Las notas de los jugadores del Córdoba CF ante el Ibiza

CARLOS MARÍN. Impotente. Arrancar la temporada encajando tres goles no es plato de buen gusto para nadie, pero lo cierto es que poco pudo hacer el almeriense -salvo en el 2-2-, que incluso tuvo dos o tres intervenciones meritorias.

ALBARRÁN. Lanzado. Se nota que es un jugador que conoce a la perfección el libreto de Ania. Un recurso constante en ataque con sus subidas y centros laterales. Le costó algo más en la segunda parte, pero estuvo a buen nivel.

LAPEÑA. Poco contundente. Se echó en falta algo más de contundencia en un central que puede presumir de tenerla. Sí se le vio más atinado en la salida de balón, pese a las complicaciones que el Ibiza planteó con su presión alta.

GUDELJ. Superado. Es complicado ver al balcánico salir perdedor de un duelo individual pero Obolskii le planteó un partido muy complejo, ganándole casi todas las acciones entre ambos. Con todo, fue el mejor de los suyos atrás.

CALDERÓN. Luces y sombras. Un despiste defensivo facilitó el tanto de Soko que abrió el marcador para el Ibiza. El sevillano se sacó la espina poco después asistiendo a Casas con un gran centro medido. Atacó bien pero sufrió para defender.

ÁLEX SALA. Detalles. El joven barcelonés dejó destellos de calidad en los desplazamientos de balón y mostró buena actitud en el trabajo de repliegue. La tarjeta amarilla que vio en el primer tiempo le condicionó en exceso.

DIARRA. Intermitente. Mostró detalles esperanzadores de lo que puede aportar en el esquema de Iván Ania y su despliegue físico sigue siendo espectacular. Le faltó algo más de calma para finalizar cuando asomó por el área.

CARRACEDO. Obcecado. En la misma línea que acabó el curso pasado, obcecado con conducir el balón en acciones personales que no llevan a nada. En el segundo tiempo pedía un cambio a gritos, pero no tiene recambio natural.

KIKE MÁRQUEZ. Valiente. En su condición de capitán agarró el balón para lanzar el penalti, poniendo a su equipo por delante. Se echó en falta que estuviera algo más cerca del área, donde es mucho más peligroso.

SIMO. Poco efectivo. Sigue en la línea del curso pasado, con muchos fuegos de artificio y pocos elementos tangibles en su juego. Fue de más a menos claramente y acabó diluido en el segundo tiempo hasta ser sustituido.

CASAS. Redimido. No se puede ir contento por la derrota de su equipo pero al menos el duelo le sirvió para hacer gol y agarrar confianza. Más allá de su certero cabezazo, trabajó bien en beneficio del colectivo y estuvo bastante enchufado.

RECIO. Mal inicio. Nada más entrar en el partido fue protagonista de la acción que decantó el duelo, en un balón que le ganó Roberto Arroyo y que acabó en el 2-3, obra de Gallar. Al malagueño le quedan semanas para estar a su mejor nivel y no se le puede valorar en exceso por este encuentro.

ADILSON MENDES. Sin chispa. Entró para dar ese segundo aire a su equipo en ataque y apenas se le vio aparecer. Le faltó nervio para asumir la responsabilidad de al menos intentarlo. A buen seguro que sus molestias físicas tampoco ayudaron.

TORIL. Sin opción. El ariete balear entró ya con el partido cuesta arriba y apenas tuvo tiempo de entrar en contacto con el balón. Ania pasó a jugar con dos puntas cuando le dio entrada, algo que puede ser habitual durante el curso.