La medular del Córdoba CF, de punto fuerte a debilidad sin Diarra

En su primer partido fuera del equipo, Youssuf Diarra se convirtió en una baja sensible para el Córdoba CF. El centrocampista maliense se perdió por sanción el duelo ante el Ceuta, dejando a Iván Ania sin una pieza fundamental en sus planes y que el cuadro blanquiverde echó de menos en un partido loco en el que nunca tuvo el control del juego, sometido claramente por momentos por un rival que ganó la batalla en la medular y aprovechó las carencias del centro del campo del CCF para hacerle mucho daño.

Sin Diarra, Iván Ania dejó en el banquillo a Álex Sala, que por su buen arranque liguero apuntaba a ser titular junto a un Isma Ruiz que en las últimas jornadas se ha hecho con un puesto en el once a base de corazón y buen juego. Junto a él, un veterano llamado a tener galones que estaba pasando desapercibido hasta el momento: Recio. El malagueño apareció por primera vez como titular. El gran fichaje del mercado veraniego -al menos por nombre y trayectoria- por fin estaba en juego desde el inicio, después de completar un largo proceso de adaptación física para equiparar su forma a la del grupo.

Sin embargo, la puesta en escena de ese doble pivote elegido por Ania no fue ni de lejos la esperada. Y es que en un arranque desordenado por parte de los dos conjuntos, tanto Recio como Isma Ruiz anduvieron sin rumbo. Algo lógico hasta cierto punto, dadas las características de un rival que apretó a los blanquiverdes en la parcela ancha y que además gozó de una precisión en los pases y en la construcción del juego que echaron mucho de menos los de Iván Ania. También costó un mundo a los mediocentros del CCF ajustar la presión, lo que facilitó la salida combinativa del rival.

Y es que el debut de Recio como titular fue discreto, pero tampoco Isma Ruiz tuvo su mejor tarde. De hecho, el tanto visitante de Jota López en el 21' llegó provocado por un mal repliegue de los blanquiverdes en el que Isma Ruiz no fue capaz de frenar -aunque fuese con una falta necesaria- a Redru, quien se encargó de disparar a puerta en la ocasión que despejó de forma tibia Carlos Marín, permitiendo el gol del delantero del cuadro ceutí.

En ese tanto, Recio andaba lejos de su posición natural y ni siquiera formó parte del deficiente repliegue defensivo de los suyos. Fue la primera vez en el partido, con solo 20 minutos de juego, en que se echó en falta el físico de un Diarra que suele estar omnipresente en todo el centro del campo.

El valor del balón parado

Con todo, y a pesar de que el estreno como titular de Recio estuvo lejos de lo deseado, no hay que menoscabar la aportación del malagueño en ciertas facetas del juego. En la que más sobresalió fue en el balón parado. El veterano futbolista cumplió con una función clave en esas lides, por encima de otros especialistas como Kike Márquez.

Ania lo tuvo claro desde la primera acción: el balón parado era tarea de Recio, que colgó todo. Desde un saque de esquina en el que tuvo Gudelj el primer gol con un cabezazo que detuvo el meta visitante hasta las faltas, la aportación del malagueño fue esencial, ya que de una pelota parada frontal sin aparente peligro inició a la perfección la jugada de estrategia que acabaría en el gol del empate en el 37'. Recio la puso con música a la entrada de Carracedo al segundo palo para que el extremo la devolviera atrás e Isma Ruiz hiciera el 1-1 a placer. La aportación del ex del Málaga fue fundamental para la mejoría que el CCF mostró esa faceta del balón parado en la que tiene mucho margen de mejora.

Pese a ello, el físico volvió a jugarle una mala pasada a Recio, que a la hora de juego mostraba ostensibles gestos de dolor que desembocaron en su retirada del terreno de juego en favor de Álex Sala, compañero que curiosamente también acabó el partido con problemas musculares.

Pese a la variedad de piezas de las que dispone Iván Ania en el centro del campo, la zona más poblada del equipo con hasta cinco efectivos, lo cierto es que la primera ausencia de Diarra dejó claro que para el esquema de juego del técnico asturiano la presencia del maliense es poco menos que imprescindible.