo. Incluso creo que, si no recuerdo mal, tuvimos para ganar con el palo de Carracedo, o sea que el equipo ahí dio una imagen increíble.
P.-Puede servir de punto de inflexión para sacar la primera victoria a domicilio en Cádiz.
R.-Vamos el domingo a Cádiz, que tampoco nos olvidemos que acaba de descender de Primera División y tiene jugadores de una talla como Ontiveros, Ocampos... una locura. No están bien y nosotros creo que vamos en una línea ascendente y por qué no, yo confío en el equipo. Creo que los últimos partidos fuera de casa se ha jugado bien, aunque no hemos tenido suerte de ganar. Creo que hemos estado bien y por qué no, por qué no va a llegar la primera victoria contra un Cádiz, yo creo que sí.
P.-¿Cuál puede ser la clave del encuentro en Cádiz?
R.-No conceder. La portería a cero. El míster lo ha dicho y creo que lo más importante es la portería a cero, porque luego nosotros a nivel de fútbol estamos bien. A nivel de pelota, estamos bien; a nivel de presión... La clave es la portería cero, que en defensa estemos juntos, un bloque fuerte y ya en ataque lo que solemos hacer, porque se hace muy bien.
P.-No hay lesiones ni sanciones en esa parte ofensiva del equipo, un plus extra también para Iván Ania.
R.-Sí, claro, cuanto más mejor. Hemos tenido suerte de que hemos recuperado a Adilson, que es un jugador muy importante para nosotros; Jacobo, que acaba de volver de la sanción, y estamos todos por fin en una convocatoria. Está las bajas de Mati y Carlos (Isaac), pero creo que arriba, con todos la que lo conformamos, tenemos un equipazo.
P.-Muchas veces se pone en foco en jugadores como usted por ser hijo de Zalazar o de Théo por serlo de Zidane. Cree que se pone el foco demasiado y notan una excesiva presión.
R.-Lo creo y te lo digo desde la experiencia. Lo llevo sufriendo desde pequeño. En Albacete me pasaba lo mismo de la típica de que juegas porque tu padre es tal... Creo que nuestros padres tuvieron una buena carrera. Zidane y mi padre, salvando las distancias, tuvieron buenas carreras, pero fueron sus carreras. Creo que hay que separar el padre del hijo. El hijo jamás va a ser como el padre. En mi caso, por ejemplo, con mi padre era otro fútbol. No era el fútbol que hay hoy en día. A lo mejor mi padre hoy en día no jugaría tan bien. Creo que hay que separar la carrera. Cada uno tiene la suya. Théo estuvo en Madrid y ha jugado muy bien. Estuvo en el filial, que no es fácil, porque creo que en el Madrid, aunque seas hijo de, no te regalan las cosas, algo tienes que tener y lo está demostrando. Creo que la gente debería separar el padre del hijo. Yo ya estoy acostumbrado, pero lo llevo sufriendo desde muy pequeño. Antes me afectaba, ahora no. Ahora ya las comparaciones me dan igual. Es más, estoy orgulloso del padre que tengo, de la carrera que hizo y de que también se acuerden de él. Creo que la gente no tiene que comparar al padre con el hijo, porque el padre de Théo en este caso fue un espectáculo y Théo tiene mucha calidad, y tiene 22-23 años... tiene una carrera por delante. Vamos a separar y dejarle a él. Nunca va a ser como el padre. A lo mejor es mejor que el padre, pero hay que dejarlo. Creo que él lo llevará bien, porque él lleva toda su vida, igual que yo, pero no es plato de buen gusto que siempre tengas que dar, por ejemplo en mi caso, el doble que los demás por ser hijo de. Entonces hay que separar porque cada uno tiene su carrera, su vida, su familia, todo, somos padre e hijo, pero hay que separar.
P.-¿Y fue complicado ese proceso para usted?
