Las notas de los jugadores del Córdoba CF ante el Real Zaragoza

Córdoba/El Córdoba CF sumó el tercer empate consecutivo de su serie de seis partidos sin conocer la derrota. Los blanquiverdes igualaron en su visita al Zaragoza, un rival nervioso y acomplejado por su difícil situación clasificatoria que se vio beneficiado por un penalti en el tramo final que levantó hondas dudas en el conjunto cordobesista.

En las filas blanquiverdes, dos hombres destacaron sobre el resto, uno en defensa y otro en ataque. Rubén Alves, además de su gol, brilló en varias acciones en el área propia. En la punta de ataque, Obolskii hizo un trabajo encomiable y estuvo cerca de encontrar el premio del gol.

Así han jugado, uno por uno, los jugadores del Córdoba CF ante el Real Zaragoza en La Romareda:

RAMÓN VILA. Nervioso. Aunque no tuvo demasiado trabajo, el barcelonés estuvo bastante nervioso en los primeros compases, en su estreno oficial en Segunda División. Poco a poco se hizo con el partido y cumplió con la papeleta de sustituir a Carlos Marín. Incluso estuvo cerca de detener el penalti.

CARLOS ISAAC. Seguro. No tuvo excesivos problemas para frenar el escaso caudal ofensivo del Zaragoza, aunque Liso le generó alguna acción en la que tuvo que emplearse a fondo. En ataque apareció bien, pero con poco acierto a la hora del último pase.

XAVI SINTES. Sufridor. Liso le buscó las cosquillas en la primera parte y Rubén Alves tuvo que acudir en su ayuda para evitar que el balear quedase retratado ante un rival mucho más rápido que él. Se repuso de esas complicaciones y cuajó un partido sólido, en su habitual línea.

RUBÉN ALVES. Imperial. En la primera parte cortó un mano a mano de Liso con una acción defensiva digna de un central como hay pocos en Segunda División. Siempre atento, no concedió ni una acción a los delanteros del Zaragoza. Para colmo, redondeó su partidazo con el primer gol como blanquiverde.

ALBARRÁN. Cumplidor. En su nuevo rol de lateral izquierdo de urgencia, aunque ya consolidado por delante de Calderón de manera más que evidente, estuvo correcto en defensa y apareció en ataque con cierta regularidad. Le pitaron un penalti en el que el árbitro y el jugador del Zaragoza pusieron más empeño que él en la supuesta infracción.

ISMA RUIZ. Trabajador. Sin ser su partido más brillante, pues no se le vio tan poderoso como es habitual en él a la hora de disputar duelos, trabajó sin descanso y ofreció al equipo esa labor oscura que tan importante es. No terminó de estar cómodo con el balón en los pies.

CARRACEDO. Intermitente. Mejor en la segunda parte que en la primera, pero en cualquier caso sin encontrar la continuidad necesaria para hacer daño realmente a la zaga del Zaragoza, que en el segundo acto le dio más facilidades. Le faltó convicción para buscar más a un Iván Calero amonestado muy pronto.

ÁLEX SALA. Creciente. Fue de menos a más en el partido y su equipo mejoró a medida que el barcelonés fue capaz de aparecer con continuidad en el juego. Sus conducciones llevaron peligro y de sus botas nació la acción que terminó en el gol de Rubén Alves. Una amarilla en el primer tiempo obligó a Ania a sustituirlo.

PEDRO ORTIZ. Discreto. Uno de los peores partidos del centrocampista balear desde que viste la camiseta blanquiverde. Apareció poco y cuando lo hizo no tuvo precisión en los pases ni ambición para aparecer en ataque. Para colmo, tampoco impuso su físico en los duelos.

JACOBO. Obcecado. Mucho más participativo que en los últimos partidos, pero demasiado obcecado en intentar acciones individuales que no parecían una buena idea desde el inicio. A su favor hay que decir que trabajó mucho desde el perfil izquierdo y que intentó enganchar sus habituales disparos lejanos, sin éxito esta vez.

OBOLSKII. Poderoso. El ariete ruso hizo un gran partido en La Romareda, mostrando una superioridad física ante los centrales del Zaragoza que le llevó a ganar todos los duelos, generando múltiples segundas jugadas para su equipo. Tuvo el gol en un cabezazo y fue sustituido en el tramo final.

THÉO ZIDANE. Desaparecido. Al igual que Magunazelaia, fue un cambio fallido de Iván Ania. El francés entró con el partido encendido por la búsqueda desesperada del empate del Zaragoza y fue incapaz de dar pausa y tranquilidad a su equipo con el balón.

MAGUNAZELAIA. Nada. De nuevo apareció como volante y, como ya sucediera en el duelo ante el Sporting de Gijón, su entrada no dio al equipo la frescura y pausa con balón que Ania buscaba. Poco más aportó que una tarjeta amarilla por cortar una contra del Zaragoza.

ANDER YOLDI. Incisivo. Tuvo muy poco tiempo pero buscó con ahínco el área rival, colocado esta vez como referencia ofensiva ante la ausencia de Casas y el desgaste que hizo Obolskii hasta su sustitución. El navarro estuvo cerca del gol en la última contra de su equipo, ya en el tiempo añadido.