Las notas de los jugadores del Córdoba CF ante el Atlético Baleares

Atlético Baleares - Córdoba CF | Uno por uno

Los blanquiverdes se dejan dos puntos ante el Atlético Baleares en una actuación colectiva gris

La crónica: El Córdoba CF se deja dos puntos y la ambición ante el Atlético Baleares (0-0)

Once inicial del Córdoba CF en el partido ante el Atlético Baleares. / Miquel Borrás / Lof

El Córdoba CF se dejó dos puntos que puede terminar echando de menos ante el Atlético Baleares. Los blanquiverdes no pasaron del empate en un mal partido en el Estadio Balear, ante un rival temeroso que además se quedó con uno menos a la media hora de juego, lo que hizo redoblar sus esfuerzos defensivos en busca de que nada pasara.

Pese a un buen inicio, el Córdoba se diluyó y terminó atascado, sin poder superar la muralla defensiva de su rival y dejando cierta sensación de conformismo con un empate que sabe a poco.

Así jugaron los jugadores del conjunto cordobesista, uno por uno, ante el Altlético Baleares:

CARLOS MARÍN. Salvador. Su intervención en la clarísima ocasión de Armando Shashoua cuando el partido ya caminaba hacia el final sirvió a su equipo para evitar una derrota que hubiera sido muy dolorosa. Poco trabajo más tuvo el almeriense.

ALBARRÁN. Volcado. El lateral catalán fue de más a menos y brilló especialmente en una primera parte en la que generó mucho peligro doblando a Carracedo. En el segundo tiempo, quizás fruto del esfuerzo, apareció mucho menos.

LAPEÑA. Multiplicado. Encargado de sacar el balón desde atrás y armar el juego del equipo en primer instancia, tuvo mucho más trabajo en esa faceta que a la hora de defender por la poca presencia de su rival en ataque.

CARLOS GARCÍA. Firme. Buenos minutos del central barcelonés, que no concedió lo más mínimo a un Atlético Baleares que tampoco exigió demasiado a la zaga blanquiverde. Ha terminado el año asentado y a buen nivel.

CALDERÓN. Desquiciado. El lateral demostró poca inteligencia y picardía al propinar un codazo innecesario a un contrario que le costó una tarjeta roja que complicó a su equipo y que ahora le dejará fuera del equipo en un momento importante.

ISMA RUIZ. Superior. Controló el centro del campo en la primera hora de juego, dando rápida salida al balón en el inicio del juego de su equipo. Fue sustituido en la primera ventana de cambios de Iván Ania, que buscaba más pólvora en ataque.

DIARRA. Impreciso. Le faltó claridad a la hora de conectar pases, aunque no lo tenía fácil con los pocos espacios que dejaba el Atlético Baleares. Seguro y atento a la hora de replegar, fue uno de los primeros sacrificados por Ania para buscar más mordiente en ataque.

CARRACEDO. Atascado. Partido bastante gris del extremo catalán, que no fue capaz de generar demasiadas ocasiones de gol, más allá de un par de buenas internadas en el primer tiempo mal resueltas a la hora de poner el balón. Bien en tareas de repliegue.

KIKE MÁRQUEZ. Negado. El capitán lo intentó, tanto en el juego posicional de su equipo como a balón parado, pero no encontró el camino de ese pase final o la acción para finalizar con remate. Partido muy gris el suyo en Palma de Mallorca.

ADILSON MENDES. Frenado. Se perdió en muchas ocasiones ante la densa maraña defensiva del rival, pese a intentarlo una y otra vez. Tuvo la ocasión más clara de la primera parte con un remate en posición franca que no le cogió portería.

CASAS. Tuvo una. El rambleño rozó el gol en el segundo tiempo pero su derechazo se topó con la rápida y felina intervención del meta del Atlético Baleares. Poco brillo para el ariete blanquiverde en un partido sin espacios en el área.

KUKI ZALAZAR. Decepcionante. Ania apostó por él para buscar más movilidad entre líneas pero el hispano-uruguayo, más allá de recibir y buscar el pase interior, no tuvo protagonismo en el juego ni tan siquiera intentando un remate.

RECIO. Buenos minutos. Nada más entrar al terreno de juego, el mediocentro malagueño rozó el gol con un potente disparo que desvió con apuros Vilà. Se colocó como eje del equipo y cumplió esa función en unos buenos minutos para él.

ÁLEX SALA. Obcecado. Salió en una posición rara, porque Iván Ania lo metió casi como falso central con la idea de que iniciase el juego desde atrás. Se le vio incómodo cuando tuvo que defender; en ataque se obcecó con disparos lejanos sin acierto.

SIMO. Intermitente. Pocas apariciones del hispano-marroquí, que no fue capaz de cambiar el ritmo plano de su equipo en ataque. Tuvo una aparición en los minutos finales tras conectar con Adilson Mendes pero remató muy alto.

IVÁN RODRÍGUEZ. Un parche. El técnico blanquiverde apostó por el futbolista malagueño como recurso para reconstruir la defensa y evitar males mayores cuando Calderón fue expulsado. Cumplió esa labor a la perfección en los pocos minutos que jugó.

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