R.-Sí. Para mí fue jodido. Fue muy difícil. De pequeño me afectaba mucho y lloraba porque escuchaba a los padres desde fuera decir que está juega por tal... Luego cuando fui creciendo me seguía pasando, me seguía afectando, pero llegó un momento que a partir de los 15 o 16 años mi padre se sentó un día conmigo y me dijo: "Mira Kuki, tienes que ser fuerte. El fútbol si no eres fuerte mentalmente te va a destrozar. Esto te está destrozando y tienes que separar. Yo soy tu padre, pero tú tienes tu carrera". Así me lo dijo mi padre. Me sentó y me dijo: "Céntrate en tu carrera. Da igual lo que digan, da igual". A partir de ahí, empecé a demostrar, demostrar y demostrar y ya se acabó ese pensamiento.
P.-Qué bueno que esté la familia siempre ahí.
R.-Sí. Nosotros somos una familia muy unida.
P.-¿Y futbolera?
R.-Fútbolera. Tengo a mi hermano Rodri en Braga. Ahora a mi hermano Mauro lo acaba de firmar el Schalke 04. Somos futboleros. Tenemos a cada uno en una punta, pero somos una familia, aunque nos veamos poco porque cada uno tiene su vida, unida.
P.-Y qué familia más bonita está haciendo también aquí en el Córdoba.
R.-Sí. Desde que llegué la confianza fue del club, sobre todo porque yo venía de dos años muy malos. El nivel de confianza estaba bajo y el club, desde el primer momento, me dijeron que confiaban en mí, que ellos sabían que me iba a costar, porque llevaba dos años sin apenas jugar dos o tres partidos seguidos. Y así pasó. A partir de enero, creo que ya empecé a coger la forma que tenía que tener y aquí la afición me acogió con los brazos abiertos. La confianza del cuerpo técnico y del míster fue una locura. Por fin porque llevaba tiempo queriendo sacar mi mejor versión y aquí en Córdoba lo hice y lo dije en la celebración: "Mi familia somos cuatro cordobesistas para siempre". Lo tengo tatuado el mapa de Córdoba, porque Córdoba me ha devuelto al fútbol profesional y me ha devuelto la felicidad de sentirme bien jugando al fútbol, que lo había perdido estos dos años atrás. Esa alegría, la confianza de pasártelo bien, de disfrutar el día a día, y Córdoba me la ha dado. Por eso me lo tatué y mi familia, mis hijos saben el himno del Córdoba de pe a pa y mi mujer le encanta Córdoba porque estamos cerca de Málaga y mi familia vive allí. Es como que se juntan todas las partes y también la afición por el el cariño que me demuestran, que es increíble. El cariño que tengo aparte es recíproco. Estoy muy feliz y ojalá me quedara aquí toda la carrera.
P.-¿Hasta dónde quiere llegar con el Córdoba CF?
R.-Hasta donde el club quiera. Ellos lo saben y siempre se lo he dicho. Desde que el año pasado, a mí Antonio (Fernández Monterrubio), antes de terminar el play off, me dijo que querían hablar conmigo y yo le dije: "Antonio, en 10 minutos lo hacemos". Y así fue. Me llamaron un martes y el miércoles ya habíamos dicho que sí. Ellos saben que conmigo no tienen problema, porque yo me quiero quedar. Quiero darlo todo porque el Córdoba CF ha confiado en mí cuando nadie lo hacía. Yo me estaba yendo a otro país y el Córdoba CF me dio la oportunidad, ha confiado en mí y estoy súper agradecido. Ellos saben que cuando ellos quieran, yo me quedaría toda la carrera aquí.
P.-¿Qué mensaje le mandaría a la afición del Córdoba CF?
R.-Que sigan con nosotros, porque de verdad los sentimos cerca. El otro día con el Castellón nos llevaron en la segunda parte en volandas a intentar ganar el partido. Que sigan con nosotros, que confíen en el equipo, que lo estamos dando todo, porque en casa los tenemos y que fuera tengamos mejores resultados. Estamos trabajando en ello. Que sigan, porque los necesitamos de verdad.
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