Las notas del Córdoba ante Osasuna (3-1)
Liga 1|2|3
El conjunto blanquiverde, con una versión más competitiva, cae con claridad en El Sadar

CARLOS ABAD. Desesperado. Otro viaje en el que tiene que recoger varias veces la pelota de la red. Y lo peor es que de nuevo apenas tuvo opciones en esas acciones, que deslucieron una actuación aseada.
LOUREIRO. Sufridor. Primero ante un incisivo Kike Barja y luego ante Rubén García, ambos con las ayudas de Clerc, tuvo que multiplicarse para defender su zona. En ataque, subió poco y casi siempre sin éxito.
QUINTANILLA. Líder. Sin Aythami se erigió en el jefe de la retaguardia y, a pesar de que contuvo bien tanto a Brandon como a Xisco, no pudo evitar una nueva goleada en contra. Se despistó en el segundo gol.
LUIS MUÑOZ. Hizo penalti. Entre que Osasuna volcó más sus ataques al costado izquierdo y Brandon cayó más al lado de Quintanilla, el malagueño apenas si se dejó ver. Cometió un penalti que el árbitro no vio.
QUEZADA. Descarado. Siendo el lateral izquierdo, que sea el que más dispare sobre la meta contraria no es un dato especialmente alentador. Se prodigó en ataque midiendo bien, pero atrás le costó algo más.
BAMBOCK. Más sombras. Sigue sin despejar dudas desde su posición de mediocentro de contención, sobre todo cuando el equipo se ve obligado a empujar hacia el portal contraria. No saltó en la barrera en el 3-1.
ÁLVARO AGUADO. Fallón. Otra vez con el papel de organizador, más cerca del pivote que del atacante, erró varios pases fáciles, horizontales, y cuando se descolgó no tuvo la claridad ni rapidez para decidir bien.
JAIME ROMERO. Detalles. Pecó en más de una ocasión de individualista, cuando tenía mejores opciones. Fuera de casa le cuesta trabajo mostrar el nivel que en El Arcángel, y el equipo se resiente en ataque.
QUIM ARAUJO. Deslucido. Titular por segunda semana consecutiva, apenas si pudo aparecer con balón, tocándole hacer un trabajo más oscuro en la medular que no siempre tuvo el resultado esperado.
JOVANOVIC. Incisivo. Empezó por la izquierda y terminó jugando por la derecha. Lo intentó todo, pero no siempre eligió la mejor opción para el colectivo. Puso un buen balón para Piovaccari en el momentáneo 1-1.
PIOVACCARI. En racha. El plan defensivo trazado por Sandoval lo dejó en muchas ocasiones muy lejos del área, donde sí es determinante. Su único remate acabó en gol, ganando bien por arriba a Aridane.
ALFARO. Invisible. Entró apenas un par de minutos antes de que Osasuna tomara de nuevo ventaja en el marcador y, tras el 2-1, el dominio rojillo hizo que apenas se notara la presencia en el campo del capitán.
JAVI GALÁN. Dolorido. Nada más entrar al campo se llevó un golpe en la cabeza con Lillo que lo dejó dolorido. Aguantó bien en el campo, pero sin influencia alguna en el desarrollo del encuentro.
DE LAS CUEVAS. Sin tiempo. El alicantino tuvo el premio de jugar cinco minutos en la que fue su casa hasta la temporada pasada. Con el partido ya decidido, no tuvo opción de mostrar sus cualidades.
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