Las notas de los jugadores del Córdoba CF ante el Badajoz
Córdoba CF - CD Badajoz | Uno por uno
El doblete de Miguel de las Cuevas facilita el triunfo de los blanquiverdes ante el cuadro pacense
El Córdoba CF se sacude la pena y condena al Badajoz (3-1)
PABLO PICÓN. Luces y sombras. Debutó en el último día de la temporada y dejó grandes intervenciones combinadas con errores de bulto, como el que le costó un gol a su equipo. No será un jugador recordado en la historia del club.
JOSÉ RUIZ. Profesional. Hasta el último minuto del último partido cumplió a la perfección un futbolista que termina contrato pero de los que nunca sobran en un vestuario. Asistió a De las Cuevas en el 1-0 y en defensa mantuvo el tipo con Adilson.
JORGE MORENO. Dubitativo. Ni rastro del jugador seguro y concentrado que se vio al principio del curso, nivel que no ha mostrado en toda la segunda vuelta. Ante el Badajoz sembró dudas cada vez que el balón llegó a sus dominios.
ALBERTO JIMÉNEZ. Tranquilo. La poca ambición ofensiva del Badajoz y las escasas apariciones de Gorka Santamaría descargaron de mucho trabajo al central canario, que pasó desapercibido en el que pudo ser su último partido con el Córdoba.
CALDERÓN. Discreto. En la línea de toda la segunda vuelta, dejó una sensación de inseguridad constante en defensa y apenas se atrevió en ataque, aunque cuando lo hizo fue para facilitar la jugada del primer gol de su equipo.
DE LAS CUEVAS. Despedida a la altura. Con un doblete y lágrimas en los ojos se marchó De las Cuevas de El Arcángel, en un adiós digno para un jugador que ha sido referente en el club en los últimos años. Uno de los que se salva de la quema colectiva.
DIARRA. Dinámica. Buenos minutos del centrocampista de origen maliense, con mucho trabajo físico y acierto a la hora de lanzar las transiciones defensa-ataque de su equipo. Aunque ha ido de más a menos, su temporada es buena.
CABALLERO. Honesto. Una vez más cumplió a la perfección con lo que le piden: trabajo, trabajo y más trabajo. Con su capacidad para tapar errores de los compañeros fue el dueño del centro del campo ante un rival endeble.
SIMO. Lo de siempre. Muchos fuegos de artificio y poco rendimiento en la cuenta de resultados de un jugador que por momentos parece jugar de cara a la galería. Un curso discreto que deja su futuro en seria duda.
WILLY LEDESMA. Sin fortuna. Hasta el final intentó el gol que le pudiera facilitar una dulce despedida, aunque su continuidad está por ver. El de Torremejía se topó con el poste en la mejor ocasión de la que dispuso, ya en los minutos finales.
CASAS. Ni una. El rambleño mostró una vez más el deficiente nivel que hace meses que exhibe. Ni una sola vez remató entre los tres palos. Su única ocasión fue una volea en el arranque de la segunda parte con la que mandó el balón a las nubes.
JOSÉ ALONSO. Anecdótico. Otro que no seguirá y que se despidió en silencio, sin hacer ruido, con 45 minutos más que dignos, que son la muestra de un jugador que siempre cumplió, más allá de alguna tarde de menos fortuna.
CARRACEDO. Activo. Hizo muchas cosas en muy pocos minutos, tanto buenas como malas. En el lado positivo, las ocasiones que generó para haber visto portería y el aire que le dio a su equipo. En el lado negativo, pérdidas evitables y peligrosas para los suyos.
ARMANDO SHASHOUA. Atrevido. El inglés, fiel a su estilo, pidió la pelota y quiso ser protagonista en los minutos que su entrenador le brindó. Se le vio dinámica y arriesgando en los pases, casi siempre con acierto.
JAVI FLORES. Sin tiempo. Muy pocos minutos le dejó disputar Manuel Mosquera en el que bien ha podido ser su último partido con el Córdoba CF. El capitán no tuvo tiempo prácticamente ni de entrar en juego ante el Badajoz.
MARCO CAMUS. Rápido. El joven extremo cántabro hizo gala de su velocidad y de buena definición en la jugada que puso el 3-1 definitivo. La sensación con él es que el Córdoba podía haber sacado mucho rendimiento de este futbolista en otro contexto.
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